Susana Díaz exhibe sus discrepancias con Sánchez por las listas, que dejan fuera a los suyos

Las candidaturas al Congreso y al Senado se han cerrado finalmente sin acuerdo con Andalucía y Aragón, las dos federaciones con las que se mantenían abiertas negociaciones por discrepancias en la composición de estas listas. Estas diferencias han llevado a los representantes andaluces en la Comisión Nacional de Listas a votar en contra de la propuesta para Andalucía.

Fuentes socialistas confirman que han apoyado de manera general el resto de candidaturas en el dictamen final pero han obligado a que se incluya un «voto particular» por entender que no se han recogido las peticiones del PSOE andaluz, avaladas con el pronunciamiento de las bases. Esto ha sido posible porque Juan Cornejo, secretario de Organización de la federación andaluza, forma parte de la Comisión Nacional de Listas. Pese a que en los últimos días habían existido negociaciones entre Cornejo y el secretario de Organización nacional y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, por las diferencias de criterio en 4 provincias –AlmeríaSevillaCórdoba y Cádiz– finalmente Ferraz ha impuesto su posición. En esas candidaturas sólo sobreviven dos susanistas de la propuesta enviada por Andalucía. La dirección nacional avisó este sábado a última hora de que no aceptaban las peticiones del PSOE andaluz y desde allí ya se advirtió del voto particular.

El desacuerdo se ha evidenciado también en la reunión del Comité Federal, que es el último aval de las candidaturas. Ferraz ha destacado que las listas han sido aprobadas por «unanimidad» pero admiten que «6 o 7 de Andalucía no han levantado la mano». Entre ellos Susana Díaz. De hecho fuentes del socialismo andaluz confirman que «no han participado en la votación». De este modo, Díaz y su guardia pretoriana mostraban su malestar porque no se hayan atendido sus demandas, aunque prometen que trabajarán para la victoria del PSOE en las elecciones generales del 28 de abril.

La ex presidenta andaluza, que había defendido contra viento y marea la permanencia de Antonio Pradas en las Cortes Generales, primero en el Congreso donde tiene escaño y después en el Senado, se queda finalmente sin él. Hombre de su absoluta confianza, Pradas era para la actual dirección nacional un símbolo del susanismo que había que eliminar. Fue él quien presentó en Ferraz los nombres de la mitad de la Ejecutiva que dimitió, por orden de Díaz, para forzar la caída de Sánchez en octubre de 2017. Además la dirección nacional le atribuye amenazas a cargos del PSOE andaluz que, meses después se decantaron por él en su vuelta al PSOE cuando pugnó y ganó contra la dirigente andaluza por la secretaría general.

En la negociación llegó a barajarse que consiguiera refugio en el Senado. Andalucía lo quería en la lista al Congreso por Sevilla pero como alternativa propuso su exilio en la Cámara Alta. Ferraz contempló la opción al principio pero la descartó conforme avanzaban las conversaciones. Fuentes del PSOE señalan que «la propuesta en estas cuatro provincias no era la que se les pidió y se ha cambiado». Sólo han sobrevivido dos susanistas: Sonia Ferrer y María Jesús Serrano.

A su llegada al hotel madrileño donde se celebra esta mañana el Comité Federal del PSOE, Susana Díaz ha lamentado estos descartes pese a que, ha dicho, la federación andaluza ha mantenido la «mano tendida» en todo el proceso para hacer compatibles las peticiones de la dirección con «la decisión soberana de los militantes». «Eso no ha sido posible, tomo nota», ha subrayado. No obstante ha añadido que «a partir de mañana todos a trabajar para tener el mejor resultado electoral posible el próximo mes de abril, que será la antesala del mes de mayo».

Díaz no ha querido precisar qué significa que toma nota y ha defendido que los socialistas andaluces «van a currar como siempre para que el resultado sea el mejor el 28 de abril». El PSOE de Andalucía había esgrimido la importancia de su implicación para que Sánchez lograra un buen resultado con el objetivo de conseguir que Pradas fuera admitido en la lista al Senado.

En lugar de él encabezará la candidatura al Senado, Antonio Gutiérrez Limones, actual diputado.Como quería Ferraz el número dos por Sevilla, tras la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, será el ex delegado del Gobierno Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y el cuarto el dirigente socialista, Francisco Salazar, miembro de la Ejecutiva de Sánchez y destacado integrante de su gabinete en Moncloa.

En Córdoba la falta de entendimiento ha situado en el segundo puesto a la secretaria de Organización provincial, Rafaela Crespín, por detrás del ministro de Agricultura, Luis Planas. Andalucía había propuesto de número dos a María Jesús Serrano, que formó parte de la Gestora y a quien se ha colocado de número tres al Senado, lo que le obliga a implicarse en la victoria.

En Almería, una lista que lidera el titular de Cultura, José Guirao, se ha mantenido a la susanista Sonia Ferrer.

Ha habido también cambios en Aragón. Como se preveía no se ha aceptado que Ignacio Urquizu fuera cabeza de cartel al Congreso por Teruel y se le ha derivado al cuarto puesto de la candidatura autonómica. Urquizu fue el portavoz de Díaz en las primarias que le enfrentaron a Sánchez. Además se ha modificado la lista de Zaragoza para colocar a Pau Marí-Klose, actual comisionado del Gobierno en la lucha contra la Pobreza, como número dos a la Cámara Baja, en lugar de Óscar Galeano, que era la propuesta de Javier Lambán.