La amnistía desata una fuga masiva de votantes del PSOE e impulsa a Feijóo 2,3 puntos en un mes

La amnistía y el resto de las cesiones de Pedro Sánchez a independentistas catalanes, vascos y gallegos han provocado una auténtica desbandada entre sus votantes. Ahora bien, en caliente y sobre el papel, sin elecciones a la vista. El PSOE pierde 2,1 puntos desde los comicios del 23 de julio, se deja entre siete y nueve escaños, tiene un 12 % de indecisos, otro 9,4 % de votantes que votaría en blanco o nulo y se desploma en fidelidad de voto hasta niveles nunca vistos en el sanchismo: solo el 60,5 % de los electores que votaron a Sánchez lo haría hoy de nuevo, una vez que han podido leer con sus propios ojos los acuerdos alcanzados por el PSOE con Junts, ERC, el PNV y el BNG. No así con Bildu, porque no hay un solo papel firmado con el partido de Arnaldo Otegi. Que se sepa.

La encuesta mensual de Target Point para El Debate refleja cómo el enfado de los votantes socialistas propulsa a Alberto Núñez Feijóo, que sube 3,7 puntos desde las elecciones generales y 2,3 puntos desde el sondeo de octubre. Con todo, el PP subiría de 137 escaños a una horquilla de entre 150 y 152. Lo que, sumado a los entre 28 y 30 escaños de Vox, sitúa al centro derecha por encima de la mayoría absoluta incluso en la parte baja.

Esto supone un vuelco respecto a la encuesta de octubre, que daba como opción más factible una coalición entre el PSOE y Sumar con el apoyo de los independentistas. Aunque, eso sí, con Sánchez más preso de un Junts en ascenso, que lo sigue estando: hace un mes, el partido de Carles Puigdemont se situaba en una horquilla de entre 8 y 9 diputados (tiene siete); ahora es de entre 9 y 10.

Entonces, en octubre, el PSOE no había hecho públicos su proposición de ley de amnistía ni tampoco el detalle de sus pactos. A ello se unen la enorme movilización social de las últimas semanas y el rechazo de decenas de colectivos a lo que la oposición llama «ley de impunidad», abanderada por todos los estamentos del Poder Judicial. Todo ello ha supuesto una tormenta perfecta para el PSOE; que, no obstante, podrá esperar a que escampe bajo el paraguas del Gobierno, y ése es mucho paraguas.

El trabajo de campo del sondeo se realizó entre los días 13 y 16 de noviembre. Es decir, desde el día en que el PSOE registró su proposición de ley de amnistía y hasta la investidura de Sánchez. Son 1.080 entrevistas en toda España, con un margen de error del +-2,98 %. Y en un momento de altísimo voltaje, con la sociedad partida en dos.

El PP es el «partido refugio», según explica el sociólogo de Target Point, José Manuel Silva. Su subida se produce a costa tanto de Vox como del PSOE. Recibe una transferencia de voto de Vox del 9,9 % (electores que votaron a Vox en julio y ahora votarían al PP) y del 7,6 % en el caso del PSOE. Según el sondeo, PP es el único que sube, en medio de la rebelión cívica.

Por el contrario, el partido de Santiago Abascal pierde seis décimas en el último mes, del 11,9 % de intención de voto al 11,3 %. Son 1,1 puntos menos desde generales, que se traducen en la pérdida de entre tres y cinco escaños. Hoy obtendría entre 28 y 30 diputados, frente a los 33 que tiene actualmente. Aunque la fidelidad de sus votantes se mantiene en niveles muy altos. Concretamente, en el 85,1 %.

Por primera vez, el PP gana en el apartado de simpatía o cercanía a partidos políticos. Se identifican con él el 24,8 % de los encuestados, frente al 20 % del PSOE. También por primera vez, Feijóo se sitúa como el líder mejor valorado, partiendo de la baja valoración que tienen todos ellos. Y Sánchez cae a la tercera posición. Los encuestados ponen al primero una nota media de 3,16 puntos, y 2,91 puntos al presidente. Entre medias de ambos se sitúa Yolanda Díaz, con 3,03 puntos.

Aunque muchos votantes del PSOE no están contentos con los pactos de Sánchez, los de Sumar sí. El partido gana una décima desde la encuesta de octubre y se queda en el 11,9 % de intención de voto, que equivaldría a entre 28 y 30 escaños. Desde las generales pierde cuatro décimas.

Los acuerdos no están beneficiando a todos los partidos independentistas por igual. Crece Junts pero ERC pasaría de siete escaños a entre cinco y seis. Tampoco corren buenos tiempos para el PNV, que en el mejor de los casos podría mantener sus cinco diputados y, en el peor, perder uno. Por el contrario, Bildu sigue al alza y no solo amarra sus seis escaños, sino que estaría en disposición de conseguir el séptimo. Entre sus logros recientes está haber conseguido que Sánchez se reuniera y fotografiara con sus portavoces en el Congreso y el Senado. Como con cualquier otro partido.