La ministra Robles alega que nuestro país ya está implicado en otras 17 misiones en el exterior
España vuelve a nadar en dirección contraria a Europa. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha ratificado este viernes la negativa del Gobierno a participar en eventuales misiones para patrullar el mar Rojo ante los ataques de los hutíes que están poniendo en jaque el comercio mundial. La titular de Defensa alega que, por el momento, no conoce los términos en los que estas operaciones se concebirían y que España está implicada ahora mismo en otras 17 misiones en el exterior.
Así lo ha trasladado ante la propuesta de la Unión Europea (UE) de crear una nueva misión y tras negar la participación española en la propuesta por Estados Unidos. Ante los medios de comunicación reunido en un acto del CESEDEN, ha recalcado que no conoce los planes de la UE.
«No sabemos qué misión va a haber», ha insistido Robles, que en cualquier caso ha hecho hincapié en que la postura de España respecto a este conflicto internacional es «no intervenir en el mar Rojo».
Agradecimiento de los terroristas
La legislatura recién estrenada de Sánchez se ha visto sumida en varias polémicas internacionales a causa de su equidistancia con ciertos grupos terroristas, como es el caso de los hutíes, manchando así la imagen exterior de España respecto a los países occidentales.
El pasado 24 de diciembre, el viceministro de Asuntos Exteriores de los hutíes, Hussein Al-Ezzi, felicitó mediante su cuenta de X (antes Twitter) al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por no dejarse «influir» por las «mentiras americanas y británicas en materia de navegación marítima».
Miembros de la Guardia Costera de Yemen afiliados al grupo hutí patrullan el mar RojoAFP
Este agradecimiento de los terroristas de Yemen se produjo después de que Margarita Robles anunciase que España no participaría en la coalición del mar Rojo si no es al amparo de la OTAN o de la Unión Europea. Hoy, tras conocerse que la participación comunitaria, España también ha declinado.
Frente a la creciente amenaza que representa la situación en el mar Rojo para el comercio internacional, dado que un tercio del tráfico marítimo de contenedores y el 12 % del suministro mundial de petróleo transitan por esta vía naval, Estados Unidos tomó la iniciativa de liderar una coalición con el objetivo de repeler estos ataques. Sin embargo, desde el inicio, el Gobierno de Pedro Sánchez ha mostrado públicamente su negativa a participar en la misión internacional contra los hutíes.
Cabe recordar, asimismo, el pinchazo diplomático de Sánchez –que debilitó al extremo las relaciones de España con Israel– al ganarse también la felicitación de los terrorista de Hamás tras un discurso en Egipto. Al igual que hicieron los hutíes, el grupo terrorista que desencadenó la guerra en Gaza elogió también a Sánchez: «Apreciamos la postura clara del presidente español, Pedro Sánchez, que condenó las matanzas indiscriminadas del Estado ocupante contra civiles en la Franja, y apuntó la posibilidad de que su país reconozca unilateralmente el Estado palestino, si la Unión Europea no da este paso».
Rendición a Sumar
La falta de condena por parte de Sánchez a los citados grupos terroristas no es más que un peaje más para poder gobernar junto a Sumar sin conflictos. El grupo liderado por Yolanda Díaz exigió que Sánchez defendiese el reconocimiento del Estado de Palestina cuando se medían las fuerzas para conseguir apoyos a la investidura.
Asimismo, Ernest Urtasun y Sira Rego (ministros de Sánchez que pertenecen a Sumar) rechazaron en el Parlamento Europeo reconocer el derecho de Israel a defenderse, iniciativa que tuvo 500 votos a favor.
