Así se sienten los historiadores ante los secretos de Estado del imperio español

Ha llegado el momento de saber qué opinan los especialistas en la investigación de la historia sobre el desciframiento de cartas secretas y lo que añaden al conocimiento de hechos fundamentales del pasado. Uno de los primeros historiadores en compartir su opinión sobre la importancia del trabajo del CNI con las cartas del Gran Capitán que ABC desvelaba ayer es Geoffrey Parker. Le preguntamos:

-¿Cómo se siente un historiador que lleva días «enterrado» literalmente entre legajos en un archivo y descubre un documento de evidente importancia que está cifrado y cuyo contenido no va a poder comprender?

Y así nos lo explica, con su inimitable sentido del humor inglés:

-¿Que cómo me siento? Considera este ejemplo de lo que me pasó en la Biblioteca Nacional de Francia: El «Manuscrito Espagnol 132, folio 198, Antonio Pérez, secretario de Estado en Madrid a Juan de Vargas Mexía, embajador español en París. 15 de abril de 1579» empieza así:

«Porque no dudo sino que avra llegado por allá la grita y mentiras que han corrido por aquí estos días de cosas mías, diré aquí brevemente a Vuestra Merced la verdad de lo que passa, por su satisfación….»

Y luego se lamenta:

-¡¡¡Y desde ahí utiliza un código que solo conocían él y Vargas!!! Así que: ¡sí, a los historiadores nos gustaría realmente saber cómo Tony Pérez explicó la «grita y mentiras» sobre él y la princesa de Éboli -se lamenta el historiador-. Vi el documento en 1967 por primera vez. Cincuenta años después todavía no he logrado ni acercarme a su contenido. ¡Quién sabe si el CNI podría ayudarme!

Sirva este ejemplo para glosar la importancia que pueden tener las cartas de Fernando el Católico al Gran Capitán que permanecen aún sin descifrar y cuya clave acaba de ser desvelada por el CNI. Lo que los historiadores constatan es que los secretos de Estado están condenados a incorporarse al relato histórico tarde o temprano. O que debería ser así.

Porque, además, el secreto diplomático -«arcana imperii» para Tácito- es uno de los ingredientes principales de la creación del Estado moderno, que nació justo en ese momento de la historia en el que España cobró un gran protagonismo en el mundo al dar sus frutos la política de los Reyes Católicos que acabó forjando un imperio. De ahí la importancia que grandes historiadores conceden al conocimiento de estas cartas de principios del XVI. Ayer ABC hizo pública la investigación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que ha terminado con el secreto de las cartas de Fernando el Católico al Gran Capitán. Ahora es el turno de los especialistas. ABC ha preguntado a importantes historiadores su opinión sobre el caso.

  1. Manuel Lucena Giraldo: «El valor del secreto fundamentó el Estado»

    La monarquía española fue la inventora en muchos sentidos, que hoy se nos escapan, del Estado moderno. El valor del secreto y la defensa de la comunidad política como obligación de los gobiernos aparecen en esta fascinante serie de documentos. Que además cinco siglos después de fabricados sean descifrados por nuestro Centro nacional de inteligencia nos debe llenar de orgullo. Y también ilumina nuestra continuidad como nación bajo diferentes formas políticas. Aquellos que los hicieron, si se me permite el anacronismo, son los que ahora los dan a conocer.

    Creo que conoceremos mejor el trasfondo aragonés y mediterráneo del imperio español, tan relegado por la potente dimensión castellana, atlántica y global de la España del siglo XVI. Gracias a ellos podremos estudiar antecedentes que explican los éxitos de Cortés y Pizarro, los tercios de Flandes y la eficaz burocracia que lo mantuvo unido tanto tiempo. Qué moderna y desacomplejada era aquella España: una lección para nuestros contemporáneos.