Los agentes de la Policía Nacional Iván Fuentes y Samuel del Arco han recibido el Premio a los Valores Humanos otorgado por la Fundación Policía Española.
Iván Fuentes y Samuel del Arco, los dos agentes de la Policía Nacional que rescataron el pasado 10 de junio a una mujer en el río Ebro a su paso por Zaragoza, han recibido este miércoles el Premio a los Valores Humanos otorgado por la Fundación Policía Española en un acto celebrado en el auditorio FIBES de Sevilla y enmarcado en la celebración del Día de la Policía.
Fuentes ha aprovechado el discurso de agradecimiento para lanzar un dardo al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien estaba presente en el acto. Sin duda, la afirmación que más ha llamado la atención ha sido esta: «Cuando un hombre o mujer intenta abrir la cabeza con un hacha a un policía o con un cuchillo o un palo o agredirle o escupirle y no pasa nada. Nada cambia. Más bien se idea la forma de quitarnos más autoridad todavía para dársela al criminal. No sea que ellos también se enfaden».
El agente destinado en Zaragoza también ha dejado clara la opinión de los policías nacionales cuando suceden actos de este tipo: «No somos personas sublimes ni extraordinarias, ni pretendemos serlo, pero sí somos policías nacionales, lo que tal vez nos convierte en un poquito más extraordinarios, queramos o no».

A su vez, en un discurso muy extenso no ha querido dejar pasar la oportunidad de explicar que el oficio de policía no es nada sencillo: «Desear ser policía es inexplicable. Una pulsión profunda, diminuta, del tamaño de una ceniza, que en un chasquido del alma un día se inflama y arde para siempre».
El premiado también se ha dirigido directamente al ministro Marlaska con este mensaje: «Es difícil perdonar cuando han arrancado la vida de nuestros maridos o nuestros hijos. Levantemos la voz en las calles, defendamos en los medios y luchemos con uñas y dientes en el Congreso, por favor, ministro, una ley fuerte que proteja el bien y estruje del cuello al mal, y no al revés».
Tanto Fuentes como Del Arco comparten este premio a los Valores Humanos con Julián García Antón, el conserje del edificio del barrio de Nou Campanar de Valencia que sufrió un grave incendio. Alertó puerta a puerta a los vecinos y pidió que abandonaran sus viviendas, evitando así que el número de víctimas mortales y heridos fuera mayor.