«No soy pitoniso pero creo que el Zaragoza ascenderá muy pronto»

–¿Qué Real Zaragoza se ha encontrado tantos años después de su salida?

–Han cambiado muchísimas cosas. Primero no estamos en la categoría en la que me lo encontré en las dos primeras etapas y ese es un punto de arranque vital. Pero sigue existiendo lo mismo, la esencia del fútbol que es la emoción, el ánimo, el deseo de ganar, de defender unos colores aunque sea con jugadores distintos y en una categoría diferente. Y también el fútbol es el mismo, un juego que se juega con un balón que consiste en pasarlo entre los jugadores del mismo color de camiseta y en el que el último pase acaba en gol. Solo hay un balón, once jugadores por equipo y un árbitro.

–El equipo venía en caída libre y con su llegada se produjo una transformación muy evidente. ¿Cómo la explica?

–Puedo argumentar lo que yo traté de inculcar a los jugadores cuando llegué. Uno debe valorar y estudiar el juego para encontrar ahí las razones del funcionamiento que hemos tenido, que no ha sido bueno evidentemente. Si no no estaría aquí y estaría tan tranquilo en mi casa. Y encontrar las soluciones a partir del juego. Eso es lo que les dije a mis jugadores. En ese análisis uno se identifica con una idea y hay que desarrollarla con una serie de tareas que empezamos a hacer en esos primeros tres días de trabajo filtrando bien la información para que no fuera muy agobiante. Y al final resulta un estilo. O, al menos, se nos tiene que identificar con un estilo. Eso era fundamental transmitirlo desde el primer día. Y la respuesta del equipo fue buena.

–¿El Zaragoza había perdido el estilo, la identidad?

–Si yo afirmo eso daría la impresión de que estoy atacando a los anteriores entrenadores y nada más lejos de mi intención. A uno lo conozco personalmente, a Lucas Alcaraz. He tenido roce personal con él y es un buen tipo, bien preparado y con mucho oficio. Y que sé que se ha entregado por completo al Zaragoza en busca de soluciones. El otro chico, Idiakez, me gusta mucho porque lo veía atrevido, muy respetuoso con el balón, con una propuesta que me gustaba y como era el entrenador de mi equipo solo quería que le fuera bien. Lo único que sí puedo decir es que el equipo estaba como aturdido, como desorientado. Un equipo con la desconfianza de los resultados también, con unas intenciones a lo mejor que no eran las que correspondían a sus características colectivas. Eso es lo que yo percibí. E intenté transmitir desde el principio confianza, seguridad, ambición, mentalidad positiva y, lo más importante, que no tengan miedo a fallar.

–Ante el Extremadura el equipo fue muy ofensivo pero con poco gol. ¿Le preocupa la falta de puntería de los delanteros?

–Lo que más me preocuparía es que no fuéramos capaces de generar. Fuimos capaces de generar y hubo muchas apariciones de muchos jugadores en zonas de finalización y de remate. Es verdad que para llevar los partidos con algo más de comodidad sería importante tener más puntería en alguna de las ocasiones claras que tengamos. Pero a veces el gol viene y uno no tiene explicación de por qué. Lo que pasa es que para que el gol venga hay que generar oportunidades.

–¿Álvaro, Gual y Pombo tienen gol suficiente?

–Espero que sí. Hasta ahora no lo han demostrado pero creo que tienen capacidad técnica y capacidad para conseguirlo. Son jugadores dotados técnicamente, que tienen un buen golpeo. Necesitan tener esa agresividad y esa determinación de cara a la portería que creo que la tuvimos ante el Extremadura aunque sin puntería y en ese sentido tengo una cierta tranquilidad. Aunque será bueno que mejoren sus registros personales de cara al gol por su propia tranquilidad, pero en cuanto al colectivo puedo decir que el trabajo de Marc y Álvaro fue extraordinario para que el equipo funcionara bien. Uno nos dio mucha profundidad, trabajó de frente al área, tuvo tres o cuatro oportunidades delante del portero, se movió constantemente, nunca interrumpió la jugada sino que le dio continuidad suficiente y Álvaro jugó en el sector izquierdo y ahí se convirtió en un delantero más y nos dio mucha más amplitud en el juego ofensivo. Claro, si hacen gol pues todavía tiene más brillo la actuación.

