Page, contra el «mercadeo» de Sánchez con Junts: «Si lo pidiese Vox, estaríamos escandalizados»

El presidente de Castilla-La Mancha denuncia que Puigdemont «trabaja con la idea de que todos los que estamos aquí seamos extranjeros»

«Los independentistas quieren que se gobierne con una camisa de fuerza puesta«. Fiel a su estilo, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha cargado duramente contra lo vivido el pasado miércoles en el Senado. En concreto, contra la última ocurrencia de Junts, el partido «supremacista», según palabras del propio dirigente socialista, que ha exigido las competencias de inmigración. «Si las competencias las pidiese Vox, se escandalizaría todo el mundo».

Y es que, a juicio de García-Page la delegación de competencias de inmigración, por mucho que el Gobierno se afane en relativizar, «no es constitucional». Así lo ha manifestado durante un acto en Yunquera de Henares (Guadalajara), donde ha señalado que Puigdemont «trabaja con la idea de que todos los que estamos aquí seamos extranjeros». O lo que es lo mismo, el líder independentista «quiere las competencias» para que todos los españoles sean «extranjeros». Tan claro lo tiene el presidente de Castilla-La Mancha que no ha dudado en asegurar que «si por Puigdemont fuera, yo sería extranjero».

En este punto, ha lanzado un mensaje a Pedro Sánchez y el Ejecutivo, que este fin de semana se reúne con sus ministros en Quintos de Mora: «Me gustaría que aprovechen este fin de semana para pensar a dónde conduce esto». Porque ha insistido en que le preocupa el «mercadeo» que ha introducido Moncloa en sus negociaciones para mantenerse en el poder.

Pese a que el Ejecutivo ha intentado minimizar el alcance de esta exigencia, la misma que el lehendakari vasco Íñigo Urkullu pidió ayer, García-Page tiene claro que «no es constitucional», pues afecta a una cuestión de «soberanía» como la inmigración y las fronteras. En definitiva, y tras lo acontecido el pasado miércoles en la Cámara Alta con la votación de los decretos anticrisis, el barón socialista asegura que «España es un laberinto sin salida».