La OMM declara que El Niño ha comenzado y pide a los gobiernos que se preparen para limitar sus efectos

La Organización Meteorológica Mundial pronostica que existe un 90 % de probabilidad de que el evento de El Niño continúe durante la segunda mitad del año

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha anunciado que las condiciones meteorológicas del fenómeno ‘El Niño’ se han desarrollado en el Pacífico tropical por primera vez en siete años y avisa de que probablemente provocará un aumento de la temperatura global.
‘El Niño’, que afecta a los patrones climáticos y al régimen de tormentas disruptivos en distintas partes del planeta, conllevará un probable aumento de las temperaturas globales, según una nueva actualización de la OMM, que llevaba varios meses avisando de la creciente posibilidad de que se desarrollase.
Ahora, la OMM pronostica que existe un 90 por ciento de probabilidad de que el evento de El Niño continúe durante la segunda mitad de 2023, aunque al menos espera que su fuerza sea «moderada».

El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, ha advertido de que la aparición de El Niño aumentará «en gran medida la probabilidad de romper récords de temperatura y desencadenar un calor más extremo en muchas partes del mundo y en el océano».

Por ello, destaca que la declaración de El Niño por parte de la organización es «la señal» para que los «gobiernos de todo el mundo» movilicen los preparativos para limitar su impacto en la salud, los ecosistemas y la economía.
Taalas ha defendido la importancia de las alertas tempranas y la acción anticipatoria de los fenómenos meteorológicos extremos asociados con este importante fenómeno climático. «Son vitales para salvar vidas y medios de subsistencia», subraya.
El fenómeno de El Niño sucede de media cada dos a siete años con episodios que tienen una duración aproximada de entre nueve a 12 meses. Aunque es un patrón climático que ocurre naturalmente asociado con el calentamiento de las temperaturas de la superficie del océano en el Océano Pacífico tropical central y oriental, tiene lugar en el contexto de un clima modificado por las actividades humanas.
El pasado mes de mayo, la OMM ya predijo en un informe que existía una probabilidad del 98 por ciento de que, al menos en uno de los próximos cinco años, y el período de cinco años en su conjunto, sea el más cálido registrado, superando el récord.
Además, dicho informe, dirigido por la Organización Meteorológica del Reino Unido con socios de todo el mundo, también dijo que existe un 66 por ciento de probabilidad de que la temperatura global promedio anual cerca de la superficie entre 2023 y 2027 sea temporalmente más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales durante al menos un año.
Así, el director del Servicio Climático Prof. Chris Hewitt ha manifestado que esto es «otra llamada de atención», una «alerta temprana» de que aún no se va en la buena dirección para limitar el calentamiento dentro de los objetivos establecidos en París en 2015, diseñados para reducir sustancialmente los impactos del cambio climático.
Hasta la fecha, 2016 era el año más cálido jamás registrado a nivel mundial por la OMM, debido al «doble golpe» de un evento de El Niño «muy poderoso» y al calentamiento inducido por los humanos debido a los gases de efecto invernadero. En 2022, la temperatura media global fue aproximadamente 1,15 °C por encima del promedio de 1850-1900 debido al enfriamiento de ‘La Niña’ de triple inmersión.

Previsión

Normalmente, El Niño suele generar un aumento de las precipitaciones en partes del sur de América del Sur, el sur de los Estados Unidos, el Cuerno de África y Asia central. Sin embargo, también puede provocar sequías severas en Australia, Indonesia, partes del sur de Asia, América Central y el norte de América del Sur.
En el verano boreal, el agua cálida de El Niño puede generar huracanes en el Océano Pacífico central/oriental, mientras que podría dificultar la formación de huracanes en la cuenca del Atlántico.
En un reciente informe la OMM, en sus ‘Actualizaciones Climáticas estacionales Globales’ ha incorporado la influencia de otros principales impulsores del clima, como la Oscilación del Atlántico Norte, la Oscilación Ártica y el Dipolo del Océano Índico.
Así, observa que puesto que las temperaturas de la superficie del mar estarán más cálidas que el promedio esto contribuirá a las temperaturas superiores a las normales en las áreas terrestres. La última actualización, del mes de julio, pronostica que «sin excepción», se esperan anomalías de temperatura positivas «en todas las áreas terrestres del hemisferio norte y sur».