El presupuesto del Ayuntamiento de Zaragoza para el 2020 es el «de la limpieza». Así lo ha definido el alcalde Jorge Azcón y su Gobierno PP-Cs tras su aprobación está mañana, y no porque se vayan a limpiar más y mejor las calles sino porque se centra básicamente en sanear las arcas municipales y dejar para el futuro la inversión en los distritos. Y barrer todo rastro de proyectos de la izquierda, aunque no lo haya dicho. Son las claves políticas de un presupuesto que alcanza los 801,22 millones de euros y en el que la venta de suelo vuelve a ser clave.
Tras años de sequía en este tipo de operaciones, él la rescata para prever que se ingresarán más de 20 millones el año próximo. Junto a la vicealcaldesa, Sara Fernández, y su responsable de Hacienda, María Navarro, ha expuesto las líneas maestras de un presupuesto que aumenta 46 millones para los servicios, sin que hayan aclarado si alguno de ellos servirá para mejorar su calidad o solo servirán para tapar ese agujero económico. Y que sobre todo recorta la inversión hasta límites que no se conocían desde hace cuatro años. Son 49,37 millones, los mismos 20 millones curiosamente con respecto a los 69 del 2018, pero a la baja para obras en los distritos que tendrán que esperar.
