Costa busca reeditar el Gobierno de la pasada legislatura en Portugal

El Partido Socialista (PS) de Portugal consiguió este domingo una «victoria expresiva» en las urnas, como pedía el primer ministro, António Costa, para reeditar su Gobierno y contar con más fuerza ante los pactos con otros partidos políticos, pues se ha quedado a unos seis escaños de la mayoría absoluta. Su primer anuncio ha sido su voluntad de trabajar para repetir la jeringonça (acuerdos externos para formar Gobierno) con el Partido Comunista y Bloco de Esquerda, gobernando en solitario. «A los portugueses les gustó la jeringonça, por lo que el PS buscará renovar esta solución política», dijo el mandatario la pasada madrugada, tras conocerse los resultados. La abstención, del 45,5%, fue la más alta de la historia en unas elecciones legislativas.

Pese a que Costa anunció que emprenderá inmediatamente el diálogo para reeditar el acuerdo parlamentario cuatrienal con el Bloco y el PC, el líder del PC, Jerónimo de Sousa, respondió que por lo que a ellos respecta esa fórmula no se repetirá porque quieren un pacto con objetivos concretos. Entre sus metas, un salario mínimo de 600 a 850 euros mensuales y un aumento salarial general de 90 euros al mes, además de retirar la reforma laboral de la troika (los acreedores de Portugal en la época del rescate: BCE, Comisión Europea y FMI).

Catarina Martíns, líder de BE, sí se ha mostrado más dispuesta al acuerdo de legislatura y si no a acuerdos anuales, pero siempre con objetivos programáticos, principalmente fuertes inversiones en los servicios públicos.

A falta de adjudicar cuatro escaños del exterior (que suelen repartirse entre el PS y el Partido Socialista Demócrata), el recuento final da al PS el 36,6% de los votos y 106 escaños, a seis de la mayoría absoluta (en 2015 obtuvo el 32,3% de los votos, lo que se tradujo en 86 escaños); seguido del centrista (PSD), con el 27,9% y 77 asientos. En las anteriores elecciones concurrió en coalición con el democristiano CDS y obtuvieron el 38,6% y 107 escaños. La tercera fuerza es el Bloco de Esquerda, como hace cuatro años, con el 9,7% y 19 diputados (10,2% y 19 asientos en 2015); sigue el PC (en coalición con Los Verdes), 6,7% y 12 escaños (8,3% y 17); el derechista CDS, 4,2% y cinco escaños. La sexta fuerza es el ecologista PAN, con el 3,3% y cuatro escaños (1,4% y 1 en 2015).

El derrotado PSD se adjudica el éxito de que Costa no haya obtenido mayoría absoluta

Aunque a primeras horas de la noche, la portavoz del PS anunció una derrota histórica de la derecha, al final la diferencia entre ambos bloques se redujo a algo menos de 20 puntos. La caída es sobre todo del derechista CDS. Su líder Assunçao Cristas anunció un congreso extraordinario del partido y su renuncia a la reelección, después de cuatro años al frente del partido.

Aparte de la novedad de que el PAN consiga grupo parlamentario, estas elecciones han incorporado a la Cámara tres nuevas fuerzas políticas: el populista de derechas Chega —con quien Costa no hablará, según ha anunciado—, que ha obtenido el 1,3% de los votos y un diputado; Iniciativa Liberal, 1,3% y un diputado; y el izquierda Livre —escisión del Bloco— con el 1,1% de los votos y un diputado. Por primera vez se sentarán en la Asamblea de la República 10 fuerzas políticas (al sumar Los Verdes, en coalición con el PC). Tanto Chega como Iniciativa Liberal (IL) participaban por primera vez en unas legislativas. El primero, de tintes xenófobos, ha hecho su campaña basándose en la corrupción y en la reducción de escaños en el parlamento; IL, por su parte, quiere «descomplicar» la vida de los portugueses y liberalizar todo lo que se pueda.

Otro autoproclamado triunfador de la noche fue Rui Rio. Pese a que el PS le haya sacado 8,7 puntos porcentuales de diferencia, se vanaglorió de que «la hecatombe anunciada no ocurrió». Consideró un triunfo del PSD que Costa no haya obtenido la mayoría absoluta y que la diferencia con el PS no fuera de 20 puntos como habían apuntado las encuestas hace dos meses, sino solo de 8,7.