–¿Le ha pedido más gol a la dirección deportiva?

–No he pedido nada, ellos me han explicado cuál es el plan, cuál es la estrategia deportiva que tienen diseñada desde hace varias semanas con respecto a los componentes de la plantilla y yo me he limitado a escuchar. Estoy contento con lo que tengo. Lo único que sí que les he comentado como una incidencia muy importante de cara al futuro es que en el plano ofensivo Jeison, que es muy buen chico, muy buen profesional, que tiene muy buenas condiciones, está sufriendo y encima con una inercia negativa, un proceso de adaptación que le está resultando muy largo, muy costoso, está teniendo muchas dificultades. Y luego he hablado con el médico y con el propio Toquero y las expectativas no son nada buenas, al contrario, son muy negativas, dramáticas. Entonces ya numéricamente necesitamos un jugador. Y soy consciente de que el control de la Liga y nuestras circunstancias económicas van a condicionar la llegada de ese atacante.

–¿Qué juicio puede hacer de Miguel Linares?

–Creo que no debo entrar en ese tipo de juicio. Lo único que puedo decir es que si vine alguien sería muy bueno alguien implicado y comprometido con lo que estamos viviendo porque eso nos ayudará, tendrá una adaptación más rápida y una calidad emocional importante con esta ciudad y este equipo. Ahora, si es un jugador que desconoce todo esto, es de fuera y es buenísimo, tampoco voy a decir que no.

–Haga un análisis de la plantilla. ¿Cuáles cree que son sus virtudes y dónde cree que están sus defectos?

–En los pocos días que llevo con ellos mis palabras solo pueden ser positivas. Es un equipo receptivo, muy integrado. He visto un vestuario joven, homogéneo, variado, con diferencias de edades importantes entre unos y otros. Me han recibido muy bien y me siguen. No sé si el vestuario necesitaba un liderazgo futbolístico o emocional pero lo que sí veo es que cuando hablo está todo el mundo muy atento a lo que les digo y planteo. Eso para mí es muy importante. A nivel futbolístico lo podría resumir en que, mayoritariamente, tiene buen pie, es un equipo capaz de hacer lo que les reclamo como ya demostraron ante el Extremadura. No sé si eso es suficiente para Segunda pero sí creo que es un equipo que tiene más de lo que ha ofrecido hasta ahora.

–¿La plantilla tiene nivel futbolístico para llegar a los puestos de promoción de ascenso?

–Mi opinión o lo que pueda pensar no puede ser tan precisa como la de los que son conocedores 100% de la categoría. Pero el fútbol es igual en cualquier categoría. En pretemporada dije que el equipo tenía muy buena pinta, buenos fundamentos y hándicaps importantes. Uno, demasiados jugadores lesionados, alguno de ellos importantes, que cuesta mucho reintegrarlos, y dos, la incorporación de jugadores de zonas más adelantadas. Necesitábamos jugadores que sumaran bastantes goles porque una de las claves del año pasado es que había un jugador que por sí solo podía hacer 20 o 30 goles, que son muchísimos puntos a lo largo de la temporada. Que tapan o disimulan cualquier carencia o deficiencia en el funcionamiento del grupo.

–¿Cómo se solucionan los errores individuales en defensa?

–Hay que crear un poco los escenarios o los espacios para que ese jugador se sienta más cómodo y tenga más posibilidades de acertar que de equivocarse y que dentro de ese escenario el jugador que se equivoca pueda ser corregido inmediatamente por un compañero.