Feijóo amenaza con una investigación sobre los negocios de la mujer de Sánchez

El PP se vuelca contra los contactos de la esposa del presidente con Air Europa, empresa rescatada en la pandemia, y el Gobierno utiliza de nuevo a Ayuso para despejar las explicaciones

Sánchez aprobó dos ayudas a Globalia que plantean conflicto de interés por su mujer

El conflicto de Sánchez y Begoña Gómez con Air Europa podría acabar en el Supremo

Pim, pam, pum. Por tercera vez consecutiva, la sesión de control del Congreso al Gobierno, o al revés, se ha convertido en un ‘y tú más’ de ida y vuelta entre la oposición y el Ejecutivo. El PP acorrala al PSOE por el caso Koldo y los socialistas se revuelven sacando a la palestra a Isabel Díaz Ayuso por la investigación fiscal a su novio. Sus señorías se lanzan a la cabeza líos que afectan a sus entornos más cercanos y el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, ha ido un paso más allá ante la ausencia de explicaciones de Pedro Sánchez. Si nada cambia, ha amenazado, promoverá una investigación parlamentaria específica sobre Begoña Gómez, la esposa del presidente, por sus contactos con Air Europa, aerolínea rescatada en plena pandemia del Covid-19 con vínculos con Víctor de Aldama, comisionista del caso Koldo.

En pleno cara a cara con Sánchez, en una intervención más solvente que las dos anteriores, Núñez Feijóo ha subrayado que ya van tres veces en las que ha pedido información al jefe del Ejecutivo sobre el caso Koldo y sobre las reuniones entre su mujer y la aerolínea rescatada. El Consejo de Ministros aprobó un desembolso de 475 millones de euros para la compañía el 3 de julio del 2020 y, antes y después, Gómez se citó con el entonces consejero delegado de Globalia —matriz de Air Europa—, Javier Hidalgo, para abordar dos proyectos en los que participó también De Aldama.

«Si cree que ha resuelto las dudas de lo que ha pasado en su Gobierno y en su partido, y de lo que ha pasado en su casa, se equivoca. Van tres veces que le pido explicaciones. Si no las da, habrá una investigación específica a su entorno, parlamentaria seguro y quizá judicial», ha dicho Núñez Feijóo al final de su pregunta, abriendo también la puerta a emprender algún tipo de acción judicial. Sánchez, como hizo la semana pasada, ha respondido echando balones fuera y exigiendo al líder de la oposición la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por el fraude fiscal de su pareja, Alberto González Amador, quien dejó sin pagar a Hacienda más de 350.000 euros por ingresos de casi dos millones de euros por la venta de mascarillas en 2020.

Núñez Feijóo ha recordado a Sánchez que, como él decía, «gobernar no es vivir en La Moncloa». Él ha recogido ese guante para lanzarse a por la baronesa madrileña: «Tampoco es vivir en pisos valorados en más de un millón de euros pagados en gran medida por defraudar a Hacienda». Tras acusar al PP de atacar a la Fiscalía, a la Agencia Tributaria y a periodistas, esto último por las amenazas a ‘elDiario.es’ del jefe de gabinete de Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, el presidente ha reclamado entre risas el cese de la jefa del Ejecutivo regional madrileño.

Más duro si cabe que el careo entre presidente y líder de la oposición ha sido, después, el enfrentamiento entre la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, y la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. La primera ha acusado al Ejecutivo de cambiar las puertas giratorias por «puertas abiertas a comisionistas» y de haber concedido el primer rescate, «qué casualidad», a Air Europa. Montero ha negado la mayor y ha garantizado que el primero fue a una pyme, dentro de los 140.000 millones de euros destinados a «conservar el tejido productivo de este país».

