El Belén Monumental del Ejército en Burgos puede presumir de ser el mayor nacimiento de interior de España. Ocupa una superficie de hasta 400 metros cuadrados y cuenta con cerca de 2.000 figuras. El proyecto, impulsado por la Asociación Belén Monumental Regimiento de Transmisiones 22, nació en 1992, y se ha convertido en uno de los grandes reclamos navideños de la ciudad castellana. Prueba de ello, es que 25.000 personas acuden cada año a visitar el belén.
«Nació impulsado por la milicia hace muchos años, cuando la tropa todavía permanecía en los cuarteles; era como un aliciente para la Navidad», explica Enrique Rodríguez Menayo, vocal y portavoz de la asociación a este periódico. Los primeros montajes se realizaron en los sótanos de una unidad de transmisiones en Castrillo de Burgos, antes de que se constituyera formalmente la asociación que hoy lo gestiona.
Cuando se expone al completo, el belén incluye entre 108 y 110 escenas que recorren la historia bíblica «desde el Génesis hasta el Apocalipsis». Todas las escenas están recreadas con figuras de barro y construcciones hechas a mano. Rodríguez Menayo explica que las figuras fueron encargadas expresamente a varios artesanos de Murcia: «Es un Belén que ha ido creciendo muchísimo y que tiene una imaginería propia».
Belén Monumental del Ejército en Burgos Asociación Belenista Regimiento de Transmisiones número 22
Un belén solidario
Uno de los elementos diferenciales del Belén del Ejército es su carácter solidario. «Desde que nos planteamos comenzar este Belén, todo el dinero recaudado íntegramente se dedica a asociaciones sin ánimo de lucro», señala el portavoz. A lo largo de su historia, el proyecto ha entregado cerca de 400.000 euros a distintas entidades sociales y sanitarias. La entrada mantiene desde sus inicios un precio simbólico de un euro.
Cada año, la organización selecciona nuevas asociaciones beneficiarias. En esta edición, los donativos se destinarán, entre otras, a Aransbur, dedicada a la reeducación auditiva de niños sordos; a la Asociación de Diabéticos de Burgos; a colectivos de fibromialgia y espondilitis anquilosante; y a Cáritas. «No tratamos de repetir la asociación destinataria, salvo necesidades muy concretas», apunta el portavoz.
El montaje
El montaje del belén implica un importante esfuerzo logístico. Entre 30 y 40 personas participan directa o indirectamente en las tareas de preparación, transporte y montaje. «Hay gente que trabaja aquí in situ, otros que cooperan en el transporte y otros que durante el año preparan las escenas y las maquetas», detalla. Este año, los trabajos comenzaron el 3 de noviembre y se prolongarán hasta finales de enero, cuando se desmonte el nacimiento.
Belén Monumental del Ejécito (Burgos)Asociación Belenista Regimiento de Transmisiones número 22
De hecho, uno de los mayores retos para instalar el belén ha sido el traslado del material al Fórum Evolución, donde se puede visitar hasta el 6 de enero. «Hemos trasladado casi 40 viajes de camión y, al estar en la cuarta planta, hay que subir todo por los montacargas», comenta Rodríguez Menayo.
33ª edición
Coincidiendo con el 33 aniversario del belén, la edición de este año concede un protagonismo especial a la escena de la crucifixión. «Cristo murió con 33 años y, por ese paralelismo, hemos tratado de dar más importancia a esa época de su vida», indica el portavoz de la asociación. El recorrido se completa con un mural de más de 20 metros que refleja el espíritu original del proyecto, concebido inicialmente para los niños.
Mural Asociación Belenista Regimiento de Transmisiones número 22
«Aquí viene todo el mundo, desde niños en brazos hasta personas mayores que necesitan silla de ruedas», cuenta el portavoz, que recuerda que tras más de dos décadas expuesto en la Catedral de Burgos y varias ediciones en el Fórum Evolución, el montaje se ha consolidado como uno de los principales reclamos navideños de la ciudad.
