Desastre del Barcelona en Roma

Lo avisó Valverde, y seguro que fue el primero en lamentar tener razón: «No hay nada hecho». «Tenemos ventaja, pero ya está». «Claro que podemos perder». Y perdieron, vaya si perdieron, en el peor partido del año, un desastre, un terremoto cuyas consecuencias no se sabe cuáles serán. La gran temporada de los de Valverde tiene un borrón enorme: eliminados en cuartos de la Liga de Campeones por la Roma ¡después de haberse impuesto 4-1 en la ida! Sufrió una remontada histórica, decepcionante y merecida, porque ni supo atacar a su rival ni supo defender la renta de la ida.

Los mensajes eran para que nadie se relajara, y salió el Barcelona enchufado al Olímpico de la capital italiana… Diez minutos. Incluso tuvo una buena ocasión de Sergi Roberto, pero al recibir un tanto en contra, entró en una crisis de la que no saldría. Un coma del que no sobrevivió. Dzeko se adelantó a Jordi Alba tras un pase largo de De Rossi y remató con los tacos, rápido y raro, pero eficaz. La Roma era un equipo a la desesperada y desde un planteamiento ofensivo, con tres atrás, cinco en el medio y dos delanteros, presionó sin descanso, muy encima, pegajoso, para impedir que Messi y los suyos recibieran y se giraran. La serie de pérdidas de balón fue interminable. Les quemaba la pelota a los futbolistas del Barça, que jugaban constantemente atrás, hacia Ter Stegen, sin soluciones. No lograban salir con la cadena de pases y buscaban a la desesperada balones largos ante la falta de un jugador liberado. Durante ratos, ni lograba traspasar el centro del campo y así Schick mandó fuera un cabezazo que parecía claro, y estuvo cerca en otra pelota que se le quedó en el área de rebote. La situación era peligrosa y la figura de Gerard Piqué se multiplicó en ese rato. El Barça se fue al descanso con 1-0 en contra, y gracias. Dzeko había sido un incordio constante. El bosnio utiliza su cuerpo a la perfección, cubre la pelota hasta hacerla invisible para el contrario y espera la incorporación de sus compañeros para dársela. O remata.

Se lo hizo pasar mal incluso a Piqué, que le hizo un penalti muy claro e infantil, incomprensible. Un error importante del central, que estaba siendo el mejor y que puso a su equipo definitivamente contra las cuerdas. La pena máxima la tiró De Rossi y aunque Ter Stegen se lanzó bien y rozó el balón, se fue a la red sin remedio. La Roma lo tenía ahí. Sus aficionados enloquecieron: un gol más, y la sorpresa estaba consumada. Los nervios podían reconcomer al Barcelona, que intentó esmerarse un poco más con la pelota en los pies, pero seguía sin dar síntomas de seguridad. El segundo tiro en todo el partido, de Messi, llegó cuando quedaba un cuarto de hora y también fue muy centrado y sin maldad. Los italianos, mientras, seguían amenazando con los centros al área y las diabluras de Dzeko, que hizo un partido de sobresaliente.

Ni Valverde sabía qué hacer. Mandaba calentar a Dembélé, pero no se atrevía a ponerlo. Lo mismo con Paulinho, que hubiera podido venir bien para las pelotas en largo. Finalmente fue André Gomes. El Sharaawy dio el primer aviso, que paró Ter Stegen de forma espectacular. Manolas no perdonó al cabecear un córner. Éxtasis local. ¿Reaccionaría el Barça? Lo intentó con Dembélé y Paco Alcácer, todo al ataque. Sin orden ni concierto, sólo con alma. Suárez, Messi e incluso Dembélé, desde lejos, pudieron marcar. Pero hubiera sido injusto. No lo merecieron ayer, pese a que era la primera derrota de la temporada en la competición. Llegó en el momento más duro. La Champions se atragantó otra vez.

Ficha del partido:

3. Roma: Alisson; Manolas, Fazio, Jesus; Florenzi, Nainggolan (El Shaarawy, m.77), De Rossi, Strootman, Kolarov; Schick (Under, m.73), Dzeko.

0. Barcelona: Ter Stegen; Semedo (Dembelé, m.85), Piqué, Umtiti, Jordi Alba; Roberto, Busquets (Alcácer, m.85), Rakitic, Iniesta (Gomes, m.80); Messi, Suárez.

Árbitro: Clement Turpin (FRA). Mostró cartulina amarilla a los locales Fazio (m.38) y Jesus (m.44) y a los visitantes Piqué (m.57), Messi (m.63) y Suárez (m.72).

Goles: 1-0, m.6 Dzeko; 2-0, m.57: De Rossi (pen.); 3-0, m.82: Manolas.

Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Estadio Olímpico de Roma ante 56.575 espectadores.