Los cinco momentos de la campaña electoral en Reino Unido

REES-MOGG O EL «SENTIDO COMÚN»

Las esperanzas del primer ministro británico, Boris Johnson, de tener un arranque de campaña suave cayeron pronto en saco roto. Uno de sus aliados, el portavoz del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes Jacob Rees-Mogg, tuvo que pedir perdón por unas polémicas declaraciones en las que sugería que las víctimas del incendio de la Torre Grenfell de Londres podrían haber usado el «sentido común» para ignorar las instrucciones del servicio de bomberos y abandonar el edificio en llamas, en el que murieron 72 personas en 2017. Rees-Mogg ha sido muy criticado desde entonces y habría recibido órdenes de mantener un perfil bajo durante el resto de la campaña.

El influyente diputado conservador Jacob Rees-Mogg. EFE

ACUSACIONES DE ANTISEMITISMO

En una intervención inusual en la esfera política, el rabino británico Ephraim Mirvis criticó duramente al líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, por su incapacidad para evitar el «veneno» del antisemitismo en el partido de la oposición. «Un nuevo veneno respaldado desde arriba se ha arraigado en el Partido Laborista dejando a los judíos británicos en un estado de ansiedad», escribió Mirvis a finales de noviembre en una columna publicada por ‘The Times’. El rabino consideró a Corbyn «no apto» para gobernar y pidió a los británicos que votaran «en conciencia». El líder laborista es acusado regularmente de complacencia hacia algunos miembros de su partido que han emitido comentarios antisemitas.

Protesta contra el Partido Laborista, acusado de antisemitismo. AFP

EL ATENTADO EN EL PUENTE DE LONDRES

El 29 de noviembre, un hombre condenado por «crímenes terroristas» en libertad condicional asesinó a dos personas antes de ser abatido por la policía en el Puente de Londres. Tras el ataque, Boris Johnson prometió revisar el sistema de libertades de los reclusos y endurecer las condenas por terrorismo. La promesa del ‘premier’ conllevó las críticas del padre de una de las víctimas que estaba trabajando en un programa de rehabilitación de presos y que acusó a Johnson de oportunista.

Atentado en el Puente de Londres. EFE

LA ENTREVISTA CON LA QUE NO SE ATREVE JOHNSON

Johnson ha sido duramente criticado en campaña por negarse, a diferencia de otros líderes del partido, a ser entrevistado por el incisivo presentador de la BBC Andrew Neil. «Llevamos semanas pidiéndole una fecha, una hora, un lugar para realizar la entrevista. Hasta ahora, no ha habido respuesta», dijo el periodista. En un monólogo televisado, Neil formuló todas las preguntas que le hubiera querido hacer al mandatario: «¿Por qué en tantas ocasiones, a lo largo de su carrera como periodista o como político, sus críticos, e incluso sus aliados más cercanos, han manifestado su absoluta desconfianza en el personaje?». El ‘premier’ se defendió de las acusaciones diciendo que ha dado más de 100 entrevistas durante la campaña.

Boris Johnson da una rueda de prensa. EFE

LA FOTO DEL NIÑO EN EL HOSPITAL

La última polémica antes de las elecciones se produjo hace tres días, cuando el primer ministro no quiso mirar una fotografía de un niño enfermo, tirado en el suelo de urgencias de un hospital de Leeds por la falta de camas. Johnson no quería ni mirar el móvil del reportero de la ITV que le estaba intentando entrevistar para mostrarle la foto. Tras varias negativas, le quitó el teléfono de las manos y se lo guardó en el bolsillo. La imagen ponía en entredicho el ya de por sí maltrecho sistema de salud británico. Más tarde, el ‘premier’ admitió que la imagen era «terrible» y se disculpó con el reportero.