La crisis catalana empuja a los españoles hacia un Estado centralizado y sin autonomías

La crisis territorial en Cataluña y el desafío independentista han provocado un doble efecto en la opinión pública de los españoles: por un lado, crece notablemente el porcentaje de ciudadanos que prefieren un Estado con un Gobierno central y sin autonomías, en detrimento de aquellos que abogan por el sistema actual y de los que quieren más autonomía para las regiones; por otro, la respuesta de la Unión Europea ante el desafío catalán ha aumentado el apoyo de los españoles a la Unión y su interés por una mayor integración dentro de la misma.

Esto es lo que se desprende de los datos recogidos en la 39 oleada del barómetro del Real Instituto Elcano, publicado este viernes. Según la encuesta, cuya muestra se ha realizado con 1.003 individuos, en los últimos dos años el porcentaje de españoles que prefieren un Estado con un único Gobierno central y sin autonomías ha crecido más del doble, un total de 12 puntos porcentuales. Mientras en noviembre de 2015 esta opción solo representaba el 9 por ciento del total, dos años después, en noviembre de 2017, se ha elevado hasta el 21 por ciento.

Este dato contrasta con el del porcentaje de la población que quiere más competencias para las regiones y con el de aquel sector que aboga por reconocer el derecho de las CCAA a independizarse. En el barómetro del 2015, el 20 por ciento de los entrevistados defendían un aumento de la autonomía, mientras que en noviembre de 2017, esa cifra es del 15 por ciento. En cuanto a los que abogan por reconocer la posibilidad de las comunidades de independizarse, la cifra se mantiene más estable, pero decrece, y pasa del 9 por ciento en 2015 al 8 por ciento en 2017.

La opción mayoritaria sigue siendo la de mantener el modelo actual, aunque el apoyo a esta fórmula también se ha reducido. En 2015, un 40 por ciento de los encuestados se mostraban partidarios del modelo actual, mientras que en 2017 lo hace un 34 por ciento. Según ha explicado la investigadora principal del Real Instituto Elcano, Carmen González, la crisis catalana ha provocado un notable aumento del interés de la ciudadanía por la política, «algo que no se veía desde el golpe del 23-F».

Reforma constitucional

En un momento en el que el debate sobre una hipotética reforma de la Constitución y del modelo territorial de España ha cobrado una importancia relevante, González destaca las tendencias que se están dando en los estudios demoscópicos. A su juicio, «es dudoso que se pueda producir un cambio federalista en la Constitución con más autonomía» para los territorios –como ha propuesto el PSOE de cara a la comisión sobre la evaluación y modernización del modelo territorial que se encuentra en funcionamiento en el Congreso–. Esta opción, ha insistido, «no es lo que quiere la población y, evidentemente, los partidos están al tanto y conocen estas encuestas».

El segundo efecto de la crisis catalana hace referencia al ámbito internacional, y más concretamente a la Unión Europea, sobre la que los españoles han aumentado su simpatía. Hace un año, el 57 por ciento de los españoles deseaban aumentar las competencias de la Unión o mantener la actual división de competencias entre la UE y el Estado. En la actualidad, esta cifra se ha incrementado hasta llegar al 70 por ciento. El Real Instituto Elcano ha explicado que es probable que la respuesta de las instituciones europeas ante la crisis catalana –apoyando las decisiones del Gobierno español y rechazando una hipótetica incorporación de una Cataluña indepediente a la Unión– sea la causa de esta mayor adhesión de la mayoría de la población española a la UE.

Frente a esta mayoría, solo una quinta parte de los encuestados, un 21 por ciento, preferirían que se devolvieran a los gobiernos nacionales competencias que ahora ejerce la Unión Europea. Esa opción era elegida por más de un tercio, un 35 por ciento, hace un año.

Cataluña, dentro de España

El estudio también recoge la pérdida de confianza en la idea de una Cataluña independiente. De esta manera, existe un gran acuerdo respecto a que Cataluña seguirá formando parte de España en los próximos años. Casi el 80 por ciento de los encuestados cree que esto será asi, frente a un 11 por ciento que ven a la región como un estado independiente en el futuro.

Destaca el dato dentro de la propia Cataluña. Mientras que en la actualidad un 32 por ciento de la población catalana aboga por la posibilidad de hacer de la comunidad un estado independiente, un 61 por ciento de los catalanes creen que Cataluña seguirá formando parte de España en el futuro. A juicio de Carmen González, «todo lo que ha acontecido desde el 1-O hasta la actualidad parece haberles convencido de que la Cataluña independiente era una utopía, sobre todo en el tema de pasar a formar parte de la Unión Europea».