«Recuperar el espíritu de Labordeta a través de la sabiduría de Juan Campos es esencial»

Ángel Dolado (Soria 1962) fue nombrado Justicia de Aragón el pasado mes, tras conseguir 46 votos a favor, 20 en blanco y uno nulo. De esta forma, logró el apoyo de las tres quintas partes de las Cortes de Aragón. El exjuez decano de Zaragoza sustituyó  en el cargo a Fernando García Vicente, que ha estado durante casi 20 años al frente del Justiciazgo. Tras un mes al frente de esta institución, participa en un encuentro digital con los lectores de Heraldo.es. 

Buenos días, ¿cree que la institución que preside tiene el suficiente margen de maniobra como para poder cambiar a mejor la situación de los aragoneses? ¿De qué forma cree que puede contribuir a ello? (Julián)

Todo es mejorable, pero el margen de maniobra que tenemos actualmente puede ser suficiente si el Justicia tiene la capacidad de liderar ciertos temas que pueden ser consensuados entre todos. Por lo tanto, hemos de llegar a acuerdos y compromisos que se lleven al Boletín Oficial de Aragón (BOA) y se ejecuten con presupuestos reales.

Un mes después de tomar posesión, ¿cuáles cree que son los aspectos que más urge mejorar en Aragón? (Beatriz)

De las 350 quejas que he analizado, veo que los principales temas de preocupación son los de educación, sanidad, trabajo, oposiciones y función pública; así como también los relacionados con la limpieza y seguridad pública en determinados barrios. En los últimos tiempos también han aumentado las consultas sobre impuestos, especialmente, sucesiones, ICA, donaciones y las tasas municipales de algunos municipios.

Me parece bien que les den un punto más a las familias de renta baja, pero siendo familias que supuestamente llegan justas a fin de mes, ¿por qué se pueden permitir acceder a colegios concertados que son más caros que los públicos? Deberían mirar el aspecto económico de estas familias, tengo poco dinero pero pago el doble en un colegio concertado respecto al público (indignante). 

La jurisprudencia del Tribunal Constitucional entiende que el derecho a la libertad de elección de centro es básico en los padres. La cuestión relativa a si la baremación tiene que tener o no en cuenta aspectos económicos es algo que valora cada administración; pero a partir de dicha baremación, los padres no están obligados ni puede fijarse dicha obligación para inscribirse necesariamente en un colegio público si entienden que quieren uno concertado. A partir de ahí, deberán revisar su economía apostando por lo educativo en detrimento de otras cuestiones que dichas familias entiendan menos necesarias.

¿Qué le parece la intención del Gobierno de Aragón de multar a quien haga un uso indebido de la sanidad pública? (Guillermo)

En principio no entiendo qué se entiende por un uso indebido de la sanidad ya que hemos de partir de lo que se consideran actos médicos. Serán los médicos los que atiendan en primera instancia y deriven o no a las especialidades correspondientes. Si la pregunta lo que indica es que debería establecerse una cantidad fija (por ejemplo, cinco euros por cada consulta médica) es un tema que, en la actualidad, con el principio de la universalidad de la sanidad, no cabe. Creo que el sistema actual de atención universal es el adecuado.

Mi nombre es María Carmen, tengo 55 años y como futura jubilada mi pregunta es la siguiente: ¿Por qué se cuestiona tanto la subida de pensiones y si se van a poder pagar las pensiones a los jubilados, y no se cuestiona si las ayudas sociales y pensiones (a personas que no han cotizado nunca como, por ejemplo, las pensiones a familiares) no se cuestionan? ¿No tendrían que revisar el sistema de ayudas sociales y controlarlo un poco mejor? De todos es sabido que hay personas cobrando pensiones y ayudas sociales sin haber cotizado y cuya cuantía les permite perfectamente vivir sin necesidad de trabajar. Al igual que las pensiones vitalicias a los políticos con solo siete años en el cargo, cuando a los demás se nos exigen 35 años. (María Carmen)

Las pensiones son una preocupación esencial de toda la población, tanto actuales como expectantes jubilados y, por lo tanto, se tienen que adoptar soluciones de futuro que garanticen la cantidad y la calidad de dichas pensiones. Incluso apostando por temas impositivos. El tema de las ayudas sociales no tiene por qué perjudicar al sistema de pensiones porque son aspectos muy diferentes; si bien, las ayudas sociales lo que deben incentivar es la consecución de empleo por parte de todo ciudadano; ya que lo que más dignifica a todos es tener un trabajo gratificante y con retribuciones suficientes que no de esclavos.

En los últimos días ha habido bastante polémica por el hecho de que haya nombrado asesor a un miembro de CHA (el partido que le propuso para el cargo), ¿a qué cree que se debe este revuelo? ¿Qué tuvo en cuanta a la hora de tomar esta decisión? (Pedro)

El revuelo es legítimo puesto que el 11 de mayo, en un principio de transparencia absoluto, presenté a todo mi equipo de asesores a los medios de comunicación; justificando el perfil profesional de cada uno de ellos y los motivos por los que los elegí. En esa fecha, no hubo ninguna pregunta específica sobre ninguno de mis asesores.

