Motín y pánico en la enésima jornada negra del Cercanías madrileño: «Nosotros atrapados y Óscar Puente toda la mañana tuiteando»

«El ministro está ocupado provocando un conflicto con Argentina», le ha espetado delegado de Movilidad Borja Carabante

No era la primera vez que la red de Cercanías de Madrid experimentaba una situación caótica, pero la de hoy es de esas gotas que colman vasos. Primero, por la reiteración de incidencias que se llevan acumulando en los últimos meses. Segundo porque, si siempre es inoportuno, un lunes después de puente enerva mucho más. Y tercero, por las situaciones que se han llegado a vivir en algunas vías.

El reloj marcaba las 8.15 de este lunes cuando un convoy de la línea C-8 se detenía a unos 500 metros de Atocha, a la altura de la calle Téllez. Tras una hora de espera dentro de los vagones, «sin aire, con las puertas cerradas y sin información», tal y como denunciaron los afectados, desde Adif explican a este diario que «un pasajero accionó el aparato de alarma». Las puertas se abrieron y cientos de usuarios emprendieron la marcha, andando por los raíles hasta la estación.

«Al producirse este hecho, y con el fin de garantizar la seguridad, durante 20 minutos se interrumpió la circulación de los trenes del Corredor del Henares… Es peligroso y está prohibido caminar por las vías«, remarcan desde Adif, que hicieron «todo lo posible» para blindar la correcta llegada de los viandantes hasta la terminal.

Pero los cabreos ya estaban servidos. Del «es tercermundista» al «quieren que no usemos el transporte público», las críticas y enfados no sólo se repetían en esta romería de damnificados, también en gran parte de la red de Cercanías de la región (líneas C-1, C-2, C-7, C-8 y C-10) donde muchos madrileños eran conscientes de que llegarían tarde a sus trabajos o a sus citas médicas.

Entre indignación y desahogos, muchos apuntaban como máximo responsable al ministro de Transportes, Óscar Puente, al que le continúan reclamando, desde hace meses, una «mayor inversión» en trenes e infraestructura. Pero el responsable de esta cartera, muy activo en X (antiguo Twitter), sólo utilizó esta red social para sacar pecho por los datos de empleo -presentados ayer- o para cargar contra Feijóo, no para abordar la situación que se estaba viviendo en Madrid. «Nosotros atrapados y él toda la mañana tuiteando», apuntaba otro damnificado.

Otros, y también a través de X, le mandaban mensajes. «Luego dirá que lo del servicio de Cercanías también es un bulo», le espetaba Inma. «Puente está más centrado en lo que va a desayunar hoy Milei que en el desastre de los Cercanías: trenes estropeados y los viajeros encerrados», apuntaba otro joven.

Esta coyuntura ha tenido, como ya es habitual, su vertiente política. «El ministro está ocupado provocando un conflicto con Argentina«, tuiteaba el delegado de Movilidad del Ayuntamiento de la capital, Borja Carabante. El consejero de Transportes de la Comunidad, Jorge Rodrigo, ha llegado a enviar una carta a Puente expresándole su preocupación por el servicio de Cercanías madrileño. «Los usuarios han tenido que terminar el trayecto hasta la estación de Atocha caminando sobre las vías… Es inadmisible esta situación que, como usted sabe, no es nueva», alega Rodrigo, añadiendo: «Esta falta de diligencia en la convocatoria de las reuniones afecta gravemente a los principios de cooperación, gobernanza y transparencia que deberían regir la relación entre nuestras administraciones«.

La Asociación de Consumidores y Usuarios de Valdemoro (Acusval) también se mostró muy preocupada por esta coyuntura y remitió un escrito a la Fiscalía pidiéndole que investiguen este suceso por si fuera «constitutivo de delito». «Tenemos noticias de ataques de ansiedad y ahogamientos a raíz del temor de muchos usuarios a permanecer encerrados en los vagones a pocos metros de su destino sin que nadie fuera en su ayuda», aseguran a este diario fuentes de la asociación.