«Sin esta ayuda no podríamos ir a votar»

En ocasiones, la democracia no está al alcance de la mano para todos. Incluso en Zaragoza. Las personas con movilidad reducida, especialmente las de avanzada edad, muchas veces se topan con serios problemas para acudir a sus centros de votación. Para ayudarles a superarlos y que nadie se quede sin ejercer su derecho al voto, Cruz Roja pone a disposición de los ciudadanos un servicio de desplazamiento a los colegios electorales.

Esta institución moviliza este domingo en Zaragoza y provincia 26 vehículos y 92 voluntarios y trabajadores para recoger a estas personas, subirlas a uno de sus vehículos, llevarlas a votar y devolverlas a su lugar de origen. Ángel Martínez, director del centro de operaciones de Cruz Roja en la capital aragonesa, explica que estos usuarios llaman “desde sus domicilios particulares, desde residencias y desde hospitales”, y que se muestran siempre “muy agradecidos” por este servicio.

En las últimas elecciones hicieron 88 desplazamientos, y en las anteriores 112. Este domingo, para las 11.00 ya tenían 56 servicios comprometidos. Algunos de ellos se hacen con personas que están ingresadas en los centros hospitalarios. “Ahí los médicos hacen de jueces para decidir si el paciente puede aguantar el traslado o no, porque hay que garantizar que se le recoge y traslada en las condiciones adecuadas”, explica Cecilio Ramos, trabajador y a la vez voluntario de Cruz Roja.

Él y su compañera Natividad de Diego cuentan que “es bonito colaborar para que personas con impedimentos físicos puedan votar”, sobre todo en unas elecciones “en la que la abstención parece que se abre camino”.

Este domingo, a media mañana, ambos han salido de la base de operaciones de Cruz Roja, en la plaza de Los Sitios, para recoger a una persona ingresada en la residencia Vitalia de la Expo, que ocupa el fallido hotel en el parque del Agua. Allí les esperaba Tomás Gascón, de 85 años, acompañado de su mujer, Ángeles Pérez. “Es la primera vez que tenemos que usarlo. Antes iba con el andador, pero se rompió la cadera y hemos tenido que llamar. Sin su ayuda, no podríamos ir a votar”, explica Ángeles.

Los voluntarios han subido a Cecilio y su silla de ruedas al vehículo especial de Cruz Roja, y le han desplazado hasta su colegio electoral, el Puerta Sancho de La Almozara. “Es importante votar, y no vamos a dejar de hacerlo por estar en silla de ruedas”, ha comentado Tomás. Tras ejercer su derecho al voto, este vecino de Zaragoza ha vuelto a su residencia, de nuevo gracias a la imprescindible ayuda de los voluntarios de la Cruz Roja.