Un segundo referéndum para tener la última palabra sobre el Brexit

Los británicos quieren un segundo referéndum que les permita decidir si aceptan las condiciones del acuerdo final del Brexit. Así lo confirma una encuesta de la empresa ICM para el periódico ‘The Guardian’ sobre más de 5.000 personas en la que el 58% de quienes tienen una opinión sobre si debe celebrarse una nueva consulta popular apoyan la celebración de la misma.

De hecho no se trata sólo de una opción elegida por quienes apuestan por la permanencia en la Unión Europea, sino que un cuarto de los partidarios del ‘Leave’ tampoco se fían de las condiciones que el Gobierno de Theresa May vaya a firmar para poder abandonar la comunidad en marzo de 2019, por lo que también quieren tener una última palabra sobre la forma en que se producirá dicho abandono. Sobre todo tras advertencias como la del conservador Rees-Mogg, que tildó la propuesta del negociador británico del Brexit, David Davis, de un periodo de transición de dos años como una forma de convertir a Reino Unido en un «estado vasallo» de la UE con cada vez menos influencia.

Eso sí, parece claro según la encuesta hecha pública por el periódico inglés que el país sigue fracturado en dos en torno al Brexit. En este caso, y como ya pasó en el referéndum celebrado en junio de 2016, la votación se decidiría por un escaso 1% de los votos, aunque en esta ocasión ganaría la opción del ‘Remain’.

Aunque este dato, que en definitiva es el más importante, arroje un empate técnico, la encuesta desgrana también la evolución del voto durante el último año y medio. En cifras absolutas, es decir contando a quienes aseguran no tener una opinión formada al respecto o que dicen no tener intención de votar, los partidarios de permanecer en la UE han aumentado en dos puntos, situándose en el 45%. El número de personas que apoya la salida habría bajado un 1%, quedándose en el 43%.

Polarización política

Además, la brecha generacional también se habría acentuado durante estos últimos 18 meses. Entre los retirados, el apoyo al Remain (34%) habría bajado un 4%, subiendo el 2% de pensionistas que apoyan la salida (60%). El gran cambio llega entre los estudiantes, de los que el 65% quiere la permanencia (+16%) frente al 23% (+2%) que quiere que su país abandone la UE. Según el ‘The Guardian’, «esto podría explicarse porque muchos no podían, o no les dejaron, votar», recordando la polémica que hubo en 2016 con el empadronamiento para el voto de quienes estudiaban fuera de su ciudad natal.

Pero sin duda donde más empieza a notarse la polarización es en los distintos bandos ideológicos, con conservadores y laboristas decantándose cada vez más claramente por una y otra opción. El 29% (-4%) de quienes apoyan a los ‘tories’ de May quieren permanecer en la Unión Europea, mientras que el 68% de sus simpatizantes (+5%) aprueba la salida. Todo lo contrario ocurre en el bando ‘corbynista’, donde el 64% (+5%) dice querer quedarse en la UE frente al 30% (-2%) que se mantienen en su postura euroescéptica.

Mientras tanto figuras como Nigel Farage, ex líder del Ukip y hombre clave en la consecución del Brexit, han empezado ya a plantearse la idoneidad de realizar una nueva consulta popular que de validez a los acuerdos alcanzados por el cada vez más debilitado Gobierno de May. «A lo mejor, y sólo a lo mejor, estoy llegando al punto de creer que deberíamos celebrar un nuevo referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea», declaró el ex líder.