Google logra la supremacía cuántica con una operación imposible de resolver para los ordenadores actuales

La supremacía cuántica, o demostración de que los ordenadores basados en esta tecnología son realmente más eficaces que los más poderosos disponibles hoy, ya es una realidad.

Por primera vez, un amplio equipo de investigadores, en el que participan Google y la NASA, ha probado que una máquina cuántica es capaz de realizar operaciones que la mejor tecnología digital inimitable no puede resolver. O no, al menos, en un tiempo razonable. Así lo ha publicado este miércoles la revista Nature, después de que una versión preliminar de la investigación se filtrara, supuestamente por error, hace unas semanas.

En concreto, el procesador cuántico usado, llamado Sycamore, ha tardado en torno a 200 segundos en arrojar un resultado que, según las estimaciones de los científicos, habría llevado a las mejores supercomputadoras digitales disponibles en torno a 10.000 años.

«Este drástico incremento de velocidad comparado con todos los algoritmos clásicos conocidos es una realización experimental de la supremacía cuántica, anunciando un muy anticipado paradigma computacional», señala la investigación.

El siguiente paso en el desarrollo de tecnología cuántica, una vez demostrada su utilidad, será lograr que los circuitos empleados no sean tan propensos al error como ahora, según comentó a EL MUNDO en una reciente John Martinis, uno de los firmantes del pionero estudio.

Martinis y su equipo esperan que la computación cuántica sea la próxima gran revolución tecnológica, con una importancia decisiva en el desarrollo de nuevos ingenios en muy diversas áreas, desde la robótica hasta la agricultura.

«Con la primera computación cuántica que no puede ser razonablemente emulada en un ordenador clásico hemos abierto un nuevo terreno de computación para ser explorado», aseguran los autores del experimento.

La prueba de la supremacía cuántica ha llegado a través de la siguiente operación: «muestrear un ejemplo de un circuito cuántico un millón de veces». La operación que Sycamore logró en menos de tres minutos se habría atascado en una supercomputadora de última generación hasta hacer la operación completamente inviable en términos prácticos.

Pero la demostración es importante no porque los ordenadores cuánticos vayan a sustituir a los digitales en un futuro más o menos próximo, sino porque ha quedado de manifiesto que pueden realizar tareas diferentes. «Probablemente, no se usarán procesadores cuánticos para los móviles, que ya funcionan muy bien», argumenta Martinis.

Sin embargo, ante problemas que tienen que ver con la estructura microscópica de la materia, como el planteado en torno al circuito cuántico que debía muestrear la máquina, esta nueva forma de computación despliega todo su potencia, justo ahí donde los ordenadores actuales tienen más dificultades.

Por ello, se espera que la tecnología cuántica traiga consigo, entre otros avances, nuevos métodos para diseñar moléculas que podrían revolucionar áreas como la producción de medicamentos o compuestos fertilizantes para la agricultura.