El Rey pronuncia su mensaje de Navidad con la amnistía como tabú y los socios de Sánchez al acecho

Para Felipe VI, 2023 ha sido un año de claros y oscuros: su primogénita ha alcanzado la mayoría de edad, pero la que la oposición llama «ley de impunidad» ha comprometido su figura

Diez años han pasado ya desde que el Rey Felipe VI entró por primera vez en millones de hogares españoles en Nochebuena, como había hecho hasta entonces su padre. Con quien, precisamente, se reencontró esta semana con motivo del 60 cumpleaños de la Infanta Elena.
Don Felipe pronunciará este domingo su décimo mensaje de Navidad, en medio de una profunda división social por la amnistía y en un año de claros y oscuros para la Corona. Por una parte, es el año en el que la Princesa Leonor ha alcanzado la mayoría de edad y ha jurado la Constitución ante las Cortes. «Me debo desde hoy a todos los españoles, a quienes serviré en todo momento con respeto y lealtad. No hay mayor orgullo. En este día tan importante, que voy a recordar siempre con emoción, les pido que confíen en mí, como yo tenga puesta toda mi confianza en el futuro de nuestra nación, en el futuro de España», afirmó el 31 de octubre.
Los Reyes, la Infanta y el presidente del Gobierno aplauden a la Princesa Leonor tras su juramento

Los Reyes, la Infanta y el presidente del Gobierno aplauden a la Princesa Leonor tras su juramento EFE

Por la otra, la figura del monarca se ha visto irremediablemente comprometida por la decisión de Pedro Sánchez de amnistiar a los responsables del procés, incluido al mayor enemigo declarado de la Corona, Carles Puigdemont. Una decisión que, de facto, supone una enmienda al histórico discurso que pronunció el Rey el 3 de octubre de 2017. Y una ley orgánica que Felipe VI deberá sancionar con su firma, una vez que las Cortes la aprueben.

La figura del Rey se ha visto comprometida por la ley de amnistía de Sánchez y sus socios

Ha sido un comienzo de curso agitado para el monarca, que entre agosto y octubre tuvo que convocar dos rondas de consultas con los responsables políticos para la investidura. Y tras la primera de ellas ocurrió algo insólito: tanto Alberto Núñez Feijóo como Pedro Sánchez se postularon, obligando al Rey a elegir entre el candidato ganador y el que tenía opciones reales de ahormar una mayoría.
El Rey junto a Alberto Núñez Feijóo, este martes en la Zarzuela

El Rey junto a Alberto Núñez Feijóo, en la ronda de consultas de agostoEFE

A ninguna de las dos rondas acudieron ERC, Junts, Bildu ni el BNG, todos ellos socios de Sánchez, que asimismo faltaron al juramento de la heredera. Al plantón a la Infanta Leonor se apuntó también el PNV. En su discurso con motivo de la solemne apertura de la XV legislatura, el pasado 29 de noviembre, el Rey agradeció «la colaboración de los grupos políticos de la Cámara que comparecieron en el procedimiento de consultas, facilitando así el ejercicio de la función que la Constitución me encomienda».
Aquella fue una intervención de trascendencia política, en la que Felipe VI impugnó el discurso del «muro» de Sánchez, aunque el presidente no se diera por aludido. El jefe del Estado reivindicó el «entendimiento mutuo sin imposiciones ni exclusiones» y la «voluntad de integración que enriquece, con la diversidad y el pluralismo, nuestro proyecto común, nuestro vínculo emocional y solidario como Nación».
El de este domingo también tendrá carga política, porque Don Felipe no ha rehuido ningún año su papel de árbitro ante los espectadores españoles. La anterior Nochebuena, el Rey alertó de los peligros de la «división», el «deterioro de la convivencia» y la «erosión de las instituciones» para la democracia española. E hizo un llamamiento a «fortalecer» las instituciones españolas, en medio de la crisis institucional que desató la dimisión del presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, la ruptura de las negociaciones entre socialistas y populares por culpa del delito de sedición y el choque entre el Parlamento y el Tribunal Constitucional, que impidió una votación en el Senado.

La Constitución

Es previsible que Felipe VI reivindique la vigencia de la Constitución en su mensaje navideño, puesto que ésa es una constante en sus intervenciones. Precisamente este viernes Pedro Sánchez Alberto Núñez Feijóo pactaron la reforma del artículo 49, que previsiblemente será aprobada por el Congreso en enero.
También esta semana, la Cámara Baja admitió a trámite una proposición de ley de Sumar para, entre otras cosas, despenalizar el delito de injurias a la Corona. El voto favorable del PSOE fue imprescindible para que siguiera su trámite parlamentario. La Monarquía es y seguirá siendo esta legislatura una de las principales fijaciones de los socios de Sánchez. Lo menos que pretenden es acotar su inviolabilidad, reconocida en el artículo 56.
Éste y su Gobierno han dejado solo al Rey en sus dos últimos viajes al extranjero: a Kuwait, con motivo del fallecimiento del emir, Ahmed Al Nawaf Al Sabah; y a Argentina, para asistir a la toma de posesión de Javier Milei como presidente. Ningún ministro le acompañó.
En su intervención, es probable que Don Felipe haga mención también a la Presidencia española de turno de la UE, recién terminada, y a las guerras en Ucrania y Gaza. Asimismo, en sus anteriores mensajes de Nochebuena ha hablado siempre de la situación económica, que este año sigue lastrada por la inflación. También es costumbre que apele a la unidad de los españoles para avanzar.