El desembarco de Donald Trump en Reino Unido

Esta vez ‘desembarca’ Donald Trump con toda la tropa. Esta vez se trae a Melania, a Ivanka, a Jared, a Tiffany, a Eric y Donald Jr., que viajarán en otro avión por detrás de ‘Air Force One’. Todos ellos se repartirán entre las dos limusinas blindadas Cadillac, conocidas como ‘La Bestia’, y se subirán ocasionalmente al helicópero ‘Marine One’, custodiados por las aeronaves ‘Osprey’ de despegue vertical, rumbo a Portsmouth: allí se celebrarán los fastos previos al otro desembarco, el de Normandía.

En Porstmouth, el presidente norteamericano se parapetará tras una imponente valla metálica en pleno puerto, construida para «blindar» a los jefes de Estado y odiada por los vecinos locales por su tremenda carga simbólica. Algo así como el muro de México en el sur de Inglaterra.

Un séquito de más de mil pelonas, incluidos 150 agentes secretos, arroparán a Trump en sus idas y venidas. La policía británica no ha escatimado en seguridad y piensa destinar hasta 10.000 agentes en un dispositivo especial durante la visita de Estado, presupuestada en unos 20 millones de euros.

Como hace un año, se espera que miles de manifestantes se sumen a las protestas de hoy, a las puertas del Palacio de Buckingham, y un día después en Trafalgar Square. El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha recordado de antemano que Trump habla «como los fascistas del siglo XX» y que forma parte de «una amenaza global contra las libertades y los derechos», junto a Salvini, Le Pen y Farage. Sobre la capital británica volará una nueva versión del ‘Baby Trump’, al que se unirá esta vez el robot gigante ‘Dumping Trump’ -‘made in China’- tuiteando desde el váter y profiriendo exabruptos al estilo «¡fake news!» o «¡caza de brujas!».

Trump se desquitará de todo lo que no pudo hacer hace un año en su primera visita a Londres, incluido un almuerzo de despedida con Theresa May. La ‘premier’ aplazó precisamente su dimisión hasta el 7 de junio para poder cumplir con sus deberes de anfitriona. El presidente norteamericano, que debió olerse el pastel, ha venido a impulsar su propia versión del Brexit ‘duro’: «Hay que ir a por el ‘no acuerdo’ y con Nigel Farage como negociador».

En declaraciones a ‘The Sunday Times’, Trump confiesa su doble admiración por ‘Mr. Brexit’ y por el ex titular de Exteriores, Boris Johnson: «Son dos amigos míos que han hecho un buen trabajo… Me gusta Nigel, es un tipo inteligente y tiene mucho que ofrecer. Y Boris sería un excelente primer ministro». Pese a su apretada agenda, el presidente norteamericano no descarta entrevistarse incluso en privado con Johnson, en plena carrera por el liderazgo conservador (Farage ha denunciado por su parte que Downing Street le ha vetado su encuentro con Trump).

ENCUENTRO CON LA FAMILIA REAL

La prioridad absoluta de su visita de autopromoción será sin embargo la familia real. Trump será recibido esta vez en el Palacio de Buckingham, con todos los honores ceremoniales y nada más poner el pie en Londres con toda su familia, saludado a su paso con dos salvas de honor, en Green Park y en la Torre de Londres.

Tras el almuerzo privado con la Reina, recorrerá con Melania la renombrada Colección Real. El príncipe Andrés les acompañará después en su visita a la Abadía de Westminster. Y por la tarde, el té de la cinco con el príncipe Carlos y Camila de Cornualles en la Clarence House.

Trump ha puesto un interés especial en este encuentro, y Carlos no ha ocultado su deseo de poner sobre la mesa el tema que más les enfrenta: el cambio climático. Tendrán ocasión de volver a librar un pulso dialéctico el día después, cuando Carlos y Camila acudan a la cena de honor en la residencia del embajador norteamericano en Regent’s Park, donde estará instalado el cuartel general del presidente norteamericano durante su estancia en Londres.

Hoy por la noche habrá banquete de Estado en Buckingham, al que asistirá el príncipe Enrique sin la «antipática» Meghan (de baja por maternidad), como el propio Trump decidió llamarla en declaraciones a The Sun. En palacio estarán también Guillermo y Kate Middleton, que evitará seguramente hacer referencia al viejo tweet de Trump sobre sus fotos en «topless» en la costa francesa. El líder de oposición laborista Jeremy Corbyn y el líder liberal-demócrata Vince Cable han anunciado que se ausentarán de la cena de Estado por sus discrepancias con las políticas de Trump.

Aunque la jornada estrictamente política será la de mañana martes, que arrancará con desayuno de trabajo auspiciado por el príncipe Andrés y minicumbre económica en el Palacio de St. James, aprovechada seguramente por Trump para transmitir su inquietud ante la posible concesión al gigante chino Huawei de parte de la infraestructura de la red 5G en Reino Unido. El presidente norteamericano será luego testigo y parte de la última conferencia de prensa de Theresa Maycomo líder conservadora en Downing Street. No se descarta que aproveche la ocasión para inmiscuirse de nuevo en el debate del Brexit.

El 5 de junio, tras el ‘desembarco’ en Porstmouth, Donald Trump trasladará toda la maquinaria presidencial a Irlanda. En el aeropuerto de Shannon se entrevistará de paso con el primer ministro Leo Varadkar, aunque su destino final será su campo de golf en Doonbeg. Allí pasará dos noches, incluida la del ‘Día D’, antes de regresar a Washington con la misión «cumplida».