Celaá quiere que los alumnos con suspensos puedan hacer el Bachillerato en tres años para no repetir curso

La ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, quiere que los alumnos de 1º de Bachillerato que hayan suspendido varias asignaturas puedan cursar esta etapa en tres cursos, en vez de en dos como se ha hecho hasta ahora, con el fin de «restringir las repeticiones» de curso.

La propuesta se añade a la novedad de permitir que los alumnos obtengan el título de Bachillerato con un suspenso, que ha generado mucha polémica en la comunidad educativa, pues se interpreta como una bajada de nivel. Según Celaá, el objetivo de ambas medidas es «que nadie se quede atrás, que todo el mundo consiga sacar el máximo de sus potencialidades» y que «no salgan del sistema personas sin titular, porque es condenar a esas personas a un empleo no digno durante tu vida desde los 14 o 15 años».

Actualmente el Bachillerato consta de dos cursos y los alumnos sólo pueden pasar de 1º a 2º si tienen como máximo dos suspensos. Lo que propone como «novedad» Celaá es que los alumnos que tengan más de dos asignaturas pendientes, en vez de repetir como sucedía hasta ahora, puedan pasar a 2º sin problemas. En este curso cursarían las materias que suspendieron, así como otras de 2º en las que decidan matricularse. Habría, por último, un tercer curso en el que estos estudiantes completarían las asignaturas que no han cursado en 2º.

Se trata de aplicar el mecanismo que ya funciona en la universidad, donde el alumno puede seguir estudiando aunque tenga asignaturas suspendidas. Este sistema, de hecho, se aplicó en Cataluña durante la época del tripartito, en la década pasada. Incluso enviaron unos modelos de distribución de materias en tres cursos, pero no funcionó en la práctica porque era «imposible» cuadrar los horarios de 1º y de 2º de tal forma que a los alumnos no le coincidieran las materias. Así que al cabo de un tiempo se olvidó.

El sindicato CSIF se opone a esta medida porque «es una forma de maquillar las estadísticas para que consten menos repeticiones». «Estos alumnos constarán como no repetidores porque es evidente que se computarán en el curso más alto matriculado». Así lo dice Mario Gutiérrez», presidente de de Educación nacional de la central, que también recuerda que «no hay forma de que el centro controle» cómo estos alumnos, que son menores de edad, compaginan asignaturas de ambos cursos a la vez.

Celaá ha defendido el sistema durante su comparecencia en la Comisión de Educación del Congreso como «un formato más flexible» de cursar el Bachillerato que permitiría a los alumnos que suspenden no desanimarse por el camino y no tirar la toalla. Ha asegurado que apenas llegará al 1% el alumnado que hará los dos cursos de Bachillerato en tres años en vez de en dos.

Las portavoces de Educación del PP y Ciudadanos, Sandra Moneo y Marta Martín, consideran también que este sistema está destinado a reducir en las estadísticas la elevada cifra de repeticiones (uno de cada tres alumnos ha repetido al menos una vez antes de los 15 años, el triple que en la media de la OCDE). «Es de tal comprensividad en los planteamientos que es del todo contrario a lo que cualquier informe internacional establece como indicadores de calidad. Y es aún más preocupante en cuanto deja en manos de las comunidades autónomas la ordenación del sistema educativo», apunta Moneo.

Martín defiende el Bachillerato de tres años que pedía el PP antes de la época deMéndez de Vigo, un modelo diferente al ahora planteado, pues se distribuían las materias en tres cursos y todos los alumnos tenían que hacer estas materias en los mismos cursos. «Creo que el Bachillerato tiene que ser de tres años pero para todos, y no dejar esta indefinición que, en el modelo Tezanos, lo que busca no es resolver los problemas, sino cambiar los datos».