La Eurocámara condena a Marruecos por encarcelar periodistas con la oposición de los socialistas españoles

Por primera vez en 27 años, el Parlamento Europeo condenó el incumplimiento por Marruecos de los derechos humanos y le sancionó, además, por corromper a diputados

El Parlamento Europeo votó, hoy a mediodía, por primera vez en más de un cuarto de siglo, una resolución condenando la violación de los derechos humanos en Marruecos y sancionó, además, a ese país, como ya hizo con Qatar en diciembre pasado, por fomentar una trama de corrupción. En anteriores ocasiones había criticado la política migratoria, pero nunca la ausencia de libertades y el acoso a periodistas y activistas.

La resolución salió adelante por 356 votos a favor, 32 en contra y 42 abstenciones. La mayoría de los votos de rechazo (17) son de diputados socialistas españoles. Solo la presidenta del grupo socialista europeo, la española Iratxe García, se pronunció a favor para, probablemente, estar en sintonía con sus correligionarios socialistas de otros países. 95 aprobaron el texto. En la negociación para alcanzar, el miércoles, una resolución de consenso entre todos los grupos participó un diputado holandés.

El Partido Popular Europeo, en el que están integrados los populares españoles, no participó en la votación, no porque estuviera en contra de su contenido, sino porque, desde diciembre, después de estallar el Qatargate, se opone a la tramitación de todas las resoluciones de urgencia.

España ha sido el único país de la Unión Europea en el que una mayoría de eurodiputados (17) votaron en contra, mientras solo 15 lo hicieron a favor. Los parlamentarios de todos los demás Estados miembros dieron muy mayoritariamente su respaldo a la resolución, incluso los franceses, que tradicionalmente son considerados como los más afines a la monarquía alauí. Solo una docena de parlamentarios de extrema derecha, en su mayoría franceses del Reagrupamiento Nacional, que dirigió Marie Le Pen, se alinearon con los socialistas españoles en su rechazo a la resolución.

Ningún eurodiputado socialista español quiso explicar su voto ante la prensa, pero sí lo hizo el presidente Pedro Sánchez en el curso de la rueda de prensa que dio con su huésped, Emmanuel Macron, en Barcelona. «Es una resolución, hablo como secretario general del PSOE, que no hemos compartido en alguno de sus elementos«, afirmó sin entrar en detalles. Si el PSOE discrepaba con algún aspecto del texto, podía haber presentado una enmienda, algo que no hizo. «Nuestras relaciones bilaterales [con Marruecos] gozan de buena salud«, concluyó.

Las autoridades de Marruecos ejercieron, a lo largo de esta semana, múltiples presiones para, primero, intentar evitar que la resolución se votara y, después, edulcorar su contenido. El ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, llamó, por ejemplo, a su homólogo español, José Manuel Albares, según una fuente en Rabat. Le recordó que el 1 y 2 de febrero se celebrará una cumbre entre los dos gobiernos, la primera en ocho años. El Ministerio de Exteriores español no negó ni confirmó que se hubiera celebrado tal conversación telefónica.

El texto pide la liberación del periodista marroquí Omar Radi, condenado el año pasado a seis años de cárcel, y que cese el “acoso, intimidación, vigilancia de periodistas y activistas dentro y fuera de Marruecos”. Cita concretamente los casos de dos periodistas actualmente encarcelados, Taoufik Bouachrine y Souleiman Raissouni, de otros dos periodistas exiliados, Hajjar Rissouni e Hicham Mansouri, y de los activistas Fouad Aabdelmoumni y Maati Monjib. También menciona a un ciudadano español, el autor de esta crónica.

La Eurocámara pide a Marruecos que “respete la libertad de expresión y la libertad de los medios de comunicación y que garantice a los periodistas encarcelados (…) juicios justos”. Los tres periodistas más influyentes cumplen condena por, entre otros motivos, delitos sexuales. En Marruecos, los periodistas críticos que ejercían en Rabat o Casablanca siempre han acabado detrás de los barrotes por ese motivo. La libertad de prensa se ha ido restringiendo en Marruecos desde el fracaso, en 2011, de la llamada Primavera Árabe.

En el último momento, Los Verdes y el diputado Miguel Urbán, integrado en el grupo de La Izquierda, introdujeron hoy una enmienda en la que pedían que las medidas anticorrupción vigentes desde diciembre contra Qatar se apliquen también a Marruecos y que sus representantes y lobistas tengan vetado el acceso a las diversas sedes del Parlamento Europeo. Esta enmienda, que el hemiciclo rechazó el mes pasado, fue, en cambio, aprobada hoy jueves por una mayoría más amplia que la resolución.

Incluso los socialistas españoles votaron a favor, lo que, a primera vista, parece una contradicción. Una fuente afín a los miembros del PSOE con escaños en la Eurocámara explicó el apoyo a esta enmienda porque desde la secretaria general del partido en Madrid no se les habían dado instrucciones de voto. Sí se las dieron —oponerse a ella— a propósito de la resolución pactada ayer entre los grupos.