Nuevo empujón a las fragatas F-110

Nuevo empujón a uno de los programas clave de las Fuerzas Armadas: las futuras fragatas F-110 de la Armada. Y es que, después de que el pasado mes de marzo el Gobierno autorizase la celebración de la orden de ejecución para la construcción de cinco buques por un valor de 4.317 millones, hoy ha dado un paso más al firmar un convenio con Navantia, empresa que las construirá y a la que prestará más de 1.600 millones para los desarrollos tecnológicos de estos modernos barcos, que, según las previsiones actuales, se entregarán a la Armada entre 2026 y 2031.

En concreto, el Consejo de Ministros ha dado hoy luz verde al citado convenio, por el cual el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ofrecerá un crédito “blando” a la compañía un total de 1.638 millones en siete años, a interés cero y sin exigencia de garantías. Se trata de unos fondos destinados a la parte del programa relacionada con los desarrollos tecnológicos e industriales, denominada: «Programa de desarrollo de las Fragatas F-110». Y la prefinanciará con anticipos reembolsables, que se ejecutará hasta 2025. No será hasta 2026 cuando Navantia iniciará los reintegros al Tesoro, los cuales se prolongarán hasta 2032, una vez que la empresa pública reciba los pagos del Ministerio de Defensa por las entregas realizadas.

Tal y como explica el Gobierno en la referencia del Consejo de Ministros, el programa de las F-110 permitirá llevar a cabo la digitalización de Navantia a través del programa “Astillero 4.0” y “contribuirá a situar a esta empresa como líder mundial en el mercado de fragatas, dando continuidad a la apuesta tecnológica e industrial de España en este segmento”. De hecho, el Gobierno destaca que Defensa eligió a Navantia por sus “capacidades y experiencia en buques militares de alta tecnología”.

El programa implica la construcción de cinco buques con los últimos sistemas tecnológicos que sustituirán a las a las seis de la clase “Santa María” (F-80), las cuales llegaron a mediados de los años 80 y, a pesar de sus continuas modernizaciones, están al límite de su vida útil dentro de la 41ª Escuadrilla de Escoltas. Las F-110 están diseñadas para hacer frente a todo tipo de escenarios de alta intensidad y cuentan con una gran capacidad de combate, tanto para la protección de la fuerza como la proyección del poder naval.

Con este convenio, el Ejecutivo destaca que se garantiza la adquisición de las cinco fragatas, que forman parte de un programa con una importante carga tecnológica e industrial que beneficiará, además de al astillero, “a los proveedores españoles de materiales, telecomunicaciones, sistemas de defensa, propulsión…”.

Las fragatas, hace hincapié el Gobierno, incorporarán tecnología puntera como, por ejemplo, ensayos hidrodinámicos para disminuir el consumo y reducir la detectabilidad, motorización híbrida con motor eléctrico y turbina de gas, sistema integrado de información a bordo (incluyendo el mantenimiento del buque), integración del sistema de combate, ciberseguridad, mástil integrado con sistemas VHF, radar, guerra electrónica, comunicaciones, navegación…

Al mismo tiempo, destaca las cifras derivadas de la construcción de estos modernos buques: una contribución al PIB español de 590 millones de euros anuales y un impacto de aproximadamente 7.000 empleos, garantizando a Navantia carga de trabajo para 10 años.