El Estado ya ha inyectado más de 70.000 millones a Cataluña desde 2012

La Generalitat y los ayuntamientos de Cataluña ya han recibido más de 70.000 millones de euros del Gobierno en medidas de liquidez. En concreto, y según los datos del Ministerio de Hacienda actualizados a 29 de noviembre del pasado año, el Estado ha inyectado desde 2012 un total de 71.730 millones, lo que hace que esta comunidad siga siendo, con una notable diferencia, la más beneficiada de programas como el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) o el plan de pago a proveedores.

La segunda región que más fondos ha recibido es la Comunidad Valenciana, con algo más de 55.000 millones, y la siguiente es Andalucía con 38.455 millones. En el lado contrario, además de las comunidades autónomas con una Hacienda propia, también destacan La Rioja, con menos de 700 millones recibidos, o Asturias con unos 2.770 millones.

Este importante apoyo por el que Cataluña recibe casi el 30% del total de lo desembolsado por el Estado en medidas de liquidez, explican tanto fuentes del Gobierno como del propio Ministerio que dirige Cristóbal Montoro, es una muestra de que el Estado ha seguido atendiendo las necesidades de la comunidad, incluso, en los momentos en los que la deriva independentista de la Generalitat ha llegado a sus máximos niveles. Un ejemplo de ello es que sólo entre 2016 y 2017 las inyecciones de liquidez en esta CCAA rozaron los 19.000 millones. Más importantes aún fueron las cantidades que la comunidad recibió tanto en 2013 como en 2015. En esos dos ejercicios, la cifra que recibió del Estado superó los 14.000 millones.

La mayor parte de la liquidez percibida por esta comunidad se ha destinado al pago de vencimientos de deuda: 37.931 millones de euros. Y es que uno de los principales objetivos de las herramientas de liquidez diseñadas por el Gobierno es la de atender las obligaciones de las comunidades, que como consecuencia de la crisis y de la deficiente gestión de sus políticos vieron cortado el acceso a los mercados.

El caso de Cataluña es especialmente notable porque es la CCAA con peor calificación crediticia. Las principales agencias consideran que su ráting está varios pasos por debajo del bono basura y si no lo degradan aun más es, precisamente, por el apoyo del Estado. Moody’s, por ejemplo, publicó hace unos meses un informe en el que afirmó que si la región catalana se independizase tendría cerrado el acceso a la financiación exterior, y S&P añadió que podría reducir su calificación «en uno o más escalones» si «las tensiones políticas entre el Gobierno de Cataluña y el Ejecutivo central pusiesen en duda la refinanciación de los instrumentos de deuda a corto plazo de Cataluña, o debilitasen la eficacia del apoyo financiero del Gobierno central».

La vía unilateral, «cerrada»

Por otra parte, el ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró ayer durante la celebración del Spain Investors Day que la vía unilateral en Cataluña «está cerrada». Asimismo, defendió la actuación del Gobierno ante el desafío independentista catalán, con la aplicación del artículo 155, y destacó que se está produciendo una «importante desaceleración» en el ritmo de salida de las empresas.

Según informa Europa Press, Guindos apuntó que el Gobierno revisará por encima del 2,5% la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para este año. Actualmente, tal y como está recogido en el Plan Presupuestario, la estimación de crecimiento es del 2,3%. Sin embargo, el titular de Economía considera que esa cifra se superará «claramente» ya que es «demasiado prudente», y que si la situación política en Cataluña se reconduce, el dato podría llegar hasta el 3% y esquivar así la desaceleración que auguran la mayoría de los organismos.