La voladura de una presa en Ucrania sumerge 80 poblaciones y obliga a evacuar a más de 17.000 personas

El área más afectada por la inundación va a ser la margen izquierda del río Dniéper, la que está bajo control de las tropas rusas

La caída de la presa de Kajovka amenaza Jersón y a miles de personas entre un nuevo cruce de acusaciones entre Rusia y Ucrania

Los ingenieros aseguran que «el agua que la presa tiene acumulada puede arrasar todo lo que encuentre a su paso»

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha denunciado hoy ante los nueve dirigentes del grupo de Bucarest que la voladura de la presa de Kajovka, situada en zona ocupada por Rusia, ha dejado 80 poblaciones del país «bajo el agua». Zelenski, que ha intervenido en el evento de forma telemática, ha señalado que, debida a la fortaleza de los muros del dique, «es físicamente imposible volarla de esta manera desde el exterior, mediante bombardeos. Se colocaron explosivos» y esa zona está bajo control ruso.

El presidente ucraniano ha descartado también posibles negligencia, a su jucio, se trata de una explosión deliberada. «Sabían exactamente lo que estaban haciendo (…) decenas de miles de personas se encuentran ahora en peligro». «Rusia ha detonado una bomba de destrucción medioambiental masiva. Es un verdadero ecocidio», afirmó.

El fiscal general de Ucrania, Andri Kostin, acaba de anunciar en Twitter que «más de 40.000 personas podrían estar en zonas inundadas. Las autoridades ucranianas están evacuando a más de 17.000 personas. Desgraciadamente, más de 25.000 civiles se encuentran en el territorio bajo control ruso».

Esta mañana, Zelenski reunió de urgencia al Consejo de Seguridad Nacional del país para analizar las medidas a aplicar ante la catástrofe. A través de Twitter, el máximo dirigente ucraniano llamó «terroristas» a las fuerzas rusas y subrayó que «la destrucción de la central hidroeléctrica de Kajovka únicamente confirma a todo el mundo que deben ser expulsados de todas las esquinas del territorio ucraniano. No debe dejárseles un solo metro, porque utilizan cada metro para sembrar el terror». Según sus palabras, «sólo la victoria de Ucrania logrará que vuelva la seguridad, y esta victoria llegará. Los terroristas no podrán detener a Ucrania con agua, misiles o cualquier otra cosa».

«La presa fue minada»

El comandante en jefe del Mando Conjunto del Ejército ucraniano, el general Sergui Naev, citado por la agencia Ukrinform, sostiene que «el mando militar anticipó acciones hostiles por adelantado, incluidas aquellas para socavar la central hidroeléctrica de Kajovka». Con anterioridad, el mando operativo del grupo de tropas ucranianas Sur en su página de Facebook señala que fueron los militares rusos los que volaron la presa y la central hidroeléctrica. Según datos de la Inteligencia militar, el asesor de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, declaró ante las cámaras de televisión que la presa «fue minada por efectivos de la Brigada Motorizada de Infantería rusa número 205». Daria Zarivna, también asesora del jefe de la oficina de la Presidencia de Ucrania, estimó que «el propósito del bombardeo fue un intento de interrumpir la contraofensiva ucraniana».

Moscú y Kiev se han acusado mutuamente de la total destrucción, esta madrugada, de la presa de Kajovka y de la central hidroeléctrica del mismo nombre, ubicadas en Nóvaya Kajovka, en la parte de la región de Jersón bajo ocupación rusa. Ambas infraestructuras, a juzgar por los vídeos difundidos por agencias y redes sociales, se encuentran ya bajo las aguas del río Dniéper y decenas de localidades se están empezando a inundar.

