Ni el Gobierno de Aragón ni la ultraderecha mueven sus posiciones en la última reunión por el Presupuesto y el presidente autonómico anunciará el próximo lunes los primeros comicios adelantados de la historia
Los aragoneses irán a elecciones el próximo 8 de febrero. El Gobierno de Aragón que lidera Jorge Azcón (PP) y Vox, socio prioritario de los populares, no rubricaron un acuerdo que se sabía muerto antes de la reunión. La DGA sale así por la salida que prefería desde hace algo más de semana y media, sin ceder ante la ultraderecha y con el PSOE en uno de sus peores momentos históricos. El lunes, Azcón comparecerá y hará oficial el primer adelanto de los comicios autonómicos en la historia de la comunidad.
Algo más de una hora duró la reunión que terminó en su principio: PP y Vox no tienen puntos de acuerdos, con los primeros blindando «líneas rojas» y los segundos manteniendo la inmigración ilegal, el Pacto Verde Europeo o la bajada masiva de impuestos como caballos de batalla para hacer «un pacto a la valenciana», inspirado en los trágalas que el recién nombrado president Juanfran Pérez Llorca sí sumo a su proyecto.
Pasadas las 12.00 horas, Alejandro Nolasco, líder de Vox, comparecía ante los medios de comunicación. «No ha habido ningún interés en negociar, porque hay un PP con un inmovilismo absoluto decidido a ir a las urnas», analizó Nolasco, que lamentó que los populares «no hacen por afrontar los problemas» que el ultraderechista volvió a ligar a la inmigración ilegal: «La baldosa de Pérez Llorca está a años luz de la del PP».
De baldosas, de posicionamientos ideológicos, iba el enfrentamiento de las dos derechas. El consejero de Hacienda, el popular Roberto Bermúdez de Castro, aseguró que «la baldosa del PP es amplísima» y aseguró que en ella «caben la mayoría de los aragoneses», algo que no pasa con las posturas políticas de Vox.
«Si alguien quiere elecciones tiene que decirlo y no armar este paripé», atacó Nolasco, que criticó duramente la falta de información por parte de los conservadores: «No es normal que le pidamos el documento de Presupuestos, los 7.000 folios, y no nos de nada y siga con la presentación de 36 líneas ya anunciadas». Nolasco defendió que «Vox ha hecho todo lo posible por entenderse» y resaltó que el PP se instaló en «últimatums» para una negociación que nacía prácticamente muerta. «¿Por qué lo que pasa en Valencia no puede pasar aquí?», insistió el portavoz de la ultraderecha, que ve en la decisión de Azcón «mucha táctica política», pero reclamó «ser más honesto» al líder popular. Incluso, el líder de Vox en Aragón se quedó con una pregunta en el tintero: «Me gustaría saber si en algún momento tuvieron la idea de pactar con nosotros o solo tenían la intención de decir que el Presupuesto era increíble, aunque nunca lo vayan a ejecutar».
El exvicepresidente autonómico se refirió al abandono en el cargo y lamentó que «en 15 meses no han sido capaces de presentar los Presupuestos». Una referencia que sumó a la ausencia de cuentas en la comunidad que, forzosamente, volverán a ser prorrogadas: el Gobierno de Aragón comenzará 2026 con las mismas cuentas que aprobó para el año 2024.
Nolasco también afeó que el PP solo diera el argumento, a su juicio, de que era «el mejor Presupuesto de la historia» y llegó a achacar que las dinámicas del Gobierno de Aragón comenzaron con la salida de Vox en el verano de 2024. Sobre el futuro, las opciones de reencuentro entre las dos derechas, posibilidades: «La relación es la misma de siempre, porque Vox sigue con sus ideas y PP y PSOE van cambiando».
Esas relaciones también están en cuarentena para los populares, que no quieren dar por muerto en Aragón el contacto con la ultraderecha. Una futura investidura o una hipotética formación de Gobierno en el Pignatelli puede fraguarse en un par de meses y Vox sigue siendo el socio preferente a nivel nacional para el PP. «Es un traspiés o un desencuentro en un momento determinado, pero el tiempo ya nos dirá a dónde nos lleva todo», afirmó Bermúdez de Castro, que insistió en que para firmar pactos «hay que ceder» y desechó «la uniformidad» entre autonomías que Vox intenta imponer desde su dirección en Madrid: «En Aragón se toman las decisiones de Aragón y haremos siempre lo mejor para nuestra comunidad, en base a sus circunstancias particulares».
Posturas alejadas
El acuerdo, que no iba a llegar a ninguna parte, ha evidenciado en las últimas semanas la distancia que existe entre la federación aragonesa del PP y Vox. Bermúdez de Castro llegó a contar las negociaciones para el Presupuesto de 2025, en las que la ultraderecha, desde Madrid, reclamó manifestaciones públicas «que no se comparten» en el seno de la DGA, vinculadas al Pacto Verde Europeo o a la inmigración ilegal. Para este último acuerdo, no hubo contactos a nivel nacional.
«La postura de Vox en temas puramente ideológicos es inamovible, en temas que incluso trascienden a Aragón con medidas que no son legales o no son competencia de la DGA», resumió el consejero de Hacienda, sobre la limpieza de los cauces o el reparto de migrantes impulsado por el Gobierno central. Las bajadas de impuestos de Vox son excesivas para la DGA, con un agujero de más de 530 millones para las arcas, según el cálculo de Hacienda: «Cuando uno pide una medida, debe saber lo que supone».
«El Presupuesto es el eje de la forma de hacer política, pero prorrogar más de un año es algo muy complicado», concretó Bermúdez de Castro, que aprovechó para reclamar elecciones generales a Pedro Sánchez, con las cuentas de 2023 activas debido a la incapacidad para aprobar los Presupuestos. La oposición, que como Nolasco tachó de «paripé» la semana de contactos de Azcón con el resto de formaciones, hizo «su papel». El propio Bermúdez de Castro volvió a rechazar el acercamiento del PSOE a los postulados populares y desdeñó cualquier acuerdo por las cuentas con los socialistas: «Estuve a punto de mandar la hoja de afiliación al PP a Pilar Alegría y Fernando Sabés». «No es algo serio», insistió el consejero de Hacienda.
El Gobierno de Aragón, y la política de la comunidad, piensan ahora al completo en el adelanto electoral. El lunes, Jorge Azcón confirmará la decisión, que se hará efectiva con un decreto y llamará a las urnas para el 8 de febrero.










