No ha sentado nada bien en Israel la intromisión del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en sus asuntos internos.
Sánchez difundió el sábado un vídeo donde, hablando en nombre de la Internacional Socialista que preside, apoyó a los manifestantes israelíes que salieron a la calle en la jornada de ayer para protestar por la reforma judicial en Israel.
«Queridos amigos israelíes, nosotros, como socialistas internacionales, siempre hemos luchado por la libertad, la igualdad, la justicia y la democracia», que «son valores que no podemos dar por descontados y que tenemos que promover y defender día a día. Ahora, como siempre, la Internacional Socialista se solidariza con el pueblo de Israel. Queridos amigos, siempre nos encontrarán en la lucha por la democracia», fueron las palabras de Sánchez.
El gobierno israelí, sin embargo, no se ha quedado indiferente ante las palabras del presidente español y líder de la Internacional Socialista.
El ministro de Exteriores del Estado de Israel, Eli Cohen, en una diplomática, pero contundente respuesta, expresó su rechazo a la intromisión de Sánchez en los asuntos internos de su país.
«Ninguna entidad extranjera decidirá por el pueblo israelí. Estoy seguro de que Sánchez no tenía esa intención. Como alguien que apoya la reforma, no tengo ninguna duda de que (la reforma) fortalecerá la democracia y equilibrará la autoridad», dijo el ministro Eli Cohen.
Las palabras de Sánchez tuvieron mucho eco mediático en Israel. El
histórico diario local The Jerusalem Post, le dedicó una
amplia cobertura y difundió el vídeo de Sánchez en su portal web, así como la respuesta de Cohen.
La defensa de Sánchez a las protestas en Israel contra la reforma de la Justicia resulta aún más sorprendente si se tiene en cuenta que en España el jueves pasado las principales asociaciones de jueces y fiscales españolas han declarado una huelga indefinida contra el Ejecutivo.
En Israel, el epicentro de las protestas este jueves se ha situado en la ciudad de Tel Aviv. La concentración masiva, que ha reunido a 180.000 personas en la metrópoli mediterránea, ha contado con el importante respaldo del juez del Tribunal Superior Yoram Danziger y con el director del Colegio de Abogados y Premio Nobel Amit Bacher.
Ambos pronunciaron discursos desde la tribuna principal de la manifestación donde rechazaron una reforma que, según sus críticos, acabará con la separación de poderes y erosionará la independencia judicial.
Los manifestantes difundieron un manifiesto donde advirtieron que «cuando la Knesset (parlamento israelí) se vuelva a reunir y el golpe judicial se vuelva inminente, saldremos cientos de miles de personas a protestar por todo el país. Sólo hay una línea de defensa que separa a Israel de la dictadura: cientos de miles de ciudadanos decididos en las calles».
Sin embargo, no sólo los contrarios a la reforma judicial han expresado su opinión en las calles. El jueves, 150.000 personas favorables a la reforma se manifestaron en Jerusalén.
Los opositores de izquierda al gobierno criticaron esa manifestación y aseguraron que «las imágenes impactantes de manifestantes golpeando a jueces del Tribunal Supremo nos recuerdan a las manifestaciones organizadas por el régimen de los ayatolás en Irán. Es ahí adonde nos arrastra el gobierno israelí y hay que detenerlo»
Sánchez difundió el sábado un vídeo donde, hablando en nombre de la Internacional Socialista que preside, apoyó a los manifestantes israelíes que salieron a la calle en la jornada de ayer para protestar por la reforma judicial en Israel.«Queridos amigos israelíes, nosotros, como socialistas internacionales, siempre hemos luchado por la libertad, la igualdad, la justicia y la democracia», que «son valores que no podemos dar por descontados y que tenemos que promover y defender día a día. Ahora, como siempre, la Internacional Socialista se solidariza con el pueblo de Israel. Queridos amigos, siempre nos encontrarán en la lucha por la democracia», fueron las palabras de Sánchez.El gobierno israelí, sin embargo, no se ha quedado indiferente ante las palabras del presidente español y líder de la Internacional Socialista.El ministro de Exteriores del Estado de Israel, Eli Cohen, en una diplomática, pero contundente respuesta, expresó su rechazo a la intromisión de Sánchez en los asuntos internos de su país.«Ninguna entidad extranjera decidirá por el pueblo israelí. Estoy seguro de que Sánchez no tenía esa intención. Como alguien que apoya la reforma, no tengo ninguna duda de que (la reforma) fortalecerá la democracia y equilibrará la autoridad», dijo el ministro Eli Cohen.Las palabras de Sánchez tuvieron mucho eco mediático en Israel. El histórico diario local The Jerusalem Post, le dedicó una amplia cobertura y difundió el vídeo de Sánchez en su portal web, así como la respuesta de Cohen.La defensa de Sánchez a las protestas en Israel contra la reforma de la Justicia resulta aún más sorprendente si se tiene en cuenta que en España el jueves pasado las principales asociaciones de jueces y fiscales españolas han declarado una huelga indefinida contra el Ejecutivo.En Israel, el epicentro de las protestas este jueves se ha situado en la ciudad de Tel Aviv. La concentración masiva, que ha reunido a 180.000 personas en la metrópoli mediterránea, ha contado con el importante respaldo del juez del Tribunal Superior Yoram Danziger y con el director del Colegio de Abogados y Premio Nobel Amit Bacher.Ambos pronunciaron discursos desde la tribuna principal de la manifestación donde rechazaron una reforma que, según sus críticos, acabará con la separación de poderes y erosionará la independencia judicial.Los manifestantes difundieron un manifiesto donde advirtieron que «cuando la Knesset (parlamento israelí) se vuelva a reunir y el golpe judicial se vuelva inminente, saldremos cientos de miles de personas a protestar por todo el país. Sólo hay una línea de defensa que separa a Israel de la dictadura: cientos de miles de ciudadanos decididos en las calles».Sin embargo, no sólo los contrarios a la reforma judicial han expresado su opinión en las calles. El jueves, 150.000 personas favorables a la reforma se manifestaron en Jerusalén.
Los opositores de izquierda al gobierno criticaron esa manifestación y aseguraron que «las imágenes impactantes de manifestantes golpeando a jueces del Tribunal Supremo nos recuerdan a las manifestaciones organizadas por el régimen de los ayatolás en Irán. Es ahí adonde nos arrastra el gobierno israelí y hay que detenerlo»