En el tema de Juan Campos, el motivo de su elección fue estrictamente profesional. Para mí es un experto en aragonesismo, uno de los retos del nuevo Justicia; ya que asesoró durante ocho años a José Antonio Labordeta en el Congreso de los Diputados. Para mí, desde los 16 años, Labordeta es un referente de Aragón que extrapola su pertenencia a posteriores partidos políticos. Creo que, después de Joaquín Costa, es el intelectual aragonés que más ha influido en beneficio de Aragón en España y en el mundo. Para mí, recuperar el espíritu de Labordeta a través de la sabiduría de Juan Campos era esencial. Asimismo, se le encargan los temas de mediación, precontenciosos y de naturaleza hipotecaria, social, laboral y otros de naturaleza transversal.

Dado el momento en el que nos encontramos, creo que es oportuno indicar que el apoyo que he tenido de determinados colectivos sociales, algunos del ámbito penitenciario, de onegés y demás, tienen una persona como Manuel Becerril (médico del centro de las Trece Rosas de instituciones penitenciarias) que me da a conocer a la persona de Juan Campos. Tuvimos una comida los tres y decidí su elección como asesor.

Se le tacha de sectario desde algunos ámbitos por rodearse de personas afines a la izquierda. ¿Lo es? (Pilar)

En ningún caso, mi ADN de juez no lo voy a perder nunca. Independencia, imparcialidad y objetividad son los valores del juez Ángel Dolado y del Justicia Ángel Dolado. Entre mis colaboradores existen personas que pueden tener ideas de centro, derecha y de izquierda. Lo que sí puedo asegurar es que son líderes sociales en cada una de las materias para las que han sido elegidos.

¿Cómo valora la influencia que tiene su institución (Justicia de Aragón) sobre otros organismos? ¿Se debería apostar por que sus propuestas no sean una mera recomendación? (Juan)

La influencia que se ha tenido hasta el momento es grande, ya que en más del 90% de los casos, las sugerencias y recomendaciones del Justicia se asumen por las administraciones. Ahora bien, hay en determinados casos (muy pocos), en los que no se contesta o no se acepta la sugerencia. En el primer supuesto, sí que se podría valorar alguna modificación legal para considerar que la no respuesta podría conllevar algún efecto positivo en derecho administrativo. No soy partidario de las multas porque al final las pagaríamos con dinero público todos los ciudadanos. No soy partidario, tampoco, de que los informes del Justicia sean vinculantes porque nuestro derecho constitucional garantiza que la revisión última de los actos de la administración corresponde a la jurisdicción contencioso-administrativa, a los jueces. Flaco favor haríamos al Justiciazgo si informes que presuntamente pudiesen ser vinculantes, posteriormente fueran revocados por los jueces. El prestigio está en el valor jurídico e intelectual de dichos informes.

Al inicio de su mandato pidió las competencia de la figura del Defensor del Menor, ¿en qué punto se encuentra esta solicitud? ¿Cuáles son sus objetivos si finalmente se hace cargo de esta figura? ¿Cómo se podría mejorar? (María)

Ciertamente, ya he tenido alguna reunión que me ha solicitado algún partido político y la idea es potenciar una mesa técnica para que en el año que nos queda de legislatura puedan ponerse unas bases de consenso sobre la Ley aragonesa del Menor, así como la competencia a favor del Justicia. La mejora del sistema sería notable porque este lunes visité dos colegios del barrio Oliver y pude apreciar que en determinados casos de problemas de convivencia en las aulas o incluso de alumnos conflictivos, el Justicia puede amparar y tutelar los derechos del alumno conflictivo, pero también del resto de estudiantes; así como indicar posibles salidas o alternativas en centros educacionales. Tener un referente único en defensa de estos derechos puede servir de aglutinador de ayudas y servicios públicos.

Señor Dolado, usted acaba de empezar una nueva etapa como Justicia de Aragón, ¿cuáles son sus propósitos? ¿Qué cambios considera que necesita la institución? (Lucía)

En primer lugar, que la confianza que ha generado el Justicia anterior se siga manteniendo y si es posible, incluso, aumentándose con buenas propuestas del actual Justicia y de su equipo; que sean lógicas y realizables en los distintos ámbitos de solicitud o requerimiento. Si bien, un cambio que considero esencial es reivindicar el papel del equipo de asesores, entendiendo que allí donde físicamente no pueda llegar el Justicia tiene que estar siempre un asesor del mismo y con un papel de naturaleza técnica tan importante o más como el del propio Justicia.

Cuando se le propuso como nuevo Justicia de Aragón, ¿cuál fue su primer pensamiento? ¿Alguna vez pensó que llegaría este momento? (Silvia)

Mi primer pensamiento siempre es una cuestión personal y es mi padre, que falleció hace 24 años y que lo tengo presente siempre. Pensé que era una oportunidad para que una persona normal como yo (sin que proceda de élites, de clase alta social) pueda contribuir en la ayuda a personas que se encuentran en clara situación de inferioridad frente a administraciones, a prejuicios sociales, a discriminaciones cívicas; en definitiva, poder ser la voz de dichos desfavorecidos ante los que distribuyen los presupuestos de las administraciones.

¿Cuáles las principales preocupaciones de los aragoneses? (Fernando)

Como indicábamos en la primera respuesta, son los temas de la educación de nuestros hijos, el trabajo de nuestros jóvenes, la seguridad de nuestros mayores, así como que estén bien asistidos en centros donde se respete la dignidad de las personas; en las cosas pequeñas y también en temas de naturaleza medioambiental para dejar un mejor Aragón sostenible a nuestras futuras generaciones.