Núñez Feijóo acepta el desafío: «Habrá un debate ‘cara a cara’ con Sánchez»

Tras asegurar que «no se va a esconder del señor Sánchez», el líder del PP ha aceptado tener ese «cara a cara», no sin antes insistir en que los «debates se negocian»

«Los debates se negocian, no se obligan, ni los establece una parte interesada». De este modo arrancaba el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, su respuesta al desafío planteado este lunes por el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Un órdago, el de protagonizar seis enfrentamientos «cara a cara», más propio de una «película del oeste», tal y como ha asegurado el líder de los populares.

Sin embargo, lejos de rehuir el envite, Núñez Feijóo plantará cara a Sánchez. Así lo ha confirmado en el programa de Carlos Alsina, en Onda Cero, donde ha asegurado comprender las «urgencias y ocurrencias» del líder del PSOE, que «no puede salir a la calle ni hacer mítines -en clara alusión a los abucheos-, ni puede movilizar a su partido». Sin embargo, ha querido dejar claro que todo eso no le incumbe, «no es problema mío».

Tras asegurar que «no se va a esconder del señor Sánchez», el líder del PP ha aceptado tener ese «cara a cara», no sin antes insistir en que los «debates se negocian» y que no aceptará imposiciones de alguien que «no ha querido debatir los asuntos del Estado con la oposición». En este sentido, ha señalado que debatirá «en el formato que se acuerde, con criterios de proporcionalidad e imparcialidad». En definitiva, serán los equipos de ambos partidos quienes concreten el formato.

¿Pactos futuros con Vox?

Ante las elecciones generales que se celebrarán el próximo 23 de julio, Núñez Feijóo mantiene la misma línea argumentativa sobre la que versa su campaña: «Yo no gobernaré si no gano las elecciones». Hilo argumentativo que ya utilizó en las comicios municipales y autonómicos del pasado mes de mayo y que han colocado en una situación controvertida a muchos alcaldes del PP y a algún presidente autonómico, como María Guardiola en Extremadura, que empatada a votos con Guillermo Fernández Vara, sí se muestra dispuesta a gobernar. En este asunto, el líder del PP sigue a rajatabla su mantra «que gobierne la lista más votada», pese a lo que eso implica, y pide a Vox que facilite la investidura de Guardiola.

Eso sí, si el PSOE no acepta estas reglas, entonces se jugará con las que hay en este momento. Y es aquí donde Núñez Feijóo ha dado carta blanca a sus barones para intentar las investiduras. A saber: el PP depende del sí de Vox en la Comunidad Valenciana, Extremadura y Aragón; y de su abstención en la Región de Murcia y Baleares.

Por su parte, y ya en el ámbito nacional, todo lo que no sea lograr una mayoría absoluta para gobernar supone un paso atrás ( o un paso al lado) para el presidente del PP. Y todo ello sin saber qué opina el propio Pedro Sánchez de ese polémico mantra de que gobierne la lista más votada. Un lema que se repite en cada una de las elecciones, pero que nunca llega a materializarse por intereses partidistas.

Ahora su máxima preocupación es que todos los españoles puedan ejercer su derecho al voto el 23 de julio, dejando a un lado las acusaciones de «pucherazo» de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, contra Pedro Sánchez. «No es normal que más de dos millones de ciudadanos vayan a estar fuera de casa en la fecha en la que el señor Sánchez ha elegido que sean las elecciones», ha destacado Núñez Feijóo ante los micrófonos de Onda Cero. Por ello, para facilitar el voto por correo, plantea ampliar los horarios de Correos, abriendo incluso los fines de semana. Hay que recordar que el Ejecutivo anunció la formalización de 5.500 contratos de refuerzo en toda España para garantizar el cumplimiento de las obligaciones durante el proceso electoral. Una cifra que apenas cubre la mitad de los efectivos exigidos por los sindicatos.

Adiós a los ministerios de Montero y Garzón

Si los astros se conjugan y Alberto Núñez Feijóo gana las elecciones tiene un plan previsto que pasa por un estricto ajuste del gasto público, en contraste con el «despilfarro» del actual Ejecutivo. Un ajuste que pasa por reducir el elevado número de ministerios y altos cargos. Una exorbitada cifra a la que se llegó de la mano del Gobierno de coalición PSOE-Podemos.

En concreto, el líder del PP ha comentado que, durante su época en el Gobierno de José María Aznar, había carteras que eran subdirecciones generales. «El Ministerio de Consumo era una Subdirección General en el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Igualdad era un departamento dentro de otro Ministerio», ha matizado. Así, tras apuntar directamente a los ministerios de Irene Montero y Alberto Garzón, Núñez Feijóo ha dicho que tampoco comprende que el Ministerio de Seguridad Social esté fuera del de Trabajo o que haya un Ministerio de Universidades, otro de Cultura y otro de Educación, con «este gasto público exorbitante». Por todo ello, ha asegurado que «habrá cinco o seis ministerios que sobren en España» y que reducirá el número de secretarios de Estado, subsecretarios, directores generales y asesores.

La Ley Trans, «un disparate»

La derogación del «sanchismo» forma parte también de ese plan. El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno tiene entre sus objetivos cambiar el CIS de José Félix Tezanos, derogar la Ley de Memoria Democrática y la Ley Trans, así como estudiar en profundidad la Ley de la Eutanasia. A juicio de Feijóo, la Ley Trans «atenta contra los menores, los padres, los médicos, los colectivos feministas y contra el más elemental sentido». Asegura que es más fácil cambiarse de sexo que sacarse el carné de conducir: «Basta con ir al registro y decir que desde hoy eres un señor. Es un disparate».

En materia de legislación laboral, Núñez Feijóo deja claro que cualquier cambio será dialogado y si es posible, pactado: «No haré nada sin hablar y negociar con los agentes sociales». Por otra parte, si llega a ser presidente del Gobierno, el líder del PP se compromete a rebajar el IRPF en los primeros cien días a las rentas de menos de 40.000 euros o a poner en marcha una nueva ley del Poder Judicial.