La AEMET actualiza la previsión del tiempo para el verano de 2023 en España: ¿cómo serán las lluvias y las temperaturas?

«Podría situarse entre los 5 más cálidos de los últimos 30 años»

En los últimos años, España ha experimentado veranos más cálidos de lo normal. El de 2022 fue extremadamente caluroso, con una temperatura media sobre la península de 24,0 °C, 2,2 °C por encima de la media. Pero lo que viene podría ser aún peor.. La última previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) indica que este verano, que dará comienzo el próximo 21 de junio, se prevé de nuevo muy caluroso y con tormentas «más abundantes que otros veranos» en Españadespués de la primavera más cálida en los últimos 62 años.

En rueda de prensa para avanzar las características climatológicas de esta primavera y la predicción de los próximos tres meses, el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, ha explicado que las probabilidades apuntan a un verano no solo cálido, sino «muy cálido», y tormentoso. «No podemos saber aún si será más caluroso que el verano del año pasado, pero podría situarse entre los 5 más cálidos de los últimos 30 años», ha explicado.

Por su parte, Estrella Gutiérrez, portavoz y jefa del Departamento de Coordinación de Delegaciones Territoriales de la Aemet ha subrayado que existe una “alta probabilidad” de que el trimestre veraniego de junio a agosto vaya a ser “más cálido de lo normal en todo el país”, especialmente en Baleares y Canarias (70% de probabilidades de que así lo sea), y la mitad oriental peninsular (60% de probabilidades). Además, según el modelo de Copernicus de la UE, hay entre un 50% y un 70% de probabilidades (incluso más del 70% en el entorno de los archipiélagos) de que este verano esté entre uno de los cinco más cálidos entre 1993 y 2016.

En cuanto a las precipitaciones para esta estación veraniega, que durará aproximadamente 93 días y 16 horas, hay un 50% de probabilidades de que sea más lluvioso de lo normal en el tercio este peninsular y Baleares, y un 40% de que lo sea en la vertiente atlántica, mientras que no existe una señal clara de cómo se comportará en el área cantábrica y en Canarias. Según Del Campo, “no es raro” que se produzca “algún episodio de lluvias torrenciales” en el área mediterránea, como ocurrió en julio de 2017. Pese a ello, el portavoz ha lamentado que la realidad es que aunque llueva durante estos meses, las precipitaciones normalmente no suelen ser abundantes como para paliar situaciones de sequía meteorológica. «Habrá que esperar a otoño a ver cómo evoluciona la situación de escasez de agua», ha añadido.

“Tres de las cuatro últimas estaciones han sido las más cálidas: verano y otoño del año pasado, y la primavera de 2023, que supera a la primavera de 1997, la más cálida hasta ahora, por 0,3 grados. Nos vamos acostumbrando a que cosas que parecían insólitas vayan produciéndose con cierta frecuencia”, ha comentado Del Campo.

Por otra parte, y con respecto a la primavera meteorológica -que comprende los meses de marzo, abril y mayo- la Aemet ha resaltado que fue la más cálida de la serie histórica nacional, es decir, desde 1961. Resultó ser “extremadamente cálida” con una temperatura media de 14,2 grados en la España peninsular, y supera en 0,3 grados a la más cálida hasta ahora, que fue la del año 1997. Marzo fue muy cálido (11,6 grados de media, el tercero más caluroso desde 1961), abril también resultó muy cálido (14,9 grados, el más caluroso del registro histórico) y mayo acabó siendo normal (16,1 grados, el 20º más caluroso). Del Campo ha destacado que entre los días 25 y 29, de abril todas las jornadas fueron «las más cálidas para esas fechas desde, al menos, 1950»; Córdoba alcanzó una temperatura máxima de 38,8 grados, la más alta registrada en la España peninsular en abril.

Respecto a las precipitaciones, ha sido la segunda primavera más seca de la serie histórica con una precipitación acumulada en la España peninsular de 95 litros por metro cuadrado, cifra que corresponde únicamente al 53 por ciento del valor normal dentro del período de referencia 1991-2020. «Tan solo la primavera de 1995, con 85 litros por metro cuadrado, fue más seca que la de 2023, y son los únicos casos, desde al menos 1961, en que no se llegan a acumular como mínimo 100 litros por metro cuadrado en primavera», ha confirmado la Aemet.