PSOE, injusto snob, por Alfonso Ussía

Dado que nuestro actual Rey no es partidario de conceder nuevos títulos, propongo a los socialistas una relación de Reales Dignidades que podrían sustituir a los suspendidos por la Ley de la Envidia Histórica

Al PSOE, de siempre, le han gustado más los títulos nobiliarios que a un sindicalista los mariscos de cola. Le producen picor de envidia. De ahí su obsesión, aplicando la Ley del Rencor Histórico, por eliminar los títulos –no todos– concedidos en el franquismo y también –no todos– los otorgados por el Rey Juan Carlos I. Dado que nuestro actual Rey no es partidario de conceder nuevos títulos, propongo a los socialistas una relación de Reales Dignidades que podrían sustituir a los suspendidos por la Ley de la Envidia Histórica, algunos de ellos sorprendentes.
A José Antonio Primo de Rivera, asesinado en Alicante por el Frente Popular, le derogaron el título. Así como a don José Calvo Sotelo, líder de la Oposición asesinado por la Guardia de Asalto de la República por órdenes de Largo Caballero y Prieto, le han dejado sin su merecido ducado. Como al conde del Alcázar de Toledo, concedido al general Moscardó por la heroica defensa del Alcázar, reconocida y elogiada universalmente.
Al general bilaureado Varela también lo han borrado de la relación de marqueses, con la cantidad de marqueses que no le llegan a la punta de los pies.
El conde la Cierva, inventor del autogiro, también ha desaparecido de la Nobleza, como al duque de Carrero Blanco, asesinado por la ETA, hoy partido cogobernante de España. Y los primeros títulos concedidos por el Rey, duque de Franco, y señor de Meirás, también a la papelera.
No obstante, por la vinculación con Prisa y el diario El País de alguno de sus descendientes, se ha salvado de la quema el condado de Pradera, concedido por el Generalísimo en 1949 «a don Víctor Pradera y Larumbe figura relevante del partido tradicionalista, orador y político, defensor de la unidad de la Patria, asesinado por los separatistas» según reza el decreto de su concesión.
Javier Pradera, el comisario y editorialista de El País (q.e.p.d) no habría tolerado que su familia se quedara sin título. De tal forma, que para rellenar los huecos, propongo a Sánchez que imponga al Rey las siguientes concesiones.
Duque de las Nubes con G. de E. a don Pedro Sánchez Pérez-Castejón.
Duquesa de La Complutense, con G. de E. a doña Begoña Gómez y Fernández.
Marquesa de Sevilla y Olé, a doña María Jesús Montero Cuadrado.
Marqués de de San Túnel, a don Oscar Puente.
Marqués de la Amnistía, a don Félix Bolaños.
Marqués de la Paz Hispánica, a don Arnaldo Otegui.
Marqués de Waterloo, a don Carlos Puigdemont.
Marqués de Pito Sobornado, a don José María Enríquez Negreira.
Conde de la Prevaricación, a don Baltasar Garzón.
Conde del Genocidio, a don Santiago Carrillo Solares ( a título Póstumo)
Conde de Santa Retambufa del Nervión, a don Fernando Grande-Marlasca.
Vizconde de la Navata de Galapagar, a don Pablo Iglesias Turrión.
Vizcondesa del Santo Sufrimiento, a doña Jeni Hermoso.
Vizconde de la Melancolía, a don Rafael Simancas.
Vizconde de los Vientos Maquetos, a don Francisco –Pachi– López.
Vizcondesa de Mascarillas, a doña Francina Armengol.
Barón de Caracas a don José Luis Rodríguez Zapatero.
Barón de la Lealtad, a don Luis (Koldo) García.
Barón de Pianos-bares a don José Luis Ábalos.
Baronesa de Nada, a doña Mónica García.
Concesión del tratamiento de Serenísimas Altezas Reales con autorización de bordarse una Corona sobre la tetilla izquierda ´´El´, y la tetilla derecha –Ella” a los excelentísimos señores Duques de las Nubes y Duques de la Complutense.
Se presenta, se firma, y ya está.