«A la primera empresa le otorgaron cerca de 800 millones de dinero entre la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) y el ICO (Instituto de Crédito Oficial)», ha insistido Gamarra, en alusión a los ingresos de 800 millones de euros que recibió la familia Hidalgo por el rescate de Air Europa y Ávoris, con De Aldama en nómina. Según la número dos del PP, esa ayuda está vinculada a la trama de corrupción del caso Koldo. A Montero, de paso, la ha acusado de convertirse en «la filtradora del Consejo de Ministros», tras haber trascendido la investigación fiscal a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Acusaciones cruzadas

«Mienten sobre las ayudas a Air Europa. Hicieron lo mismo con Plus Ultra y se archivó la causa», ha respondido Montero, quien, tras pedir también responsabilidades políticas a Díaz Ayuso, ha afirmado que el PP debería explicar si, como se ha publicado, la empresa en la que trabajaba la mujer de Núñez Feijóo recibió una ayuda de más de 100.000 euros de la Xunta de Galicia. De esposa a esposa. Entonces, el secretario general del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso, José María Figaredo, ha echado en cara a Montero la supuesta revelación de información privilegiada para atacar a sus adversarios políticos. De nuevo, la vicepresidenta ha desviado el foco y le ha pedido la misma contundencia con el PP.

El portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Cámara Baja, Miguel Tellado, ha aseverado con vehemencia que es corrupción tanto prometer impunidad a cambio de votos, en alusión a la ley de amnistía, como que «familiares del Gobierno mantengan reuniones con empresarios que luego reciben ayudas». «Tú, tú, tú», señalaban con gestos ostensibles diputados socialistas desde su bancada, incluido el secretario de Organización, Santos Cerdán. En el sumario del caso Koldo, el que era asesor de José Luis Ábalos cuando era ministro de Transportes y número tres socialista, Koldo García, presumía de una reunión que iba a concertar con Tellado, pero que luego nunca se produjo.

En su réplica, el ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha respondido con suficiencia que el portavoz popular debería leer más. Desde el sumario del caso, donde aparece «con nombre y apellidos», hasta la ley de amnistía, que según él deja fuera la corrupción porque no ampara la malversación en casos de enriquecimiento, pasando por el informe de la Comisión de Venecia, ensalzado por el Gobierno como un aval al olvido legal del ‘procés’ a pesar de los numerosos reproches del organismo.

El comodín de Ayuso, constante

La popular Sofía Acedo criticaba después que el archivo de la denuncia de la Oficina de Conflictos de Intereses trascendiese en una rueda de prensa en Ferraz, pero Bolaños ha defendido la independencia del órgano —dirigido por una funcionaria, ha dicho, nombrada por el Gobierno de Mariano Rajoy— y de nuevo ha tirado del comodín de Díaz Ayuso. «Yo no le hablaré de testaferros con derecho a roce, se lo dejo a machirulos de su Gobierno», ha apostillado Acedo, en alusión a unas polémicas declaraciones del ministro de Transportes, Óscar Puente. Bolaños, de nuevo, Ayuso, Ayuso, Ayuso.

La portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, se ha medido también al titular de Justicia, a quien ha agradecido que, al menos en esta sesión, no haya comenzado felicitándose a sí mismo. «Tenga cuidado porque los aprendices de tirano no soportan que haya dobles de ellos», ha dicho con sorna Millán, desatando la ira de Bolaños: «Le ruego que se ahorre el tono amenazante y clasista de su intervención». Aitor Esteban, del PNV, lamentaba la deriva «vergonzosa» de las sesiones de control, pero después de él todo ha seguido igual.

Elías Bendodo y Rafael Hernando (PP) han abordado al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Unos pedían su dimisión, el otro se defendía recordando el uso que hicieron los populares del Ministerio del Interior con la famosa ‘policía patriótica’. Después el también popular Sergio Sayas ha preguntado a Puente por el posible vínculo entre el caso Koldo y la visita a España de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez —cuando tenía prohibido pisar suelo europeo y, aun así, se reunió con Ábalos en el aeropuerto— y este, como era de esperar, ha mirado hacia otro lado. Como novedad, en vez de apuntar directamente a Díaz Ayuso, le ha preguntado a Núñez Feijóo si al menos pedirá la dimisión del jefe de gabinete de la presidenta, Miguel Ángel Rodríguez. Otra sesión donde el Gobierno pide a la oposición la asunción de responsabilidades.