El Real Madrid se queda sin respuesta, Ancelotti se duerme y la defensa hace aguas

El Real Madrid perdió en un muy mal partido a nivel colectivo en La Cerámica. Los pupilos de Carlo Ancelotti, que tardaron más de diez minutos en entrar al encuentro, encajaron un severo correctivo en forma de derrotar que les dejó sin poder aprovechar el duelo directo entre Atlético de Madrid y Barça en el Metropolitano. Los fallos defensivos, la falta de tensión en los duelos individuales, la incapacidad de imponerse su guion de partido y la ausencia de cintura táctica de Carlo Ancelotti para corregir las carencias del Real Madrid agudizaron el aterrizaje tras el parón navideño por el Mundial de Qatar. El descalabro deja muchos señalados, en especial al técnico, así como a los hombres fuertes de la defensa blanca.

Lo peor | La línea defensiva

Solo Thibaut Courtois se salva de la quema en Vila-real. El portero belga, que abortó varios goles claros del conjunto de Quique Setién, sostuvo al Real Madrid en los peores momentos, pero no es un superhéroe, aunque a veces lo parezca. El error grosero de Ferland Mendy en el 1-0 local, cuando entregó una pelota al espacio a Toni Kroos, dejó a la defensa blanca abierta en canal y el Villarreal lo aprovechó. Sin embargo, sería injusto señalar solo al lateral francés, puesto que ni Éder Militao, David Alaba o Antonio Rüdiger elevaron la nota general.

placeholderLos centrales, superados. (EFE/Biel Aliño)
Los centrales, superados. (EFE/Biel Aliño)

Gerard Moreno hizo trizas al defensor alemán en cada duelo individual, así como a Alaba. El delantero centro del Villarreal los sacó de zona, habilitó la diagonal de Chukzuweze y Pino y el Real Madrid nunca tuvo la fortaleza defensiva suficiente como para invalidar sus movimientos. Indetectable. El penalti absurdo que generó Alaba con unas manos que ya nadie comprende fue la coronación total de un sistema defensivo descoordinado y que abrió las puertas de su espalda a los delanteros locales, quienes siempre buscaban la velocidad a su espalda.

Lo malo | Ancelotti no reaccionó a tiempo

Es cierto que Luka Modric, Toni Kroos y Karim Benzema detectaron los problemas del equipo para batir la presión alta del Villarreal y trataron de acercarse a la base del juego para dar apoyo a sus compañeros, en especial a la línea defensiva. Por momentos consiguieron frenar el huracán groguet. Hasta el Real Madrid pudo irse ganando al descanso en La Cerámica con un poco más de acierto en el área rival. Como en aquella ocasión de Vinícius Júnior que atrapó Pepe Reina o la acción de Militao en la que se durmió tras un pase maravilloso de Benzema.

placeholderRüdiger se duele tras un choque. (Reuters/Pablo Morano)
Rüdiger se duele tras un choque. (Reuters/Pablo Morano)

Sin embargo, no lo hizo y Ancelotti no cambió nada. El entrenador italiano tuvo que esperarse a encajar el primer gol de Yéremi Pino y el de Gerard Moreno, ya con el 2-1 en el marcador, para empezar a mover el banquillo. Entonces sí rehizo la defensa con la salida de Ferland Mendy y colocó a Militao de central en el minuto 64, pero el cambio llegó demasiado tarde y con una mochila de dos goles en contra a cuestas. Cuesta entender que un entrenador tan experimentado tardara tanto para retocar una línea que hacía aguas en defensa desde los primeros minutos, donde la presión estaba descoordinada.

Lo normal | El triángulo Courtois, Benzema, Vinícius

El Real Madrid jugó muy mal al fútbol, se mostró poco contundente en el área propia e incluso en la rival por momentos. Y a pesar de ello, pudo rascar un punto de Villarreal tanto en el tramo final del encuentro como durante el partido, porque generó ocasiones para ello. La solidez de Courtois en el área propia mantuvo con vida al Real Madrid más tiempo del que uno podía esperar viendo el dominio del Villarreal. La electricidad, desborde e intensidad de Vinícius Júnior al espacio jugó malas pasadas al Villarreal, aunque luego fallara de cara a puerta, y la fantasía de Karim Benzema tanto dentro del área como fuera de ella se mostró certero. Lo positivo para el Real Madrid es que, por muy mal que esté, tiene futbolistas tan mayúsculos que le acercan a la victoria en cualquier momento.

placeholderEl delantero francés del Real Madrid, Karim Benzema, reacciona durante el partido. (EFE/Biel Alino)
El delantero francés del Real Madrid, Karim Benzema, reacciona durante el partido. (EFE/Biel Alino)

Lo mejor | La exhibición de Raúl Albiol

Hay muchos nombres propios que rescatar del encuentro: Gerard Moreno, Juan Foyth, Dani Parejo, Francis Coquelin, Yéremi Pino, Samu Chukwueze o Pau Torres, pero el recital defensivo del veterano central español bien merece el mayor halago. Quien ya fuera el mejor central nacional en 2022 en una Champions League histórica del Villarreal y que les llevó hasta las semifinales de la pasada edición, fue un elemento defensivo de primer orden. A sus 37 años, capaz de defender a campo abierto y vivir lejos de la portería de Pepe Reina, Albiol volvió a recordar a todos que es uno de los centrales más infravalorados del último lustro. Inexplicable que no entrase en la lista definitiva de Luis Enrique para el Mundial cuando encaja a la perfección en su sistema.

placeholderGran partido del central español. (EFE/Biel Aliño)
Gran partido del central español. (EFE/Biel Aliño)

Lo bueno | El Villarreal recupera velocidad

El Villarreal tiene una plantilla con la suficiente calidad como para estar luchando por entrar en Champions League. El equipo no había empezado de la mejor manera posible bajo el mandato de Quique Setién y, de hecho, el técnico cántabro estuvo muy cerca de ser destituido, pero la victoria en el campo del Espanyol por 0-1 dio alas al equipo valenciano que suma seis partidos consecutivos entre todas las competiciones sin conocer la derrota. La recuperación de Gerard Moreno, uno de los mejores delanteros de LaLiga, aportará ese plus de colmillo ofensivo para estar entre los mejores equipos del campeonato. Pau Torres reconoció tras el partido contra el Real Madrid que el equipo comprende mejor la idea del técnico ahora. Es momento de comprobar su techo.