PSOE y PP compiten por liderar el desbloqueo

Los líderes de los partidos políticos cerraron ayer la segunda campaña electoral en seis meses, esta vez de sólo una semana, pidiendo el voto a los españoles en las elecciones generales de mañana. En esta ocasión, el panorama político, cada vez más fragmentado, ofrece sin embargo un partido destacado en cada lado del espectro ideológico: el Partido Socialista a la izquierda y el Partido Popular a la derecha.

Por ello, el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente del PP, Pablo Casado, protagonizaron ayer el último mitin de la semana reclamando el apoyo de la ciudadanía para liderar una mayoría que requerirá con toda seguridad de pactos entre varios partidos. El líder del PP eligió clausurar en Madrid, mientras que el del PSOE apostó por Barcelona. Dos modelos contrapuestos para el futuro de España.

Aunque las últimas encuestas evidencian un reforzamiento del bipartidismo (sumado a un auge de la derecha dura representada por Vox), el resto de formaciones pelean por mantener su protagonismo en el Congreso y en la vida política. Este es el resumen del cierre de campaña en los principales partidos:

El PSOE disimula sus miedos

Pedro Sánchez ha terminado la campaña electoral en Barcelona destacando que nunca un presidente del Gobierno había terminado en la Ciudad Condal. En el mitin más numeroso de los socialistas esta campaña, ante más de 3.000 personas en la Fira de Montjuic, el presidente en funciones ha apelado al «Gobierno fuerte, progresista y moderado» como dique de contención de «los extremistas», categoría en la que ha incluído a Vox y a los independentistas. Sánchez ha reclamado «un esfuerzo más».

La sensación a partir de todos los sondeos e s que los resultados del PSOE podrían estancarse. Pero desde el núcleo de poder de Ferraz en las últimas horas transmiten que el voto útil se estaría activando en favor de Pedro Sánchez. Hasta el punto de que ven factible superar el 30% de voto y los 130 escaños. La previsión es una participación superior al 70%. Siguen pensando que el PP no subirá tanto, por debajo de los 90 escaños, y que Vox y Unidas Podemos podrían pelear la tercera plaza en el entorno de los 40 asientos. Se anticipa un desplome de Ciudadanos por debajo del 10% de voto.

El PP llama a los «socialistas de buena fe»

«España se la juega», ha avisado Casado. «Se juega el orden constitucional, la continuidad histórica de la nación española». «Tenemos que unir esfuerzos para ganar a Sánchez». «Estamos ya en empate técnico, podemos ganar las elecciones, pero hay que unir el voto en torno al Partido Popular, no podemos fragmentar ni dividir esfuerzos».

Al pedir ese voto «unido», se ha dirigido a esos votantes de Ciudadanos y Vox que quiere recuperar: «Con pleno respeto a Albert Rivera y Santiago Abascal, con quien tengo una afectuosa relación y con todo respeto a sus votantes, les digo que solo puede ganar un equipo u otro, y necesitamos que toda la afición esté con un equipo, el que defiende la unidad nacional y la creación de empleo. Cuando hay que dar una oreja a un torero, todo el tendido y toda la plaza tiene que unirse, con un pañuelo blanco o con una papeleta, que solo puede ser la del PP. O división territorial o Partido Popular».

También se ha dirigido a los votantes del Partido Socialista. «Apelo a los socialistas de buena fe, a los que también les duele España, a ese votante socialista que en 2000 votó masivamente al PP, que en 2011 votó masivamente al PP porque quería un cambio real, apelo a él para pedir su voto prestado, este es un proyecto transversal, para todos los españoles».

Rivera apela a la remontada

El mensaje es claro: «Sí se puede». Ciudadanos (Cs) ha decidido cerrar la campaña obviando las encuestas y apelando a una remontada de esas que en el deporte copan las portadas de los periódicos. Con el espíritu de la épica y de las grandes gestas, Albert Riveraha reclamado esta noche en Barcelona a los «liberales, centrados, valientes y moderados» salir a votar el domingo y combatir a quienes les dicen que no pueden cambiarse las cosas.

Si se puede o no, lo decidirán los españoles con su voto este domingo. Pero esperanzas no les faltaban a los pocos simpatizantes que han aguantado hasta el final, pasadas las 22 horas, cuando contestaban a las canciones de Tutsies con gritos de «remontada».

Iglesias, con la caña en el PSOE

Cada uno de los dirigentes de Unidas Podemos se empleó ayer en intentar convencer al votante socialista desencantado con el «giro a la derecha» del candidato del PSOE, Pedro Sánchez, de que mañana depositen en la urna la papeleta morada. Como en los últimos días, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, cerró la campaña con un discurso orientado a arrinconar al PSOE en la derecha y presentar su partido como la «única» solución de izquierdas al bloqueo del Gobierno.

«Cataluña era la excusa ideal para hacer un acuerdo con la derecha», valoró el líder de Podemos, que volvió «a tender la mano» para formar un Gobierno de coalición con el PSOE, pero subrayó que Sánchez tiene un «plan para gobernar» con el Partido Popular. «Muchos votantes del PSOE nos van a prestar su voto mañana», advirtió.

«Los votantes de izquierda también caben en Vox»

La acusación de la «estrategia de criminalización» contra Vox fue la idea fuerza con la que el presidente de Vox, Santiago Abascal, cerró ayer la campaña electoral. Por ello, afirmó: «Estad alertas sobre la basura que van a publicar sobre nosotros estos días».

Miles de simpatizantes volvieron a reunirse una vez más en la Plaza Colón de Madrid, en un acto menos multitudinario que en anteriores convocatorias. Abascal hizo un llamamiento al voto a su formación política porque son los únicos que pueden «echar las políticas totalitarias de izquierda. Es la única opción política valiente que quiere devolver la libertad a todos los españoles», frente al voto útil que pide el PP. Esta petición la hizo extensiva a los votantes de izquierda que «también caben en el proyecto de Vox».

Errejón se atreve con Iglesias

En la formación de Íñigo Errejón siguen confiando en lograr grupo parlamentario propio con todas las encuestas en contra de sus expectativas y a falta de horas para que los españoles acudan a las urnas a votar. Más País cerró ayer la campaña al 10-N con el pabellón reservado que tenían en el recinto ferial de la Casa de Campo, en Madrid, lleno (1.000 personas, según organización). Pero con unos pronósticos que les auguran entre dos y cuatro diputados. Ayer el último mensaje fue el mismo que el primero lanzado en septiembre: Más País se presenta a las elecciones generales «para desbloquear» España porque «no han querido hacerlo» el resto de partidos. No obstante, los datos les sitúan lejos de los 16 escaños que airearon en la formación para justificar por qué se presentaban a la repetición electoral y del cinco por ciento exigido para formar grupo en el Congreso.