Consolidado como uno de los atractivos turísticos más relevantes de Aragón y una visita obligada de la localidad de Nuévalos, el Monasterio de Piedra constituye un auténtico emblema del territorio a nivel de patrimonio y de naturaleza. Sin embargo, uno de los datos menos conocidos de este antiguo monasterio cisterciense es que fue la sede del primer establecimiento acuícola de España, que se instaló allí en 1897, momento en el que se empezó a criar trucha arcoíris. Así, Aragón fue un actor clave en el nacimiento del cultivo moderno de pescado y, desde entonces, la acuicultura ha ido haciéndose fuerte en la Comunidad, convirtiéndose en un referente del sector tanto en investigación y producción como en desarrollo e innovación.
Con casi 48.000 kilómetros cuadrados de cuencas fluviales, la región ha hecho de esta actividad un importante motor económico, y uno de los productos que lo refleja de forma más clara es la citada trucha arcoíris. De hecho, Aragón es una de las primeras productoras nacionales de este pescado. España ofrece al año unas 19.000 toneladas, de las que un 7% provienen de viveros situados junto a los ríos de alta montaña del territorio.
A nivel general, cabe destacar también aspectos como que la acuicultura es necesaria para que todos podamos comer pescado, que la acuicultura española es referente en calidad, sostenibilidad e investigación y que tiene el potencial de contribuir significativamente para que España pueda alcanzar la soberanía alimentaria.
Otro de los beneficios de la acuicultura española es que opera dentro de uno de los marcos regulatorios más estrictos del mundo en cuanto a seguridad alimentaria y ambiental, lo que garantiza un pescado de excelente calidad nutricional y la protección del medio ambiente donde se desarrolla. Además, su pescado es tan saludable, seguro y sabroso como el de la pesca convencional. Se da la circunstancia de que, incluso en catas a ciegas, los mejores chefs han valorado ambos por igual en cuanto a sabor, frescura y calidad.
En este sentido, la acuicultura es al pescado lo que la agricultura a las verduras y frutas: sin ellas solo se podría comer lo que crece de forma espontánea, y no habría suficiente para todos.
Curiosidades en torno a la acuicultura española
La acuicultura española encierra asimismo otras interesantes curiosidades que tienen que ver con su historia y con su carácter sostenible y saludable.

Hace 20 siglos ya había acuicultura en lo que hoy es España
Puedes descubrir los restos de la primera instalación de acuicultura de nuestras costas, e incluso bañarte en ella. Está en los Baños de la Reina, Calpe. Se construyó hace unos 2.000 años como vivero de peces para abastecer de pescado fresco a la población local. Las referencias más antiguas sobre el cultivo de peces datan en torno al 3.500 a. C en China, y en los últimos años se ha convertido en una de las soluciones más viables y sostenibles para el futuro de la alimentación.

Permite que podamos seguir comiendo pescado
La pesca convencional lleva 30 años sin crecer debido a que ha alcanzado su máximo de captura sostenible. Como actividad complementaria, la acuicultura es la solución para satisfacer la creciente demanda mundial de pescado, ya que es capaz de aumentar su producción de forma sostenible.

La FAO la apoya y la promueve
La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) considera a la acuicultura como una de las soluciones para alimentar a una población en crecimiento, de forma segura, saludable y sostenible, sin perjudicar los recursos naturales del planeta.

La acuicultura española contribuye a la mayoría de los ODS
El compromiso de la acuicultura española con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 se produce en sus tres niveles: económico, al crear tejido empresarial y riqueza; social, al generar empleo de calidad y revitalizar las zonas rurales; y medioambiental, al obtener proteínas de alta calidad preservando los recursos naturales. De esta forma, contribuye a la mayoría de los 17 ODS.

Es imprescindible para alcanzar la soberanía alimentaria en España
Contar con fuentes de producción de suficientes alimentos de cercanía, nutritivos, seguros y saludables, permitiría que no dependiéramos de otros países para alimentarnos. La soberanía alimentaria siempre ha sido importante, pero puede ser vital en casos de crisis, como una pandemia o una guerra, donde un cierre de fronteras podría afectar al abastecimiento de alimentos.

Permite que el pescado esté disponible de forma estable durante todo el año
Al aumentar la cantidad de pescado disponible para el consumo y poder adaptar la oferta a la demanda del mercado la acuicultura evita que los precios se disparen por la escasez, y permite que los españoles, por ejemplo, puedan comer entre 3 y 4 veces por semana productos de mares y ríos, como recomienda la OMS. No en vano, la oferta constante que existe durante todo el año, incluso en temporadas de alta demanda como Navidad, ayuda a estabilizar los precios.

La acuicultura puede dar continuidad a las economías pesqueras
Para muchas poblaciones que llevan siglos viviendo de la pesca, la acuicultura representa la oportunidad de una nueva actividad económica complementaria, duradera y próspera, que puede ofrecer empleo y bienestar a la población, sin alterar las tradiciones y la cultura local. Muchos hijos y nietos de pescadores encuentran en ella una nueva vía de continuar con el legado familiar.

Contribuye a regenerar la vida silvestre de mares y ríos
La acuicultura ayuda a regenerar la vida silvestre de mares y ríos, ya que cultiva en el agua los alimentos que obtiene, haciendo un uso eficiente y sostenible de los recursos naturales. Por eso, reduce y alivia la presión sobre las poblaciones naturales de mares y ríos, favoreciendo su diversidad y la recuperación de especies amenazadas.

Es una de las formas más eficientes de producir proteínas
Las proteínas son indispensables para nuestro desarrollo celular, lo que significa que son necesarias para casi todas las funciones de nuestro cuerpo, y la única forma de obtenerlas es a través de los alimentos. La acuicultura es mucho más eficiente obteniendo proteínas que la mayoría de las ganaderías terrestres. Así, mientras que solo se necesitan 1,35 kilos de pienso para producir 1 kilo de trucha, son necesarios entre 6 y 10 kilos de pienso para producir 1 kilo de vacuno.

Casi 2 de cada 3 pescados consumidos provienen de ella
En la actualidad, la acuicultura representa casi el 60% del pescado y los productos acuáticos totales disponibles en todo el mundo para consumo humano. Sin ella, este superalimento no estaría en la mesa de la mayoría de los consumidores.

El pescado de acuicultura española llega muy fresco a tu mesa
Además de criarse muy cerca de donde vives, es pescado bajo demanda, por lo que en menos de 48 horas (y a menudo menos de 24) puede estar en tu mesa con todo su sabor y frescura intactos. Esto evita también el impacto energético y ambiental de la conservación y el transporte de larga distancia.










