El exconcejal socialista del Ayuntamiento de Zaragoza Jesús Sarría glosa una elegía al presidente aragonés, apoyada en la literatura de Miguel Hernández
Corto, intenso e íntimo. Con dos canciones de Joan Manuel Serrat, versos de Miguel Hernández y recuerdo para Antonio Machado. Así ha sido el último adiós a Javier Lambán, expresidente de Aragón fallecido ayer, en el cementerio de Ejea de los Caballeros.
Cerca de doscientas personas bajo el sol del mediodía, pero solo un puñado dentro de la sala del crematorio del cementerio municipal, se han despedido de Lambán. La familia ha estado acompañada por la plana mayor del socialismo aragonés, además de autoridades encabezadas por Jorge Azcón, presidente de Aragón, Teresa Ladrero, alcaldesa de Ejea, y Camilo Villarino, jefe de la Casa Real.
‘De vez en cuando la vida’ sonaba en la voz de Joan Manuel Serrat cuando el féretro con el cuerpo del presidente entraba en la sala. Su músico de cabecera, con el que llegó a trabar una importante amistad, ha estado presente a su manera en el último homenaje a Lambán. También fue lo último en escucharse: ‘Caminante no hay camino’ ha puesto el broche al corto acto, de apenas un cuarto de hora de duración.
Elegía de Jesús Sarría
Entre medias, la elegía de Jesús Sarría a Javier Lambán. El amigo del presidente, concejal socialista en el Ayuntamiento de Zaragoza hace años, ha emocionado a los presentes con un texto en el que ha lamentado la pérdida de alguien «a quien tanto quisimos».
Apoyado en versos de Miguel Hernández, Sarría ha afirmado que la muerte del otrora alcalde de Ejea de los Caballeros es » manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado». Un daño que ha llegado a familiares, amigos y a toda la sociedad aragonesa.
«Un golpe helado para Marisa que tanto te ha adorado y cuidado, para Teresa y Alberto, para tus nietas Vera y Ara que cuando las tenías en tus brazos revivías a pesar de tus heridas oncológicas, así como para el resto de la familia”, ha recordado Sarría, que se siente como todos los amigos del histórico socialista aragonés: «Huérfanos de su sabiduría, su lealtad, su autenticidad y sencillez».
La elegía ha recordado «el listón muy alto» que el ejeano ha dejado en su pueblo, en la provincia de Zaragoza y en Aragón, las tres instituciones que ha dirigido en su dilatada carrera política. «Has gobernado teniendo el aprecio y admiración, no solo de tus compañeros, sino también de tus adversarios y por supuesto de amplios sectores de la sociedad».
“Tu pasión política, anteponiendo siempre los intereses públicos ha sido y será un ejemplo para las futuras generaciones y tus ideas sobre el socialismo democrático y la unidad de España date por seguro que no caerán en saco roto», ha aseverado Sarría en su emotivo texto.
Machado
El final lo ha puesto recordando a Antonio Machado, otro de los referentes intelectuales de Lambán. «Está al partir la nave nunca ha de tornar y como tú rememorabas, siguiendo a don Antonio Machado, te encontramos a bordo ligero de equipaje, casi desnudo como los hijos de la mar”, ha concluido el recuerdo. Cerrado, eso sí, con el «que la tierra le sea leve» con el que Lambán se ha despedido siempre de sus compañeros.
Texto íntegro leído por Jesús Sarría
«Se ha muerto como del rayo Javier Lambán, a quien tanto quisimos. Es de justicia recordar en este trance a tu admirado poeta Miguel Hernández. Él nos dio las palabras necesarias para tu elegía compañero del alma, tan temprano, un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado.
Un golpe helado para Marisa que tanto te ha adorado y cuidado, para Teresa y Alberto, para tus nietas Vera y Ara que cuando las tenías en tus brazos revivías a pesar de tus heridas oncológicas, así como para el resto de la familia.
Un hachazo invisible para tus amigos, que nos dejas huérfanos de tu sabiduría, de tu lealtad, de tu autenticidad y sencillez.
Un empujón brutal te ha derribado, pero antes has dejado muy alto el listón de la alcaldía de Ejea, de la presidencia de la Diputación Provincial de Zaragoza y de la presidencia del Gobierno de Aragón, instituciones que has gobernado, teniendo el aprecio y admiración, no solo de tus compañeros, sino también de tus adversarios y por supuesto de amplios sectores de la sociedad.
Tu pasión política, anteponiendo siempre los intereses públicos ha sido y será un ejemplo para las futuras generaciones y tus ideas sobre el socialismo democrático y la unidad de España date por seguro que no caerán en saco roto.
Javier llegó el día del último viaje y está al partir la nave que nunca ha de tornar y como tú rememorabas, siguiendo a don Antonio Machado te encontramos a bordo ligero de equipaje, casi desnudo como los hijos de la mar.
Que la tierra sea leve compañero del alma, Ejeano, compañero.










