El Gobierno rechaza dar «nada» a cambio de nombrar a Iceta presidente del Senado

El PSOE no quiere que las negociaciones derivadas del 28 de abril perturben lo más mínimo el camino en la cita hacia las urnas del 26 de mayo. Por eso se ha impuesto la ley del silencio respecto a las negociaciones de cara a la formación de Gobierno.

De lo que no podrá escapar el PSOE es de la configuración de la Mesa del Congreso, que debe efectuarse el próximo 21 de mayo según figura en el Real Decreto de la convocatoria electoral.

Y como informó este diario desde el pasado 29 de abril, la configuración que los socialistas buscaban para este órgano es tres representantes para los socialistas (incluída la presidencia) y dos para Unidas Podemos, Ciudadanos y PP. Con ese esquema los socialistas se garantizaría la mayoría (cinco sobre nueve) con los de Pablo Iglesias. Pero además tendrían la posibilidad de buscar mayorías puntuales con PP y Ciudadanos para ciertos asuntos. Además, los cuatro representantes de PP y Cs nunca tendrían mayoría. Solo una improbable alianza PP-Cs-Podemos dejaría a los socialistas sin poder en la Mesa.

Ese esquema 3-2-2-2 está prácticamente garantizado. Ayer, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, abogó al recoger su acta en el Congreso como diputada en una fórmula «representativa» de los resultados electorales. Advirtiendo que en ese órgano «no tienen que estar todos los partidos» porque «no es una Junta de Portavoces bis». El deseo del PSOE es que Vox no tenga presencia en la Mesa, algo que es muy sencillo una vez que aritméticamente no tiene votos suficientes para ello. Su única opción sería que PP o Cs le cedieran un representante. Algo completamente descartado. Calvo defendió un «acuerdo de proporcionalidad». Dejar fuera a Vox tiene una explicación aritmética, pero no lo tendría si a la par se quiere ceder un asiento a PNV o ERC. La fórmula 3-2-2-2 es la que sale adelante si cada partido vota a su candidato y sin más acuerdos.

Al PSOE no le interesa perder un asiento en favor de los nacionalistas antes del 26-M ni tampoco que ese puesto sea a costa de Podemos, ya que eso incorporaría un ingrediente más de complicación a las mayorías. No obstante, desde el PNV sí se asegura que ha habido alguna conversación informal al respecto.

Lo que la vicepresidenta quiso atajar ayer es cualquier posibilidad de plantear esa negociación dentro de los contactos para que ERC no impida designar senador a Miquel Iceta, paso imprescindible para que pueda ser presidente. «Nunca. Nada», respondió Calvo cuando se le preguntó si estaba dispuesto el PSOE a ofrecer algo a cambio de facilitar la designación de Iceta. «Tenemos nuestro derecho a nombrar nuestros senadores en los parlamentos autonómicos. Nadie le ha impuesto a nadie en ningún parlamento autonómico quién quiere que esté como senador por designación en la Cámara Alta».

Mientras tanto, sigue la incógnita sobre las decisión que adoptarán JpC y ERC en la votación del jueves en el Parlamento de Cataluña para que Miquel Iceta, primer secretario del PSC, sea designado senador, paso previo imprescindible a obtener la Presidencia de la Cámara Alta, tal y como quiere el presidente del Gobierno.

Ayer, fuentes oficiales de ERC consultadas por ABC mantenían que no votarán «sí» a Iceta, pero no descartaron una abstención, que dejaría en insuficiente el «no» de JpC para bloquear la designación de Iceta como senador. En cualquier caso, la decisión de ERC se hará esperar (con el límite del jueves) y está descartado, aseguran estas fuentes, que los diputados autonómicos independentistas acaben dando un «sí» al líder del PSC.