Borja da un triunfo de oro ante el Sporting y consolida al Zaragoza en playoffs (2-1)

El Real Zaragoza ha conseguido un triunfo de oro. Dos goles de Borja Iglesias en una primera mitad para el recuerdo permiten a los de Natxo González sumar tres puntos más y asentarse en zona de playoffs. Con el corazón de los 26.000 zaragocistas que vibraron en la Romareda, el cuadro blanquillo se sobrepuso al tempranero gol de Rubén García para dejar los tres puntos en casa.

En el ambiente se respiraba Primera División. Las gradas se engalaron con el blanquiazul del Real Zaragoza y el rojo y amarillo de la bandera de Aragón. La sorpresa en el once de Natxo González era Julián Delmás en sustitución de Alberto Benito. El lateral canterano no era titular desde principios de enero y tendría la difícil misión de tapar a Jony, la estrella asturiana. El primer acercamiento fue zaragocista. Papu llegó a la frontal del área, pero no se atrevió a disparar a portería y abrió a la llegada de Zapater, cuyo disparo fue taponado por Álex Pérez.

El Sporting salió al campo consciente de que los tres puntos eran imprescindibles para recuperar el puesto de ascenso directo, pero fue el Zaragoza el que golpeó primero. Fue el killer, Borja Iglesias, quien remató a la red, con la colaboración del central Barba, un centro de Toquero desde la izquierda. La respuesta del Sporting no tardaría en llegar. Jony ponía un balón casi perfecto a la cabeza de Nano, pero Verdasca molestó lo justó al delantero visitante para evitar que su remate acabe en la meta de Cristian.

Los asturianos trataban de adelantar metros y cercar el área zaragocista. En una falta muy protestada por la grada, Carmona no encontró portería tras cazar un balón en el área. Conforme pasaban los minutos, la grada iba cogiendo temperatura con el foco puesto en el colegiado Saúl Ais Reig. Toquero tendría el segundo para el Zaragoza, pero no llegó a un centro raso de Borja tras una delicatessen del gallego. Estaba «on fire» el 9, y no desaprovechó un centro perfecto de Delmás, que le dejó mano a mano ante Mariño, para ampliar distancias en el marcador.

El Sporting, tras 12 partidos sin perder, estaba claudicando en la Romareda. No se iban a rendir los asturianos, que pudieron acercarse en el marcador con un testarazo de Bergantiños, pero estaba Cristian para evitarlo. Respondía Lasure con una brutal cabalgada de 80 metros, que Mariño envió a saque de esquina. Ya al borde del descanso, Papu probaría fortuna desde la frontal, pero su lanzamiento se marcharía por encima de la meta de Mariño. En el descuento tuvo el Sporting su ocasión más clara con una falta de Carmona que obligaba a Cristian a volar hasta la escuadra para salvar el 2-0.

Segunda parte

Tras el paso por vestuarios, los visitantes salieron decididos a buscar la portería zaragocista. Bergantiños remató con el tacón un lanzamiento de falta de Carmona, pero la zaga maña envió a córner. Salió volcado el equipo de Baraja y Rubén García aprovechó un balón suelto en la frontal del área para superar a Cristian de un potente disparo.

Intentaba la grada de la Romareda espolear a sus jugadores. Dos rápidos contraataques de Papu daban un poco de aire al Real Zaragoza, pero estuvo cerca de llegar el empate con un centro de Jony que Verdasca, al intentar despejar, casi mete en su propia portería.

Natxo buscaba una reacción con las entradas de Febas, Guti y Pombo en campo, pero era un acoso y derribo del Sporting. Cristian Álvarez volvió a vestirse de santo para sacar una mano prodigiosa a un remate de cabeza de Carmona. Poco después, Nano no llegaría a otro centro de Jony cuando los 1.500 aficionados del Sporting ya cantaban el gol del empate. De nuevo, Álex Pérez estaría cerca de marcar en otro córner, pero el remate se marchó alto.

Llegó, todavía, el ecuador de la segunda mitad y Pombo probó a Mariño con un disparo desde la frontal. Los cambios de Natxo dieron aire en el centro y profundidad en el ataque, pero la ofensiva del Sporting continuaba. Jony, en dos ocasiones, rozó el empate. Primero fue con un lanzamiento de falta que besó la escuadra y, después, con un disparo cruzado que Cristian despejó con una gran mano.

Se avecinaba un final de partido en la Romareda no apto para cardíacos. Cristian Álvarez subió a los cielos con una triple parada a bocajarro, con remates de jugadores rivales en área pequeña. A la contra pudo rematar la faena el Zaragoza, pero Pombo se encontró con un seguro Mariño y, en el 88, el larguero evitó el gol del canterano.

Fue entonces cuando la Romareda reventó para dar el último suspiro a los suyos. Las 26.000 almas del municipal se vistieron de corto para cerrar el arreón final de los asturianos y dejar los tres puntos en Zaragoza. Los de Natxo González se consolidan en puestos de playoff y se aúpan a la cuarta plaza, a falta del partido del Cádiz en Albacete.