Fernando Andreu (Aragón Privacidad): «Somos la voz de un derecho que a veces molesta»

La asociación, que agrupa a profesionales de la protección de datos, la ciberseguridad y el cumplimiento normativo, celebra este martes sus jornadas anuales con el foco en la IA y la protección de la infancia en el entorno digital

En un mundo cada vez más digitalizado, la privacidad se ha convertido en un derecho fundamental bajo constante amenaza. Para abordar este y otros desafíos, hace cuatro años nació una asociación que agrupa a profesionales dedicados a la protección de datos, ciberseguridad y cumplimiento normativo en la comunidad autónoma. Se llama Aragón Privacidad y celebra este jueves en Zaragoza sus IV jornadas anuales, donde se abordará temas candentes como la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) o la protección de la Infancia en el entorno digital.

La asociación aglutina actualmente a unos 40 profesionales y organizaciones —desde juristas especializados hasta empresas de ciberseguridad— con el doble objetivo de fomentar la cultura de la privacidad y proteger a los colectivos más vulnerables.

Difundir la cultura de la privacidad

«Hablamos de menores, mayores o personas con discapacidad, aquellos que no siempre pueden discernir los riesgos que asumen al compartir sus datos», explica Fernando Andreu, nuevo presidente de Aragón Privacidad, que ha abierto así una nueva etapa con su nombramiento y la renovación de la junta directiva de la asociación.

Andreu asumió este cometido en enero de 2025 con al visión clara consolidar la organización como referente consultivo. «Somos la voz de un derecho que a veces molesta, pero es esencial», concluye. Mientras, la asociación sigue navegando en un mar de desafíos, donde educar y prevenir son las mejores herramientas frente a la creciente ola digital. El reto es difundir la cultura de la privacidad y las buenas prácticas, así como poner valor la figura profesional de este sector.

Uno de los pilares de la asociación es la formación. «Organizamos talleres prácticos, colaboramos con ayuntamientos en guías para mayores y trabajamos con centros educativos», detalla. La meta es clara: reducir la brecha digital y alertar sobre peligros como la sobreexposición de menores en redes sociales. «Los niños tienen acceso a tecnología sin entender sus riesgos. Los padres y colegios deben colaborar para que la digitalización sea segura», insiste.

Menores y redes sociales

La relación de los menores con la tecnología será precisamente uno de los asuntos que se abordarán en las IV Jornadas de Protección de Datos que Aragón Privacidad ha organizado este jueves, 8 de mayo, en el edificio Santa Cruz (sede del Grupo San Valero-USJ). Una de las mesas analizará el uso del primer móvil y las normas de convivencia digital.

CARTEL

Cartel de las IV Jornadas de Protección de Datos que Aragón Privacidad. / El Periódico

Otra de las ponencias se centrará en temas como la privacidad laboral, donde la desconexión digital en la práctica a la vigilancia en el trabajo. La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) también está teniendo una gran incidencia en el campo de la protección de datos. Este asunto se analizará en otra de las mesas, bajo el título Automatizar la privacidad: cuando la anonimización se convierte en ventaja competitiva. «¿Quién alimenta a la IA? Si las herramientas son económicas, suelen usar datos sin filtros», advierte Andreu.

El evento contará con la participación del presidente adjunto de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), Francisco Pérez Bes, en su primera visita a Zaragoza tras los cambios en el organismo.

El futuro: centros de datos y ciberseguridad

Aunque el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) es flexible, Andreu señala que la velocidad de la tecnología exige más. «Europa legisla a contrarreloj con normas sobre IA o ciberseguridad, pero el ciudadano a menudo prioriza la comodidad sobre su privacidad», destaca.

Un ejemplo de ello es aceptar cookies sin leer o compartir datos en apps por inmediatez. «La solución está en la privacidad desde el diseño. Tenemos que preguntarnos hasta dónde estamos dispuestos a ceder información», reflexiona.

Con Aragón posicionándose como hub tecnológico gracias a la atracción de centros de datos, la asociación aboga por fomentar la transparencia. «Que la privacidad y la seguridad sean banderas», subraya. En este sentido, la ciberseguridad juega un rol clave. «Es el medio para garantizar el fin: datos protegidos. Las empresas, grandes o pequeñas, deben invertir en ello proporcionalmente», sostiene.