FIMA, la feria grande entre las grandes

Manuel Teruel, presidente de Feria de Zaragoza, siempre se refiere a FIMA como «la joya de la corona» del calendario ferial aragonés. Volvía a calificarla así durante su presentación, en la que aseguraba que la 40 edición de la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola, que se celebró en el recinto ferial de la capital aragonesa entre el 20 y el 24 de febrero, iba a ser la grande entre las grandes, tanto en número de expositores, como en superficie expositiva y -para sorpresa de algunos- en cuanto a visitantes.

Y sus augurios no han pecado de optimistas tras conocerse los números de las grandes citas de referencia que acaban de echar el telón en Madrid (entre el 21 y el 25 de febrero se celebró Arco) y en Barcelona (Mobile World Congress, entre el 26 de febrero y el 1 de marzo), así como los ecos del éxito del salón madrileño dedicado entre el 17 y el 21 de enero a la oferta turística mundial (Fitur) y las previsiones con las que se anuncian la celebración de Alimentaria, que se alojará en Barcelona entre el 16 y el 19 de abril.

Aunque se trata de salones profesionales dedicados a sectores productivos muy diferentes y aunque las comparaciones son odiosas, lo cierto es que entre el ‘top cinco’ de las ferias españolas, FIMA se coloca a la cabeza en uno de los datos más significativos: su capacidad de atracción de visitantes. El certamen aragonés, que ha expuesto en esta última edición la más avanzada tecnología mundial de la maquinaria agrícola, que está considerado como uno de los salones de referencia del sector en Europa y que tiene ya más de medio siglo de historia, logró batir sus propios récords. Durante sus cinco jornadas sus once pabellones estuvieron abarrotados de visitantes, logrando así que la feria cerrase sus puertas con una cifra histórica: 240.000 profesionales, 15.000 más que la edición de 2016, que parecía difícil de batir.

Esta cifra más que duplica las 107.000 personas que han asistido al Mobile World Congress, que en esta edición ha visto incluso reducido el número de profesionales que han pasado por las instalaciones del recinto ferial catalán. FIMA también ha duplicado el número de visitantes con el que ha cerrado la polémica celebración de Arco, cuyas cifras oficiales hablan de unos 100.000 habitantes, y ya sabe que su poder de convocatoria para los profesionales será mayor que la que consiga otra de las grandes citas bienales de España, Alimentaria, que espera recibir en su próxima edición que se celebra en abril alrededor de 150.000 visitantes.

Puertas abiertas en Fitur

Y aunque la Feria de Maquinaria Agrícola se ha quedado por debajo (solo en 5.000 personas) de los datos de asistencia con los que cerró Fitur 245.000 visitantes, los organizadores de FIMA, como ya lo adelantó antes del comienzo del certamen el presidente de la institución ferial, insisten en un matiz. Recuerdan que en la Feria Internacional de Turismo, durante los tres primeros días el acceso estuvo restringido únicamente para a los profesionales, pero las dos últimas jornadas -días 20 y 21 de enero, es decir sábado u domingo– las puertas se abrieron de par en par para al público en general, que puede así dar la vuelta al mundo sin salir de Ifema para elegir el destino de sus próximas vacaciones e incluso cerrar viajes a precios más reducidos.

FIMA también escala hasta la primera posición en lo que a superficie expositiva se refiere. Su pasada edición ha superado los 161.080 metros cuadrados, o lo que es lo mismo, ha ocupado por completo los once pabellones, y un área exterior, de la Feria de Zaragoza. Es cierto que la tecnología expuesta en el certamen aragonés poco tiene que ver (en términos de tamaño) con la que se exhibe en los otro cuatro salones. Tractores, picadoras, cosechadoras (algunas de más de cinco metros de altura), arados… tienen un volumen muy superior a los teléfonos móviles o las obras de arte. Pero los organizadores de FIMA también insisten en que el alto nivel y la calidad del certamen hacen que las grandes empresa expositoras, algunas de las cuales llegan a ocupar más de 1.000 metros cuadrados, quieran exponer en Zaragoza con una gran variedad y oferta de modelos, lo que exige un mayor espacio.

Aún así, y a pesar de las dimensiones de las máquinas expuestas, el número de empresas expositoras también aúpa a FIMA hasta el podio. Los 1.572 estands de la pasada edición han sido superados por los 2.400 expositores del Mobile (que ocuparon una superficie de 120.000 metros cuadrados) y los 4.500 que se esperan en Alimentaria (que se levantarán sobre poco más de 100.000 metros cuadrados), pero supera con mucho las marcas expuestas en Fitur (816 expositores) y Arco (211 galerías).

Fuerte impacto

La Feria Internacional de Maquinaria Agrícola no solo es grande puertas adentro del recinto ferial. Cuelga el cartel de completo en los hoteles situados en un radio 50 kilómetros de la capital aragonesa, se deja sentir en la restauración y el comercio y en los transportes públicos.

Y es que durante los cinco días de su celebración, recuerda el presidente de la institución ferial, el certamen deja en la ciudad y alrededores más de 300 millones de euros. Una cifra que la sitúa, de nuevo, entre las grandes, solo superada por el Mobile World Congress, cuyo impacto económico, según sus organizadores, asciende a 471 millones de euros.