Torra retira los símbolos independentistas de la Generalitat tras 11 días de pulso

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha retirado este mediodía poco antes de las 12.30 la simbología independentista del Palau de la Generalitat en cumplimiento de la orden de la Junta Electoral Central (JEC). El presidente ha acatado la decisión después de que mossos de paisano notificasen a Presidencia el acuerdo de la junta, según fuentes policiales. El Govern ha esperado a la actuación de los Mossos para obedecer, pero ha evitado la imagen de los agentes quitando los símbolos.

En un comunicado, remitido a los medios de manera simultánea a la retirada de las pancartas por parte de los trabajadores del Palau, Torra ha asegurado que «respeta la actuación de los Mossos d’Esquadra» como policía catalana y «cuando actúan de policía judicial de la justicia española». Unas horas después han colocado una nueva pancarta en el balcón del Palau con el lema Llibertat d’opinió i d’expressió. Article 19 de la declaració universal dels drets humans [Libertad de opinión y expresión. Artículo 19 de la declaración universal de los derechos humanos].

Torra ha anunciado antes que recurrirá la decisión de la Junta Electoral ante el Tribunal Supremo y también que presentará una querella contra el organismo por prevaricación. El presidente ha concluido su escrito animando a los ciudadanos a llenar «los balcones de pisos y casas con esteladas y lazos amarillos», que se han convertido en el elemento más visible de la campaña electoral. Los Mossos comprueban ahora que no quedan lazos, esteladas y demás símbolos de “análogo significado” en ningún edificio de la Generalitat. De ser así, la policía catalana los retirará.

A diferencia de Torra, los departamentos dirigidos por Esquerra Republicana (ERC) han ido retirando los lazos sin necesidad de una notificación expresa de los Mossos. El Departamento de Economía de la Generalitat, que dirige el vicepresidente del Govern y máximo responsable de ERC, Pere Aragonès, ha sido el primero en quitar los lazos en solidaridad con los políticos encarcelados que se exhibían en la fachada de su sede. En sectores del Govern, especialmente en ERC, había malestar soterrado por involucrar a los Mossos en la polémica de los lazos.

Otros consejeros del mismo partido también han retirado buena parte de la simbología independentista en las últimas horas adelantándose así al presidente y evitando la actuación de los Mossos. La policía catalana tenía desde el jueves la orden de retirar los símbolos de los edificios públicos antes de las tres de la tarde de este viernes.

La JEC ordenó hace 11 días, a petición de Ciudadanos, que todos los edificios de la Generalitat estuvieran libres de la simbología que el independentismo ha adoptado los últimos meses para reivindicar la libertad de los presos del procés. La prohibición entraba en vigor el martes por la tarde, pero Torra esperó hasta la mañana del jueves para dar una respuesta. Y se limitó a modificar la pancarta que lucía en el balcón de la Generalitat por otra con el único cambio de que el lazo ya no era de color amarillo, sino blanco con una franja roja.

La decisión del presidente catalán de sustituir unos lazos por otros no había sido bien recibida por buena parte de sus consejeros. Pese a compartir todos la convicción de que la situación de los presos independentistas es injusta y debe ser denunciada, algunos miembros del Govern consideran que el presidente está haciendo un “exceso de gesticulación” que acaba siendo “estéril”, porque los lazos serán retirados más pronto que tarde. Otros departamentos de ERC como Justicia, Educación y Agricultura ya evitaron ayer colocar las nuevas pancartas ideadas por Torra aunque en algunos casos sus ventanas sí lucían insignias colocadas por grupos de funcionarios.

El PDeCAT y ERC se reparten a partes iguales las consejerías del Govern. La sede del departamento de Justicia, dirigido por ERC, también ha retirado los motivos independentistas y en favor de la libertad de los políticos en prisión. Desde la confluencia de las calles de Casp y Via Laietana, en Barcelona, solo se veía una ventana con un par de pequeños dibujos en amarillo. En el caso del departamento de Salud, que dirige la también republicana Alba Vergés, la simbología también había desaparecido a media mañana, informa Jessica Mouzo. Enseñanza tampoco exhibe cartelería con referencias a los presos. Lo mismo ha pasado con la consejería de Trabajo, también en manos de Esquerra.

Las exigencias de la Junta Electoral

Una vez retirados los lazos, fotos y pancartas, la consejería de Interior debe comunicar a la Junta Electoral Central que esa acción se ha llevado a cabo. El órgano apercibe además al consejero Miquel Buch, a quien se dirige directamente, de las “responsabilidades administrativas y, en su caso, penales” en las que puede incurrir si no obedece “estrictamente” el acuerdo de la JEC. Si llegadas las tres de la tarde, no se ha hecho, la JEC ordena el cumplimiento directamente al jefe de los Mossos, Miquel Esquius.

La Junta Electoral también insta a que los Mossos vigilen los edificios de manera “permanente” para que no se coloquen los símbolos durante el periodo electoral. A última hora de este jueves, tanto la policía catalana como la consejería de Interior esperaban la notificación directa de las órdenes de la Junta.

El organismo también acuerda abrir un expediente sancionador a Quim Torra e informar a la Fiscalía por la “responsabilidad penal” que pueda tener el líder político catalán por su “incumplimiento consciente y reiterado” de los acuerdos de la Junta. También pide a la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera, que informe sobre si se han cumplido sus órdenes.