La Comisión Europea desmiente a Bolaños y reitera su preocupación por la ley de amnistía

El ministro se reafirma: «Repito palabra por palabra, hay cero preocupación»

La crisis institucional en España se enquista en el escenario europeo

En una rarísima intervención política, la Comisión Europea desmintió este viernes al nuevo ministro español de Justicia, Félix Bolaños, y aclaró que mantiene sus dudas sobre la adecuación de la ley de amnistía al derecho europeo. El día anterior, Bolaños había dicho a la salida de su reunión en Bruselas con el comisario de Justicia, Didier Reynders, que en el Ejecutivo comunitario había«cero preocupación» por la situación del Estado de derecho en España.

El portavoz del área de Justicia de la Comisión respondió este viernes refutando esta afirmación. «El comisario no dijo que la ley de amnistía no plantea preocupaciones», clarificó respecto a una reunión en la que Reynders expreso claramente sus varias inquietudes al ministro español y le confirmó que su departamento seguirá analizando este proyecto legislativo durante la tramitación parlamentaria.

No es frecuente que la Comisión Europea desmienta de forma directa al representante del Gobierno de un país miembro y menos aún si se trata del que ejerce la presidencia semestral, lo que da una idea de la importancia simbólica de la declaración que se pronunció en la sala de prensa. La Comisión quería dejar claro que, por lo que respecta a la situación de la Justicia en España, «el análisis sigue en marcha, por tanto en ese sentido el comisario no dijo que la ley de amnistía no plantea preocupaciones» y que, por tanto, lo que Bolaños proclamó con reiteración ante los periodistas no se correspondía con la realidad.

Y para análisis más puntillosos, esta sería la primera vez en la que en un comunicado de la Comisión sobre el Estado de derecho en España no aparece ninguna referencia a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), lo que permitía repartir los reproches tanto al Gobierno como a la oposición, sino que se habla exclusivamente de la ley de amnistía, es decir, que el mensaje se dirigía específicamente a Bolaños.

En conversaciones informales, funcionarios europeos relacionados con el caso reconocían que se habían sentido incómodos y sorprendidos por la actitud arrogante del ministro español, que habría rebasado los límites que se esperan de cualquier responsable europeo. Comentarios acerca de que «un ministro no puede poner por su cuenta la versión que quiera de la posición de la Comisión» se escucharon ayer en el edificio Berlaymont, sede de la más importante institución de la Unión Europea (UE), para describir una situación que no se produce a menudo. «No se puede decir así, abiertamente, pero lo que dijo Bolaños no es verdad», han confirmado en privado funcionarios europeos.