La estafa acelerará la eliminación de todas las tarjetas bus de Avanza

El Ayuntamiento de Zaragoza sigue mirando hacia otro lado con la estafa masiva que se ha estado produciendo desde hace meses con las tarjetas de transporte público. Ni las 2.000 detectadas en Avanza con la tarjeta bus, ni las denuncias presentadas en la Policía por las operadoras del bus y el tranvía, ni la certeza de que estas recargas se siguen produciendo estos días con total impunidad, ni la existencia de puntos de venta físicos en el entorno del campus universitario de San Francisco que las promocionan. Nada les inmuta y ayer el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) volvió a dar cuenta de ello. Su única respuesta a lo que se está produciendo es que esta estafa agilizará la sustitución de la tarjeta bus que fabrica la propia Avanza.

Así lo aseguró ayer la responsable de Participación Ciudadana del consistorio zaragozano, Elena Giner, tras la última reunión del Gobierno de ZeC antes de las elecciones de mañana. La concejala aseveró que este proceso de sustitución «ya estaba en marcha» y que solo falta dar «pasos técnicos» al frente para que se pueda hacer efectiva. Pero que se acelera con el hackeo informático que, en sus cifras, sigue menguando. Ahora de 300 casos detectados, el uso fraudulento los reduce a 120 en la tarjeta ciudadana que fabrica Hiberus Tecnología para el ayuntamiento, y de las 69 en la Lazo «a seis u ocho». Ahora bien, la edila ni da cifras sobre el impacto económico que ha podido tener la estafa, que sí es masiva e incontrolada todavía, ni tiene la certeza de que se haya dejado de producir. De hecho, los testimonios publicados por este diario acreditan que no.

Para Giner este asunto «está en manos de la Policía» y su única misión es «seguir intensificando los controles» y dejar que sea la investigación policial la que determine el alcance de este uso fraudulento y hasta dónde han llegado las ramificaciones de esta estafa en el transporte público. «El cruce de información ha permitido avanzar en esta investigación gracias a la denuncia interpuesta por Avanza Zaragoza y la sociedad del tranvía», añadió. Sin embargo, el consistorio se niega a facilitar la denuncia interpuesta en comisaría ni a comentar el contenido de la misma. «La Policía comprueba e intensifica la investigación para ver la incidencia real y para evaluar el gasto que ha podido suponer y que de momento se desconoce el alcance hasta que no culmine la operación policial», resumió.

Sin embargo, las afirmaciones de la concejala de Participación Ciudadana no se corresponden con la información que tiene Avanza de sus planes. Fuentes oficiales de la empresa aseguraron no tener constancia de esa agilización que podría darse en la sustitución de la tarjeta bus, que lleva 14 años funcionando en la capital aragonesa y cuenta con más de 500.000 unidades repartidas en todos los hogares. Y es relevante que la hubiera puesto que, recuerdan, la adquisición de cada una de ellas conllevaba el desembolso de dos euros en concepto de fianza que, si se decidiera suprimir, deberían retornarse a todo el que lo solicitara. Es decir, un desembolso de más de un millón de euros, además de planificar una ventanilla a la que acudir, que nadie ha planteado.