Urdangarin empieza su voluntariado «agradecido» y dará apoyo a las unidades de psicomotricidad

Una vez superados los nervios iniciales y con Iñaki Urdangarin ya en el interior del centro, el director del Hogar Orione, Francisco Sánchez, ha comparecido ante los medios de comunicación para explicar las tareas que desarrollará a partir de ahora «el alto guapete», como cariñosamente ha sido apodado por uno de los residentes.

«Va a dar apoyo en las unidades de movilidad, psicomotricidad y fisioterapia», ha confirmado el presidente del Hogar Orione, quien también ha indicado que Urdangarin estará entre cinco o seis horas en el centro los martes y jueves a partir de ahora. Eso sí, por el momento no sabe cuánto tiempo permanecerá como voluntario aunque ha matizado que «puede estar todo el tiempo que quiera».

Nada más llegar, el equipo de la institución ha recibido al esposo de la Infanta, con el que han mantenido una reunión y al que le han facilitado «el kit del voluntario», que consta de una camiseta y una identificación, donde está impresa una viñeta de Forges en homenaje a los voluntarios.

Buen recibimiento

De igual modo, Sánchez ha revelado que, nada más llegar, los usuarios de este centro, discapacitados intelectuales con alto grado de dependencia, han recibido con los brazos abiertos al nuevo voluntario: «Se han levantado de la mesa para recibirlo y uno de ellos, incluso, ha dicho que quiere al «guapete alto» [por Urdangarin] para que les ayude en su unidad». Los trabajadores, por su parte, le han recibido con normalidad.

A partir de ahora, Urdangarin volverá a este centro situado en la Colonia de los Ángeles, en la madrileña localidad de Pozuelo, todos los martes y jueves y, como ha remarcado el director del mismo, tendrá «libertad de movimientos» e incluso podrá recibir visitas, como ocurre con otros voluntarios.

Comerá allí junto al resto de personal, bien con la comida que él traiga o con la que allí se ofrece, y también podría, en palabras del director, salir de las instalaciones del centro, aunque normalmente lo haga desarrollando las labores propias de los voluntarios. Es habitual que los voluntarios acompañen a dar paseos por la zona a los más de cien internos.