El PP quiere avanzar hacia una «fusión» con Ciudadanos dentro de España Suma

Los barones del PP llegaron ayer a la sede de la calle Génova con el colmillo menos afilado de lo habitual. La subida del partido en las elecciones del domingo, con 22 escaños más en el Congreso y otros 30 en el Senado, es argumento suficiente para que los populares cerraran filas y aplaudieran en el Comité Ejecutivo Nacional la estrategia de su candidato, Pablo Casado, y del director de la campaña, Teodoro García Egea. El líder del PP volvió a defender que el voto de centro-derecha hubiera sido mucho más efectivo dentro de la plataforma España Suma. De hecho, el voto unido del PP, Ciudadanos y Vox habría conseguido mayoría absoluta.

Desde la dirección nacional se había pedido a los miembros del Comité Ejecutivo que se abstuvieran de hacer declaraciones previas sobre los pasos que debería dar el PP tras las elecciones. Pero algunos barones sí quisieron destacar el buen resultado en sus territorios. Para el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, lo sucedido del 10-N es un «buen punto de partida» para el PP, que «tiene margen de mejora para seguir creciendo».

Otras fuentes territoriales ven imprescindible que el PP afronte una «fusión» con Ciudadanos. A su juicio, los populares tienen que seguir «ensanchando» el partido y su electorado, sin salirse ni un centímetro de «la moderación y la centralidad» que Casado ha pregonado en los últimos meses. Todos los barones coinciden en que esa es la línea acertada y no debe moverse de ahí.

El portazo de Ciudadanos

La «fusión» con lo que queda de Ciudadanos es una idea que está tomando fuerza en el PP. De momento, Casado y la dirección nacional quieren reactivar el proyecto de España Suma, la plataforma electoral que plantearon el verano pasado para ir juntos a las urnas y optimizar mejor los votos de centro-derecha. Albert Rivera dio un sonoro portazo a esa propuesta. Pero el PP no ceja en su empeño, y volverá a abrir la puerta a Ciudadanos.

La primera oportunidad que se presenta puede ser la del País Vasco, donde hay elecciones autonómicas previstas en otoño de 2020. Desde la dirección regional del PP se defiende una candidatura de «Vascos Suman», que ya plantearon para estas elecciones pasadas. La negociación con los dirigentes de Ciudadanos en el País Vasco estuvo avanzada, pero Rivera se encargó de paralizarla por completo, y destituyó al secretario de Organización de su partido en esa Comunidad Autónoma.

El PP ha vuelto a quedarse con cero representantes en el País Vasco, lo mismo que Ciudadanos y Vox. La unidad del centro-derecha les habría permitido tener representación al menos en Álava y Vizcaya.

En su intervención ante el Comité Ejecutivo Nacional, Casado subrayó que si Sánchez tiene un acuerdo con Iglesias es porque no prosperó la propuesta de España Suma. «Los partidos de centro-derecha tienen 500.000 votos más que la izquierda. 1,2 millones de votos de Ciudadanos y Vox no han logrado representación. España Suma solo con PP y Ciudadanos hubiese tenido 118 escaños, PSOE 115».

Ese será el principal argumento que utilizará el PP para volver a la carga con España Suma, que en un primer momento ofrecerá solo a Ciudadanos. Una de las Comunidades más favorables a esa iniciativa es Cataluña. En campaña, Cayetana Álvarez de Toledo ya ofreció a Inés Arrimadas la alianza electoral, de nuevo sin éxito. La número uno por Barcelona recordó que el PPvuelve a ser referente del constitucionalismo en esa Comunidad, por delante de Ciudadanos:«Ahora toca forjar la reagrupación: Cataluña Suma y España Suma». El presidente del PPcatalán, Alejandro Fernández, animó ayer a Inés Arrimadas a moverse en esa dirección. La unión de PP y Ciudadanos les habría dado solo en Cataluña nueve escaños, cinco más de los que lograron.

Los barones del PP han tomado nota del fuerte crecimiento de Vox en las elecciones del domingo. Los dirigentes territoriales tienen claro que el partido no debe moverse de su discurso de «centralidad». Pero al mismo tiempo creen que no hay que esquivar el debate con Vox. Es decir, lo que ocurrió en el único debate electoral de los candidatos, en el que Casado no dijo nada sobre algunas propuestas de Abascal, «no debe volver a pasar», según fuentes populares. «Hay que rebatir las posiciones de Vox, algunas auténticas burradas, con argumentos, desde nuestra centralidad. Hay que entrar en los debates y desmontar sus propuestas», sostienen fuentes territoriales.