El Casademont Zaragoza arrolla al Fuenlabrada y da otro paso adelante hacia la salvación (71-85)

El conjunto aragonés suma su sexta victoria de la temporada ante un rival que apenas resistió los cinco primeros minutos de la contienda.

Otro paso adelante. El Casademont superó este sábado al Fuenlabrada, colista de la Liga Endesa, en un duelo que dejó prácticamente sentenciado en la primera mitad. El cuadro aragonés, muy superior en todos los órdenes del juego, apenas encontró resistencia de un rival indeciso y timorato, sin alma, sin fe, con importantes carencias en los dos lados de la pista y que no obtiene una victoria desde el pasado 5 de noviembre, cuando se impuso al Manresa -penúltimo clasificado-. Con el triunfo conquistado -el sexto de la temporada-, los zaragozanos no sólo avanzan hacia la salvación; al mismo tiempo, asestan una puñalada prácticamente definitiva al equipo madrileño, que ya suma hasta 13 derrotas consecutivas y se encamina irremediablemente a la Liga LEB.

En el inicio, el Casademont fio la mayoría de sus ataques al lanzamiento triple, una solución inquietante cuando, además, se trata del peor equipo de la Liga Endesa en este apartado estadístico. Sant-Roos y Yusta fallaron sus primeros lanzamientos, y el cuadro aragonés enseguida se encontró con una desventaja de cinco puntos (5-0) en el marcador, a los 90 segundos del duelo. Sin embargo, sí acertaron después los mismos protagonistas, ambos desde el perímetro -primero el cubano y posteriormente el español-, y los visitantes modificaron el escenario con una rapidez imprevista (5-10). Y cuando los locales amenazan con reaccionar, tres nuevos zarpazos desde más allá del arco -uno de Yusta y dos de Iván Cruz- aumentaron la renta de los zaragozanos (9-19) a los seis minutos de juego. El entrenador de los madrileños, Óscar Quintana, tuvo que detener el encuentro.

Tras el tiempo muerto, el Fuenlabrada se afanó por defender el tiro exterior, quedando expuesto bajo el aro. Desajustes en la pintura de los que se beneficiaron Aday Mara, Iván Cruz y Santi Yusta para edificar una ventaja de 11 tantos al cierre del acto inaugural (20-31). Por entonces, los aragoneses presentaban un 60% de efectividad en los lanzamientos triples, al haber convertido 6 de sus 10 intentos.

En el segundo cuarto, el Casademont siguió anotando con suma facilidad. Simanic, Jovic, Sant-Roos y Hlinason hallaron importantes fisuras en la defensa de los locales, especialmente quebradiza en el juego interior. Y el Fuenlabrada, a falta de una propuesta colectiva solvente, se agarraba a las acciones individuales de Eyenga y de Juan Fernández para no enarbolar la bandera blanca antes del cuarto de hora.

Los locales tiraron de casta y apelaron a su amor propio para tratar de reducir distancias en el marcador; pero su baloncesto es lento, pesado, plano, muy previsible, por lo que apenas encuentra situaciones ventajosas para anotar. Mientras, el Casademont sí generó lanzamientos liberados, de nuevo desde el perímetro -Jovic e Iván Cruz-, y alcanzó el intermedio con la máxima ventaja del partido (33-53) y sensaciones muy positivas en su juego. Los madrileños, por contra, abandonaron la pista abatidos y en medio de una sonora pitada de su propia afición.

En el intermedio, el cuadro aragonés exhibía un acierto del 50% en los triples (8 de 16) y del 75% en los tiros de 2 (12 de 16), con Iván Cruz (13 puntos) y Howard Sant-Roos (11) como principales argumentos ofensivos.

En los primeros compases del segundo tiempo, se mantuvo el guion. Los locales presentaron un desatino gigantesco en sus acciones de ataque, consecuencia de su anarquía y sus malas selecciones de tiro. El Casademont disfrutaba de un duelo plácido y sosegado, sin apenas oposición. Ni siquiera después, cuando sí acertó desde el perímetro, pudo comprometer el Fuenlabrada la victoria de los zaragozanos. Dos triples consecutivos de Prince Ali, y otros dos posteriores de Novack no se tradujeron en una posible remontada porque el cuadro aragonés, muy poco exigido, también facturaba con una comodidad asombrosa. Ahora eran Yusta y Jovic quienes más castigaban las desatenciones de su oponente. A la media hora, el Casademont continuaba gobernando el duelo con autoridad (55-74).

Permanentemente superado, el Fuenlabrada fue incapaz, sobre todo, de contener la particular exhibición de Howard Sant-Roos. El cubano finalizó la contienda con 34 créditos de valoración, fundamentados en 24 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en 34 minutos de juego. Hubo un tramo, ya en los compases finales, donde el equipo local sí hurgó por momentos en los defectos habituales del Casademont -precipitaciones, falta de estabilidad, fases de desconcierto…-. Sin embargo, la escuadra de Óscar Quintana nunca aspiró a la remontada; sólo le permitió reducir las diferencias en el marcador (71-85) ante un rival que por entonces, sintiéndose ganador, había abandonado rutinas y automatismos, y había dejado de defender.

Ficha técnica

71 – Carplus Fuenlabrada (20+13+22+16): Novak (8), Eyenga (9), Kromah (5), Ali (11), Okouo (2) -cinco titular- Juan Fernández (10), Caroline (6), Lewis (2), Marc García (9), Ngouama (9).

85 – Casademont Zaragoza (31+21+22+11): Wright (-), Yusta (15), Hlinason (9), Cruz (15), Sant-Roos (24) -cinco titular-, Mara (6), Simanic (6), Jovic (10), Ponitka (-), Nguirane (-).

Árbitros: Juan Carlos García González, Javier Torres y Raúl Zamorano. Sin eliminados

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 20ª de la Liga Endesa disputado en el Pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada ante 4.901 spectadores. En la previa los jugadores y el trío arbitral posaron con una pancarta en la que se leía el mensaje «Sin respeto no hay deporte. Todos contra la LGTBIfobia». Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los terremotos de Turquía y Siria.