El Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha avalado este lunes la idoneidad de la fiscal-jefe de Sevilla, María José Segarra, para el cargo de fiscal general del Estado. El pasado viernes el nuevo Ejecutivo propuso a Segarra como fiscal general en sustitución de Julián Sánchez Melgar, quien apenas ha estado seis meses en el cargo y que ahora volverá a su plaza de magistrado en la Sala Segunda del Tribunal Supremo.
La reunión del Consejo era un trámite obligatorio establecido en la Constitución y en la Ley Orgánica del Poder Judicial para acreditar que la candidata reúne los requisitos exigidos, antes de su comparecencia ante la Comisión de Justicia del Congreso.
Tras ser propuesta por el Consejo de Ministros el viernes, Segarra defendió que aunque ha sido nombrada por «un Gobierno de un partido concreto» su trabajo estará marcado por la «autonomía de funcionamiento» que cree «primordial» y la ley fija.
Segarra, de 54 años, es la segunda mujer que ocupa la Fiscalía General, después de que lo hiciera Consuelo Madrigal con anterioridad al fallecido magistrado del Tribunal Supremo José Manuel Maza.
El timón de Cataluña
María José Segarra Crespo (Madrid, 1963) ingresó en la carrera fiscal en 1987. Comenzó su andadura en la Audiencia Territorial de Barcelona, donde fue coordinadora del Servicio de Menores. En 1993 fue destinada a Sevilla. Allí asumió en 2004 la jefatura de la Fiscalía Provincial, donde ha permanecido hasta ahora.
En las elecciones al Consejo Fiscal del pasado marzo, fue elegida vocal, al igual que la hoy ministra de Justicia, Dolores Delgado. Ambas concurrieron con la Unión Progresista de Fiscales.
Segarra tendrá que llevar el timón, entre otras, de la causa abierta en el Supremo por rebelión contra los dirigentes independentistas. Aunque la investigación está a punto de concluir, todavía hay que formular la acusación contra los 25 procesados, 13 de ellos por rebelión.
