La presidenta socialista del Congreso de los Diputados introdujo en su intervención tres versos de tres poetas, uno vasco, otro valenciano y otra gallega
Era sabido por todos el orden que seguiría la ceremonia de la jura de la Constitución de la Princesa Leonor ante las Cortes Generales este 31 de octubre, día en que cumple la mayoría de edad. Se abriría la sesión y tras la lectura del acuerdo del Consejo de Gobierno, intervendría la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol. Posteriormente, sería el turno de la heredera al trono, que pronunciaría el juramento sobre la Carta Magna.
Sin embargo, había cierta expectación sobre lo que diría la presidenta de la Cámara en su discurso, especialmente por el contexto político en el que se produce. Sin ir más lejos, este lunes, la víspera de esta ceremonia solemne e histórica para España, el número tres del PSOE se reunía con el prófugo de la Justicia Carles Puigdemont, de quien, entre otros, depende la permanencia o no de Pedro Sánchez al frente del Gobierno de coalición.
Además, se iba a producir ante la ausencia prevista de los partidos separatistas aliados del jefe del Ejecutivo la pasada legislatura y previsiblemente la que viene. Ni ERC, ni Bildu, ni Junts ni el PNV estaban en la sesión plenaria. Ni tampoco los ministros de Podemos Ione Belarra, Irene Montero y Alberto Garzón, ni buena parte de grupo parlamentario de Sumar. Y solo dos días después de que el propio Sánchez defendiera la amnistía con todas las letras ante el Comité Federal del PSOE en Cataluña.
«Majestades, señoras y señores diputados, senadores y senadoras, presidente del Gobierno, vicepresidentas, ministros y ministras, autoridades, amigos y amigas. Bienvenidos y bienvenidas a las Cortes Generales», comenzaba el discurso de Armengol empleando ya desde el inicio el lenguaje inclusivo del que hace gala el Gobierno en todas sus intervenciones y que utilizó a lo largo de todo el discurso. Recordando el juramento que prestó el Rey Felipe VI a sus 18 años, en 1986, aludió a los cambios que se habían producido en aquel entonces, cuando gobernaba el socialista Felipe González.
«Nuestro país acababa de integrarse en lo que hoy es la Unión Europea, despegaba económicamente, empezaba a recibir personas migrantes —cuando hasta hacía poco éramos un país de éxodo—, y se empezaban a aprobar leyes que iban a suponer hitos fundamentales para la lucha por los derechos de las mujeres», expresó. Señaló también a la »dura batalla« que se libraba aún entonces con el terrorismo, y a la puesta en marcha del servicio universal de sanidad y la escolarización pública y gratuita, que fue »accesible para todos y para todas«, dijo. «Han pasado 37 años y somos, de forma más robusta y profunda, aquel país democrático y libre», subrayó.
Apuntó, asimismo, que hoy España tiene «peso en el mundo», es referente en Europa, y es «es uno de los más avanzados en igualdad de género y también está a la cabeza en el reconocimiento de derechos sociales para nuestra gente», presumió Armengol. Habló la presidenta del Congreso de los Diputados de los retos que se abren, como el de «abordar con urgencia la crisis climática», o «la lucha contra la violencia de género», insistió, o la mejora del modelo económico «para que sea más justo y equitativo». «Ser una mujer joven en la España de hoy —como lo es la Princesa de Asturias— es saber que enfrentarnos a estos desafíos es la única manera de caminar hacia un futuro digno de ser vivido. Y debemos hacerlo juntos, todos y todas», hizo hincapié.
No faltó en su discurso la introducción de tres de las lenguas regionales: el valenciano, citando al poeta Vicent Andrés Estellés, el euskera, aludiendo a un poema del escritor vasco Felipe Juaristi, y al gallego, con un verso de la poeta Xohana Torres.
Precisamente algo más de un mes, y como una cesión más al separatismo, el Congreso aprobó la polémica iniciativa del PSOE para implantar el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara Baja.
Su discurso no fue aplaudido por ningún diputado de la formación que preside Santiago Abascal, que antes de la ceremonia denunció ante los medios que «mientras la Princesa jura la Constitución, padecemos un Gobierno en funciones que está dispuesto a pisotearla».