Esta catástrofe, que tendrá consecuencias ecológicas, y causará serios perjuicios al abastecimiento de agua y electricidad, además de un nuevo éxodo de población, parece poco probable que la haya provocado el Ejército ucraniano con el simple propósito de culpabilizar a Rusia. Al principio, las autoridades de la administración rusa de ocupación de Nóvaya Kajovka, localidad ya completamente inundada, aseguraron que la destrucción de la presa había sido «parcial», pero lo cierto es que no ha quedado nada de ella.

Moscú y Kiev se han acusado mutuamente de la total destrucción, esta madrugada, de la presa de Kajovka y de la central hidroeléctrica del mismo nombre

Se ha puesto en marcha el operativo de evacuación de las zonas que se están quedando bajo el agua. En Kiev creen además que este desastre podría afectar a la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, situada mucho más arriba en el curso de río y cuyas aguas utiliza para su refrigeración, aunque el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) no ve riesgos por el momento.

El jefe de la Administración prorrusa de Nóvaya Kajovka, Vladímir Leóntiev, admite en declaraciones recogidas por la agencia Interfax que «en este momento, el aumento del agua es de unos 5 metros. Las zonas ribereñas, aguas abajo, están todas inundadas, además de Nóvaya Kajovka, Dnepriani, Korsunka y más allá». Las personas afectadas están siendo trasladadas, «pero no habrá una evacuación a gran escala». Leóntiev señala también que el alcantarillado está inundado y hay muchas líneas eléctricas cortadas. Según sus cálculos, «podrían surgir problemas con el suministro de agua a Crimea». Y no solamente, en Krivói Rog, en la región bajo control de Kiev, de Dnipropetrovsk, mucho más al norte de Nóvaya Kajovka, ya hablan de cortes en el suministro de agua.

En la sala de turbinas

El servicio de prensa de la empresa estatal de energía hidroeléctrica, Ukrhidroenergo, emitió un comunicado asegurando que «la central hidroeléctrica de Kajovka ha quedado completamente destruida como resultado de la explosión de la sala de turbinas, no va a poder ser reconstruida». «A partir de la mañana del 6 de junio, el nivel del agua en el embalse de Kajovka está disminuyendo rápidamente y ha comenzado la evacuación de la población de las áreas amenazadas de inundación (…) la disminución incontrolada del agua en el embalse es un peligro adicional para la central nuclear de Zaporiyia, capturada por las tropas rusas, ya que es necesaria para que la planta reciba alimentación para los condensadores de las turbinas y los sistemas de seguridad», subraya la nota de Ukrhidroenergo.

Se da la circunstancia de que el área más afectada va a ser la margen izquierda del río Dniéper, que se encuentra en la parte de Jersón bajo ocupación rusa. Pero el Ministerio de Interior ucraniano también ha anunciado evacuaciones en la zona de Jersón bajo control de Kiev, en la orilla derecha del río. Interior advirtió que están amenazadas las localidades de Nikolaevka, Olgovka, Levo, Tiaguinka, Poniatovka, Ivanovka, Tókarevka, Pridneprov, parte de la ciudad de Jersón y la isla Korabel. El agua inunda ya algunas zonas de la ciudad de Jersón.

El Ministerio de Interior ucraniano también ha anunciado evacuaciones en la zona de Jersón bajo control de Kiev, en la orilla derecha del río

Pero el Kremlin niega la implicación de Rusia en lo sucedido. Según el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, «podemos afirmar inequívocamente que estamos hablando de un sabotaje deliberado por parte de Ucrania, que fue planeado y llevado a cabo por órdenes del régimen de Kiev», acusaciones que Zelenski ha rechazado mientras su Ministerio de Exteriores ha solicitado una reunión «urgente» del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

La central hidroeléctrica Kajovka ha estado en funcionamiento desde 1956. La presa proporcionaba la regulación del flujo del Dniéper para el suministro de energía, riego a las regiones áridas del sur, abastecimiento de agua en general y la navegación desde Jersón a Zaporiyia. Desde allí comienza el Canal de Crimea del Norte, que conduce el agua potable a la península de Crimea y ahora quedará completamente seco.