Casado es el primer candidato a la presidencia del PP que ha visitado Zaragoza

Pablo Casado ha sido el primer candidato a la presidencia del PP que ha visitado Zaragoza. Lo hizo ayer en un acto sencillo, en el que se mostró como el candidato de la renovación del PP, el de la integración y el capaz de recuperar la ilusión de numerosos militantes. Casado, que estuvo acompañado de sus valedores en Aragón, el exsecretario de Estado, Mario Garcés (quien se mostró convencido de que el cambio «ético y estético que necesita el PP lo encarna Casado, y se mostró convencido de que va a recabar los apoyos suficientes para ganar), y los concejales del Ayuntamiento de Zaragoza Pedro Navarro y el candidato a la Alcaldía, Jorge Azcón, quien en palabras recogidas por Efe, advirtió de que tantas candidaturas pueden producir «tensiones en las costuras» del PP y afirmó que si Pablo Casado gana «va a unir todo lo que pueda al partido» y, a su juicio, es el único candidato «imprescindible» para la dirección del PP. También asistieron, pero desde la imparcialidad, el presidente del partido en Aragón, Luis María Beamonte, el de Zaragoza, Javier Campoy, el senador Octavio López o el diputado autonómico Antonio Torres.

Casado hizo un llamamiento a la libertad de voto y se mostró preocupado por la escasa participación que se prevé en el proceso, una «malísima noticia» a su juicio. El candidato insistió en que «hay que renovar las políticas, abrir ventanas y liderar la revolución de los balcones», atraer «sin parecerse» a votantes de Ciudadanos y volver a ser el partido de los 12 millones de votos.

Casado afirmó que tiene intención de ser el candidato de «las bases» y prefiere evitar los posicionamientos públicos que quizá han servido para que el militante «haya desconectado de un proceso en el que cree que al final nada va a cambiar». Por eso insistió en el mensaje de la ilusión, primero internamente, si no, «es imposible que el PP vuelva a ser el partido de los 12 millones de votos». Pidió limpieza en el proceso y en este sentido advirtió a quienes están presionando a militantes o haciendo llamadas para pedir el voto. También les recordó que él ha dado «la cara en los peores momentos», por personas «que ni siquiera conocía». Pidió un partido fuerte para evitar tener que apoyarse en «partidos bisagras y oportunistas», al tiempo que alertó de que ha vuelto «el peor PSOE sectario de Zapatero».

El aspirante afirmó que «nadie pierde» si gana este congreso, pero «si fracturamos el partido nadie va a ganar las elecciones» porque «si no hay un partido fuerte o no va a ganar o tendremos un resultado que no nos va a permitir gobernar» o «siempre» habrá el riesgo de que «nos presenten una moción de censura».

En su breve estancia en Zaragoza, donde recordó que el PP ha sido el partido más votado y condenó el último asesinato provocado por la violencia machista, Casado se dio un pequeño baño de masas entre los viandantes, que al grito de «guapo» y «futuro presidente de España» quisieron fotografiarse con él. Pedro Navarro le anudó una cinta de la Virgen con la bandera de España que le había dado una señora y partió rumbo a Logroño, donde prosiguió la campaña.