El pacto en Navarra aboca a Pedro Sánchez a depender de la abstención de Bildu y ERC

El entendimiento del socialismo navarro con el nacionalismo de Geroa Bai en una operación con Bildu como colaborador necesario pone en dificultades la llamada «vía navarra» de cara a la investidura de Pedro Sánchez.

Si este bloque se reproduce de cara a la investidura de la socialista María Chivite en detrimento de la candidatura de Navarra Suma esa vía estará cerrada. Los dos diputados de la coalición de UPN-PP-Cs en el Congreso de los Diputados, que son ambos miembros de UPN, no facilitarán su apoyo a Pedro Sánchez.

Sus dos abstenciones podían llegar a ser clave en un parlamento que en estos momentos está de la siguiente manera. Asumiendo que el resto de socios accediesen, el PSOE podría sumar a sus 123 diputados los 42 de Unidas Podemos y los 6 del PNV y a partir de ahí el diputado de Compromís y el del Partido Regionalista de Cantabria.

El máximo de votos a favor que Sánchez puede conseguir es de 173. Con los diputados presos suspendidos, el número de votos en contra sería de 173. Pedro Sánchez necesitaría más «síes» que «noes». No es el caso. Es imprescindible alguna abstención.

Con UPN y CC, ambos con dos diputados, descartados para pasar a la abstención la única opción pasaría por el independentismo. O Bildu con cuatro diputados o ERC con 15, menos el de Junqueras, podrían facilitar la investidura con su abstención en una segunda votación.